Fueron 44 días en total, convirtiéndola en la paralización más larga de la historia de la minería local por condiciones salariales.
La larga huelga registrada en el primer trimestre del año en Escondida, la mayor mina de cobre del mundo situada en el norte de Chile, generó unas pérdidas de 740 millones de dólares a la angloaustraliana BHP Billinton, según la empresa.
De acuerdo con un informe del año fiscal de 2017, la huelga de 44 días, la más larga en la historia de la minería chilena, representó unas pérdidas de 546 millones de dólares, aunque se elevaron a 740 millones con impuestos.
"Este ítem está relacionado con la capacidad ociosa y otros costos incurridos como resultado de la huelga de Escondida en el trimestre de marzo 2017", dice el informe.
La producción de cobre de BHP Billiton se redujo un 16%, a 1.300 toneladas, en el año fiscal de 2017, lastrada por la caída de la producción del 21% en Escondida, que solo produjo 772 toneladas.
A la larga huelga de 44 días registrada en el primer trimestre del año, que dejó de producir 214 toneladas de metal rojo, se suma una suspensión de los trabajos de cuatro días por un accidente mortal en octubre del año pasado y otra suspensión por mal tiempo en junio pasado, que redujo la producción en 21 y 12 toneladas respectivamente.
Para 2018, la multinacional angloaustraliana espera que la producción de cobre se eleve a entre 1.130 y 1.230 toneladas porque en el tercer trimestre entrará en función el proyecto de ampliación de la planta concentradora de cobre Los Colorados, lo que permitirá a Escondida operar tres plantas de forma simultánea.
Los trabajadores de Escondida se declararon en huelga para reclamar mejores condiciones salariales en un nuevo convenio colectivo, pero ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la empresa volvieron al trabajo prolongando otros 18 meses el convenio antiguo, acogiéndose a la legislación chilena.
Chile es el principal productor de cobre del mundo con cerca de un tercio de la producción mundial. El conflicto de Escondida también ha tenido efecto en las cuentas del país. El gobierno de la socialista Michelle Bachelet ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento para este año que se sitúan ahora entre el 1% y el 1,75%.