El director ejecutivo del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT), Fabián Ruocco, planteó la urgencia de incorporar la gestión ambiental a las necesidades energéticas en todos los proyectos que se puedan llevar adelante en el país, y resaltó la importancia de contar con un fuero judicial que pueda entender específicamente en el resguardo del medio ambiente.
El director ejecutivo del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT), Fabián Ruocco, planteó la urgencia de incorporar la gestión ambiental a las necesidades energéticas en todos los proyectos que se puedan llevar adelante en el país, y resaltó la importancia de contar con un fuero judicial que pueda entender específicamente en el resguardo del medio ambiente.
“En un proyecto de desarrollo energético la contracara siempre es el ambiente”, dijo Ruocco, quien dirige la entidad que realizó el Estudio de Impacto Ambiental para la extensión de vida de la Central Nuclear de Embalse y el Plan Estratégico 2015-2025 para la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A. que incluye la construcción de dos nuevas centrales.En diálogo con Télam, el especialista entendió que “más allá de la coyuntura, sobre la realidad eléctrica hay que tener una visión diferenciada en donde se incorpore la gestión ambiental”, en particular al referir que “la actual situación del país requiere provocar una nueva matriz energética”.
“Al ser un país en vías de desarrollo necesitamos seguir utilizando combustibles fósiles para generar electricidad, pero hay que gestionarlo ambientalmente. No podemos prescindir de los fósiles pero sí acostumbrarnos a que a largo plazo no tendríamos que basarnos en el gas, ni en el no convencional, ni el carbón, sino en lo nuclear, en las hidroeléctricas, y en las renovables”, afirmó el especialista.Al hablar de fuentes renovables de energía, aclaró que no se pueden reducir a las tecnologías eólicas y solar, sino que apela a "otras fuentes basadas en la gestión del conocimiento que en el país tiene una larga historia de desarrollo con las mejores represas y centrales nucleares de latinoamérica", y que hoy "enfrenta el desafío de cómo superar esta etapa de transición".
Para Ruocco, en materia de las relaciones entre la generación de energía y el medio ambiente “el gran desafío consiste en generar la mejora de las capacidades de un Estado activo pero en un escenario del siglo XXI”.Tras saludar el desarrollo de la reciente audiencia pública para presentar el Estudio de Impacto Ambiental para la construcción de las represas sobre el Río Santa Cruz, Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, el director del Cedyat resaltó que esos espacios son “un logro de la sociedad civil, de la educación y de la conciencia ambiental”.
Pero además de la participación ciudadana, Ruocco planteó la necesidad de contar con “jueces ambientales, como en otros países, que entiendan del tema y hagan cumplir lo que se compromete”.En ese mismo sentido, enfatizó que el plan de desarrollo hidroeléctrico que contempla la construcción de 37 centrales y que está al estudio del Gobierno “tiene que pasar por el tamiz de las cuestiones ambientales con sus correspondientes audiencia públicas, y el control de organizaciones, científicos y universidades”.
Los expertos de Cedyat ven "con optimismo el trabajo del G20, donde más allá de las cuestiones coyunturales, se declaró que el Acuerdo de París es irreversible y se volvió a repactar un plan de acción en clima y energía para acelerar una transición hacia un futuro bajo en carbono, en un foro netamente económico"."Necesitamos electricidad para crecer pero cuidando el medio ambiente, son dos caras de una misma moneda", aseveró el experto afirmó que "todo ordenamiento ambiental de un proyecto habla de reparar o mitigar pasivos ambientales, es decir que es parte de un activo ambiental a resguardar y que debe ser modificado lo menos posible para ésta y las futuras generaciones".
