Elon Musk tiene un nuevo socio en Tesla: el holding chino Tencent, uno de los mayores grupos tecnológicos del continente asiático que pagó u$s 1700 millones para hacerse con el 5% de la empresa norteamericana de autos eléctricos.
El nuevo amigo de Elon Musk es uno de los emprendedores mundiales que, como él mismo, están configurando el futuro. Se llama Ma Huateng y le apodan Pony porque su apellido significa caballo. Este ingeniero de 45 años tiene una fortuna calculada en u$s 33.000 millones, lo que lo ubica como el tercer hombre más rico de China detrás de Jack Ma (Alibaba) y Wang Jianlin (real estate).
Huateng es uno de los empresarios más reconocidos en Asia por haber creado la superaplicación de mensajería móvil WeChat (la más usada en China con casi 900 millones de usuarios) que concentra un increíble combo de servicios de casi todo lo que uno puede hacer desde el móvil.
Hace tres años, Messi fue la cara publicitaria de la app por su popularidad entre los jóvenes del gigante asiático. El poder de WeChat es tan grande que obligó a Mark Zuckerberg a apurarse y pagar u$s 19.000 millones por WhatsApp, ya que el gigante chino estaba con intenciones de quedarse por el mensajero. Pero había ofrecido la mitad de lo que finalmente pagó el creador de Facebook.
Ma Huateng construyó, en menos de 20 años, un conglomerado que hoy está valorado en u$s 275.000 millones. Tencent superó a Alibaba y a Baidú (el Google chino) y tiene desde compañías proveedoras de servicios por internet (es líder mundial en ingresos por venta de juegos online: facturó 10.200 millones de dólares en 2016) hasta empresas de servicios tecnológicas.
El año pasado compraron la mayoría de Supercell, el fabricante finlandés del juego Clash of clans en u$s 10.000 millones. El objetivo de Tencent es "convertirse en la empresa más respetada de internet", según proclama su página corporativa. Lo está logrando y los analistas aseguran que ya juega en el mismo equipo que Google, Facebook y Amazon.
Si el mundo no se enteró es porque sus productos y servicios todavía no fueron lanzados en este lado del planeta y por el extremo perfil bajo que tiene su CEO, que es muy callado y tímido.
La revista Time lo eligió en 2014 como una de las personas más influyentes del mundo, pero él casi no da entrevistas. Nadie sabe donde vive y su vida privada es un misterio, incluso para sus colaboradores de confianza en la empresa.
Pero internet no es todo. Hace tiempo que Ma Huateng intuyó las grandes y jugosas posibilidades del auto eléctrico e invirtió en varias empresas especializadas en transporte urbano y en el desarrollo de tecnologías para el auto sin conductor. Compró la startup china Nio (antes NextEV) y, además de Tencent, también es uno de los dueños de Didi Chuxing, la segunda mayor empresa mundial de servicios de transporte, por detrás de Uber.