Los precios del cobre subían y se mantenían por encima del umbral de US$ 6,000 la tonelada, ante un retroceso del dólar y el prospecto de menores suministros desde las minas.

A las 1147 GMT, el cobre referencial a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) ganaba un 0.36%, a US$ 6,025.5 por tonelada. El lunes, los precios del metal tocaron los US$ 6,051 por tonelada, su nivel más alto desde el 1 de marzo.

“El cobre se encuentra en gran parte en un estado de espera, dependiendo de lo que ocurra con los suministros de las minas, con el dólar, y en menor medida con los mercados petroleros hoy”, dijo Caroline Bain, analista de la firma Capital Economics.

“El mercado no está muy nervioso por el impacto de interrupciones de producción, ya que los inventarios están aún bastante altos y el mercado está muy bien provisto”, declaró.

Los trabajadores y la administración de la mina de cobre Zaldívar de Antofagasta, en Chile, no consiguieron alcanzar un acuerdo salarial la semana pasada y decidieron extender las negociaciones mediadas por el Gobierno, en un intento por evitar una huelga.

Interrupciones o amenazas de paralizaciones de los embarques de Canadá y Chile han minado las previsiones de un incremento de los suministros globales de cobre en el segundo semestre de este año, lo que ha reducido los montos que las fundiciones cobran a las mineras para procesar el metal.

En tanto, el dólar cotizaba cerca de mínimos de 13 meses contra una cesta de monedas, lo que abarata los costos de las materias primas denominadas en el billete verde para los inversores fuera de Estados Unidos.

Un estimado de 5,000 trabajadores de la gigantesca mina de cobre Grasberg, operada por la unidad en Indonesia de Freeport-McMoRan Inc, extenderá una paralización por cuarto mes en medio de la disputa por despidos y condiciones de contratos.