La Sociedad Española de Metales Preciosos de Inversión (SEMPI) apunta a una continuidad de la senda alcista experimentada por el oro a lo largo del primer semestre de 2017, con previsión de que dicho metal precioso pueda llegar a cotizar por encima de los 1.330 dólares la onza, según señaló el presidente de SEMPI, Gabriel Ruiz Ramírez, en un comunicado.
De este modo, el oro continuaría la tendencia al alza que se confirmó al cierre de mercados de ayer, según los datos aportados por la London Bullion Market, que situó su cotización en 1.267,55 dólares la onza. Hace siete meses, el 3 de enero de 2017, el oro cotizaba a 1.148,65 dólares la onza.
La SEMPI recuerda que la Reserva Federal (Fed) ha mantenido sin cambios los tipos de interés, que actualmente se encuentran entre el 1% y el 1,25%, corroborando así que la economía norteamericana "no es capaz de sostener una subida de tipos como mantenían a final del pasado año y principios del presente".
En su opinión, el mantenimiento de esta política monetaria ha impulsado al precio del oro físico al contado, que ha continuado así con su expansión alcista en el Fix londinense.
Los especialistas de SEMPI afirman, asimismo, que la "debilidad" de la divisa estadounidense hace que el oro, que cotiza en dólares, sea más barato para los inversores de otras monedas, lo que suele traer parejo un aumento de la demanda.
La producción de oro en China cayó en el primer semestre de este año debido al endurecimiento de las normas sobre los residuos sólidos de la producción, mientras que las ventas continuaron subiendo en este periodo.
Entre enero y junio se produjo un total de 206.54 toneladas de oro, 9.85% menos que hace un año, según datos de la Asociación China de Oro difundidos por la agencia oficial de noticias Xinhua.
China adoptó nuevas normas el año pasado para aumentar los requisitos ambientales sobre los residuos sólidos de la prospección de oro, lo que condujo a una ola de cierres de minas y una disminución de la producción en las principales provincias auríferas, Shandong, Jiangxi y Hunan.
A pesar de la recesión, el consumo de oro continúa en ascenso y durante los seis primeros meses del año subió casi 10 % interanual a 545,23 toneladas, con un aumento de las importaciones.
El incremento de la clase media china y el deseo de muchos de sus ciudadanos de comprar lingotes como una medida para proteger el valor de su dinero ante la volatilidad macroeconómica global ha impulsado desde el 2011 la fuerte demanda de China por el oro.
El consumo de barras de oro aumentó más de 50% en el primer semestre, algo que demuestra que este metal se ha convertido en uno de los favoritos para los inversores que buscan activos seguros.
Los precios mundiales del oro promediaron 1,238.6 dólares por onza en el primer semestre, 1.43% más que hace un año.