Caserones, la mina de cobre chilena que le pertenece a JX Nippon Mining & Metals, Mitsui Mining y Mitsui & Co, está funcionando al 90% de su capacidad pese a los problemas técnicos que acontecieron en su fase de ascenso.
La mina, que ha estado atrasada desde que comenzó a producir en mayo de 2014, tuvo que detener las operaciones durante tres semanas después de un apagón causado por fuertes nevadas y lluvias en mayo. Ha estado tratando de volver a encaminarse desde entonces y el director financiero de Mitsui & Co Keigo Matsubara dijo a Reuters que las operaciones ya estaban de vuelta a sus niveles de enero a marzo.
Caserones - operado por Minera Lumina Copper Chile (MLCC) - también sufrió el impacto de una fuerte multa del regulador ambiental chileno SMA, que en marzo de 2015, cargó a la mina $ 11.9 millones por una serie de infracciones, incluyendo la falta de implementación de medidas de mitigación para Prevenir la contaminación de los suministros de agua subterránea y la construcción de líneas de transmisión no autorizadas. En ese momento, la sanción era la segunda multa más alta que la SMA había impuesto desde su creación en 2012.
La mina de cobre-molibdeno, ubicada a una altitud de 4.200m a 4.600m sobre el nivel del mar cerca de la frontera con Argentina, se espera que produzca 180.000 toneladas de cobre y 3.000 toneladas de molibdeno en sus primeros diez años de operaciones.
Caserones está programado para producir 3.54 millones de toneladas de cobre y 87.000 toneladas de molibdeno durante sus 28 años de vida útil.
Las inversiones de Mitsui en la industria del cobre en Chile se remontan a los años noventa y ahora tiene intereses minoritarios en algunas de las principales minas del país, como Collahuasi, Los Bronces y El Soldado.
A 162 kilómetros al sureste de Copiapó, a 9 km de la frontera con Argentina y a una altura máxima de 4.600 m.s.n.m.
Caserones considera una explotación a rajo abierto, con una planta para producir concentrados de cobre y molibdeno a partir de sulfuros primarios, y una planta de extracción por solvente y electro obtención (SX-EW) para producir cátodos de cobre mediante el procesamiento de minerales oxidados, mixtos y sulfuros secundarios.
Durante los 28 años de vida útil estimada para Caserones, se calcula una producción total de 3,141 millones de toneladas de cobre fino en concentrados y 86.844 toneladas finas de molibdeno. La operación estimada de 25 años para la lixiviación en botadero calcula una producción total de 411.000 toneladas de cátodos de cobre.
El diseño de los relaves en Caserones fue concebido con el propósito de minimizar el consumo hídrico y energético, así como los impactos ambientales. Por ello, se considera depositar separadamente la fracción gruesa del relave (arenas) y la fracción fina del relave (lamas).
Las arenas serán depositadas en la quebrada Caserones a un costado de la planta concentradora. De este modo, la mayor parte del agua contenida en las arenas drenará y será recirculada a la planta, desde una cota tal que se minimiza el consumo de energía en bombeo (el agua restante, cerca de un 10%, queda contenida en las arenas).
Las lamas serán transportadas en forma gravitacional aproximadamente 16 km a la quebrada La Brea, donde serán nuevamente espesadas (a partir del quinto año de operación de la concentradora) para incrementar aún más la recuperación de agua y depositadas en un embalse. El agua recuperada será recirculada a la planta concentradora.
Como resultado de esta estrategia, se espera que el consumo neto de agua fresca en el proceso de concentración sea de 0,30 m3/ton, de manera de ubicarse en el rango más bajo de la industria minera chilena.