DANIEL SANTORO

Se trata de Carlos de Sousa Rocha investigado como uno de los que habrían transportado sobornos.

Carlos Alexander de Sousa Rocha, investigado por la Justicia como uno de los valijeros de Odebrecht, entró a la Argentina 30 veces entre el 2007 y el 2012 y no solo 7 como se creía hasta ahora. Y todas sus entradas fueron por dos o tres días como máximo.

Las diputadas de Cambiemos Elisa Carrió y Paula Oliveto habían denunciado que de Sousa Rocha, sindicado como el supuesto portador de valijas con dólares en efectivo para pagar coimas a funcionarios argentinos habían ingresado 7 veces al país.

Sin embargo, fuentes policiales explicaron a Clarín que, en realidad, ingresó 30. Sucede que 7 veces ingresó y llenó él mismo las boletas de registro de entrada, pero las otras estaban firmadas por un remisero que lo podía como pasajero lo que dificultaba su identificación. En la Justicia se presume que sería uno de los valijeros de Odebrecht que traía los sobornos al contado.

En fuentes judiciales se sospecha que ingresaba por esa vía terrestre para supuestamente traer bolsos con plata y que así se pagaran parte de los 35 millones de dólares que Odebrecht pagó en coimas a funcionarios argentinos entre el 2008 y el 2015. Los pagos en efectivo no dejan obviamente registros bancarios y por eso son preferidos para el pago de coimas.

Los 30 ingresos y sus respectivas salidas fueron a través del Puente Tancredo Neves, que une Foz de Iguazú, Brasil, con Puerto Iguazí, Argentina, con excepción de una vez que entró por el aeropuerto internacional de Ezeiza.

El equipo de Carrió también detectó ingresos de Sousa Rocha “endos vuelos privados que aterrizaron en el aeropuerto de San Fernando”, el que menos controles tiene y es más fácil para ingresar contrabando. Por ejemplo, era usado por aviones del empresario K Lázaro Báez, detenido en la causa por lavado de dinero conocida como La Ruta del Dinero K.

En marzo Clarín informó que Carrió apunta a los movimientos de Souza Rocha, alias "Ceará", vinculado a otro compatriota, el cambista Alberto Youssef, otro que se acogió al régimen de delación premiada ante la justicia del Brasil .

Odebrecht tenía a su cargo, entre muchas otras obras, el soterramiento del Tren Sarmiento, la planta potabilizadora del Delta y la ampliación de un gasoducto. Sus contactos eran básicamente con el ministerio de Planificación que conducía Julio de Vido, a través de un lobbista Jorge "Corcho" Rodríguez, el ex novio de Susana Giménez.

Odebrecht pagó en la Argentina al menos 35 millones de dólares en coimas, según la confesión de directivos la empresa ante la Justicia de EE.UU.

De Souza Rocha es uno de los valijeros que aceptó ventilar los delitos a cambio de un acuerdo judicial. Su lugar de residencia "se encuentra entre las ciudades de Camboriú y Pernambuco". Por eso, Carrió viene pidiendo que se deben investigarse "reiterados ingresos de esta persona por tierra a nuestro país y por un escaso lapso de tiempo, a lo largo del año 2009" que, en principio, fueron revelados por el canal de noticias TN.

Allí la diputada detalla 7 entradas y siete salidas, entre febrero y octubre de ese año, por los pasos fronterizos "Presidente Trancredo Neves" y "Zona Franca Iguazú". Y reclama dilucidar para qué hizo esos viajes "la persona encargada de transportar el dinero para el pago de coimas del Lava Jato", justo cuando en nuestro país "se llevaron a cabo licitaciones emblemáticas de interés para firmas brasileras".

Entre otras medidas, Carrió sugirió citarlo a declarar a De Souza Rocha, se pida un detalle a Migraciones de sus ingresos y egresos de la Argentina y al disuelto Ministerio de Planificación, las obras públicas vinculadas a Odebrecht y sus subsidiarias. Lo hizo antes los jueces federales Sebastián Casanello, Marcelo Martínez de Giorgi y Sebastián Ramos, quienes investigan distintas obras de Odebrecht donde habría habido sobreprecios y pagos de coimas. La causa sobre irregularidades en los contratos de Aysa es la que está más avanzada en cuanto al direccionamiento de la licitación.

Los jueces viajaron a principios de mes a Washington donde funcionarios del departamento de Justicia les dejaron ver algunos nombres de los argentinos que recibieron coimas. Los magistrados, después de la feria judicial, deberán decidir cómo redireccionan sus investigaciones.