JOE MC MONIGLE*
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones individuales contra 13 altos funcionarios del gobierno venezolano mientras la Administración Trump aumenta la presión sobre el régimen de Maduro.
En una del 17 de julio, pronosticamos que las sanciones de la energía de los EE.UU. serían impuestas si Maduro avanza con sus elecciones del 30 de julio.
La sabiduría convencional en Washington ha sido que los Estados Unidos no irían a la opción nuclear de sanciones energéticas y en lugar de eso sólo impondrían sanciones individuales en respuesta a las elecciones. Sin embargo, el Departamento del Tesoro anunció estas sanciones individuales antes de las elecciones en un intento de disuadir a Maduro.
En nuestra opinión, estas sanciones individuales no tendrán ningún impacto en Maduro y sólo aumentaránn las probabilidades de que las sanciones de Estados Unidos se cumplan si Maduro sigue con su toma de poder. Lo que significa que las elecciones de este domingo son un catalizador importante para los inversores en energía y deuda soberana.
La elección de Maduro el 30 de julio de una nueva Asamblea Constituyente que probablemente disolvería la actual Asamblea Nacional controlada por la oposición y reescribiría la constitución es un cambio de juego para los partidos clave en Venezuela y también la Administración Trump.
Vemos la declaración de la Casa Blanca del 17 de julio como la línea roja de Trump:
"Estados Unidos no se quedará parado mientras Venezuela se desmorona. Si el régimen de Maduro impone su Asamblea Constituyente el 30 de julio, los Estados Unidos tomarán medidas económicas fuertes y rápidas. Los Estados Unidos nuevamente piden elecciones libres y justas y se unen al pueblo de Venezuela en su búsqueda de restaurar su país a una Democracia plena y próspera ".
Aunque la declaración de la Casa Blanca no menciona sanciones energéticas, creemos que las "acciones económicas fuertes y rápidas" incluirán las sanciones energéticas de Estados Unidos.
Creemos que las sanciones energéticas pueden por lo menos prohibir las importaciones de crudo venezolano a los Estados Unidos, así como las exportaciones estadounidenses de petróleo ligero y productos a Venezuela. Las refinerías estadounidenses, que se oponen a las sanciones, sufrirán un "impacto negativo significativo", ya que obligaría a las refinerías del Golfo a pagar precios spot más altos por el crudo de reemplazo y probablemente cortarían las refinerías.
De acuerdo con la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés), los EE.UU. en 2016 importaron 761.000 barriles diarios (b / d) de crudo venezolano, que es casi el 40 por ciento de la producción total de Venezuela.
La empresa estatal venezolana de petróleo y gas natural PDVSA se vería obligada a desviar las exportaciones a Estados Unidos en otros lugares, probablemente a China y Asia, pero a un posible descuento y con mayores costos de transporte.
Los refinadores creen que los precios del crudo estadounidense podrían subir 10 dólares por barril y los precios de la gasolina probablemente aumentarán 10 centavos. Como resultado, las ventas de crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) se están discutiendo como una opción potencial para proporcionar asistencia y mitigar cualquier subida de los precios del petróleo.
Venezuela produce cerca de 1,93 millones de b / d, frente a los 2,5 millones b / d en 2014. Las sanciones energéticas de Estados Unidos podrían forzar un colapso total en Venezuela y para PDVSA remover el crudo de Venezuela del mercado. El resultado podría elevar los precios del petróleo a 70 dólares por barril.
*McMonigle es Analista Senior de Política Energética en Hedgeye Potomac Research . Ex vicepresidente y representante estadounidense de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) con sede en París
