MARCELO BONELLI
Luis Etchevehere, el titular de la Sociedad Rural Argentina, podría incorporarse al gabinete de Mauricio Macri después de las elecciones de octubre próximo. Etchevehere fue sondeado por la cúpula de la Casa Rosada, y la “mesa chica” de Cambiemos aprobó la posibilidad luego del fuerte respaldo que la entidad le dio el último sábado al Gobierno.
Etchevehere busca que el campo vote masivamente a Macri y lo puso bien claro: “No podemos volver al pasado”. Uno de los cuatro integrantes de la influyente mesa chica le dijo a Clarín: “El discurso de Luis abre las puertas para que se integre al futuro gabinete”. Mauricio Macri evalúa cambios para después del comicios, en función de los resultados electorales. Y un área bajo observación es precisamente el Ministerio de Agroindustria.
Para la Jefatura de Gabinete, Luis Buryaile cumplió una etapa, y además desde hace meses existen cortocircuitos. Echevehere realizó una fuerte defensa del macrismo y cuando lo consultan sobre su probable incorporación al gabinete no lo desacredita aunque prefiere las evasivas.
Así afirmó ante Clarín: “Lo importante es ganar mercados y aumentar la producción”. El tema fue comidilla, ayer, en el encuentro de la cúpula del establishment: después de nueve meses, se reunió el influyente Grupo de los 6. A los jefes de las principales entidades empresarias -como decía Borges- los unió el espanto: existe una seria preocupación por la encuestas que le otorgan un triunfo a Cristina.
Los hombres de negocios coinciden en una cuestión: un triunfo de la ex Presidenta va a frenar definitivamente la llegada de inversiones, que hasta ahora tampoco logró atraer el gobierno de Mauricio Macri.
Para ellos, toda decisión económica importante pasará al 2019. Así serían otros dos años de penurias. Los caciques del empresariado también creen que Cristina en el Senado provocará algo más: complicará la gestión de la Casa Rosada. Luis Betnaza, el poderoso jerarca de Techint, lo explica de este modo: “Justo ahora. Sería una señal de que Argentina vuelve a correrse hacia el chavismo”.
El encuentro se hizo en la Bolsa de Comercio y la excusa fue la organización –para el año próximo– del Grupo de los 20. Pero lo más jugoso fueron las reflexiones sobre la coyuntura argentina y los diálogos informales.
Todos rescatan el puñado de positivos indicadores de la economía. Pero admiten en privado una realidad: en junio, la industria repuntó, pero en el semestre, el crecimiento fue nulo. La actividad viene de una fuerte caída en el 2016 y desde el 2011 anda a los tumbos.
Adelmo Gabbi -el anfitrión- tradujo la inexplicable sensación de los hombres de negocios extranjeros: cómo puede ser que Cristina tenga vigencia política, cuando debería estar detenida por las fuertes denuncias de corrupción. Para muchos de ellos, el telón de fondo es la decisión de Cambiemos de mantenerla “con oxígeno” por una -supuesta- conveniencia política.
Ahora la situación se volvió en contra. Por eso, Nicolás Dujovne trató de trasmitir al G6 un mensaje tranquilizador: según la última encuesta secreta que tiene el Presidente, Esteban Bullrich acortó la diferencia con Cristina. Ese “paper” confidencial dice que Cristina le llevaba -dos semanas atrás- 4,8 puntos de ventaja a Bullrich. Y también que ahora la brecha se acortó a solo 0,8 puntos. Los dirigentes empresarios no entienden los errores “propios” del Gobierno. Critican la inactividad de varios ministros, como Francisco Cabrera, los “dogmas” del Banco Central y las creencias de influyentes asesores de Macri.
Mario Quintana y Miguel Braun convencieron al Presidente que los supermercados no afectan el proceso inflacionario. Quintana afirma: “Los supermercados no generan inflación, porque pierden plata”. La distorsión de los precios –como el de la leche- perece decir otra cosa. Los “dogmas” que utiliza Federico Sturzenegger generaron una fuga de votos: el BCRA tiene los instrumentos para frenar el dólar y se negó a utilizarlos, hasta que llegó una reprimenda política conjunta de Macri y Maria Eugenia Vidal. Ahora -como adelantó Clarín hace un mes- el nuevo valor de referencia es 18 pesos. Igual ocurre en otras áreas del Gobierno.
Macri es un líder en la ofensiva internacional contra Venezuela. Pero la Cancillería y Economía omiten actuar en hechos graves que perjudican a funcionarios argentinos: fue echado de la Corporacion Andina de Fomento un calificado dirigente argentino que recomendó no otorgar créditos a Venezuela.
Hacer su trabajo le costó caro a Ricardo Sigwall. El profesional de carrera recomendó no otorgar a Venezuela dos créditos por 400 y 60 millones de dólares, porque se estaba violando la Constitución. En su “informe”, el argentino aconsejó no aprobar los prestamos para Maduro, a causa de las dudas legales y de posibilidades futuras de cobrar la deuda por el vidrioso estatus de la Asamblea Nacional.
Por efecto de su informe, Sigwall fue despedido esta semana por el nuevo presidente de la CAF, ahora trasformada en Banco de Fomento de América Latina. Se trata del peruano Luis Carranza Ugarte, quien fue elegido en diciembre con el voto argentino; en los hechos, del propio gobierno de Macri.w Copyright Clarín, 2017.
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