La petición fue enviada a la presidenta por dos diputados DC, sin embargo, desde Enel ven poco probable que la revocación de los permisos se concrete. Ayer, en tanto, la SEC formuló dos cargos contra la distribuidora, uno por entrega de información errónea.
Crece la tensión entre la autoridad y Enel Distribución -ex Chilectra- por el desempeño de la empresa durante el último temporal que azotó a la zona central de Chile el pasado fin de semana.
La jornada de ayer fue de todo menos fácil para la eléctrica. Cerca de las 13:30 horas el ministro de Energía, Andrés Rebolledo, junto con el Superintendente de Electricidad y Combustibles (SEC), Luis Avila, formuló cargos contra dicha compañía y CGE, por sus responsabilidades en los cortes de suministro eléctrico y en la demora en la reposición del servicio. Además, las autoridades anunciaron un cargo adicional sólo para Enel por entregar información incompleta o manifiestamente errónea. Esto, porque se detectó que la empresa informó haber repuesto el servicio a algunos clientes, antes de haberlo realizado efectivamente.
Por ello, la italiana arriesga sanciones de hasta 20 mil Unidades Tributarias Anuales, es decir, más de $11 mil millones (US$16 millones) por los dos cargos. CGE, en tanto, se expone a la mitad de ese monto.
En paralelo, ayer diputados DC enviaron una carta a la Presidenta solicitando la caducidad de la concesión de Enel Distribución, argumentando que la Ley General de Servicios Eléctricos señala que la máxima autoridad de la república podría solicitar mediante decreto supremo dicha medida en el caso de que la calidad del servicio suministrado no corresponda a las exigencias preestablecidas en la ley.
La respuesta desde el Gobierno no se hizo esperar. “Efectivamente la ley eléctrica contempla la posibilidad de caducar las concesiones. Hoy lo que estamos haciendo es utilizar los instrumentos que tenemos, las multas y compensaciones”, dijo Rebolledo al respecto.
En tanto, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, indicó al respecto que “eso lo tienen que ver los organismos competentes”.
Sin embargo, altas fuentes de la empresa desestiman que una petición de esta naturaleza pueda avanzar, por lo que no hay preocupación al interior de la organización. Según explican, una petición así es “natural” en tiempos de crisis.
Adicionalmente, desde el Gobierno rechazaron la alternativa de que la compañía traspase a los usuarios el costo de una mayor seguridad en el suministro. “No vamos a traspasar a tarifa lo que es una obligación de la empresa privada en Chile”, dijo Aleuy.
Candidatos en el debate. Los abanderados de la Nueva Mayoria, Carolina Goic y Alejandro Guillier, también fueron activos partícipes del debate en torno a Enel. La primera ingresó un proyecto de ley que busca dar protección a los electrodependientes. En él se establece que las empresas deberán asumir el costo de mantener los equipos médicos para estas personas, así como garantizar el suministro.
“Hemos visto la demora y en muchos casos la negligencia de las empresas para poder mantener el suministro eléctrico y eso ha significado pérdidas de distinto tipo para las familias”, dijo sobre esta materia Goic. Guillier, en tanto, rechazó la posibilidad de estatizar el servicio, pero pidió más supervisión. “La superintendencia se queda tibia en supervigilar a las empresas, exigirles cumplimiento de compromisos y una política más agresiva de inversión para seguir mejorando la calidad del servicio”, dijo el precandidato.
Otro de los cuestionamiento que ha tenido que enfrentar la empresa es si ha puesto todos los recursos necesarios en la entrega de un suministro sin interrupciones.
“A la luz de los resultados pareciera que no ha sido suficiente (las inversiones)”, indicó el titular de energía. Sin embargo, el gerente general de Enel Chile, Nicola Cotugno, fue claro. “En los últimos tres años, la inversión ha subido cada año, tanto de mantenimiento como de fortalecimiento de la red, un 20%. Hemos puesto en este ámbito inversiones de US$350 millones-US$360 millones”, dijo y agregó que en la próxima actualización al plan de inversión quinquenal de la empresa dicha cifra se elevaría en 30%.
Adicionalmente, la compañía aanunció una nueva bonificación extraordinaria, la que consiste en hasta $25.000 al día por cliente sin suministro eléctrico a contar del domingo 16 de julio a partir de las 20:00 horas. Al respecto desde la cartera que lidera Andrés Rebolledo indicaron que dicha acción no será un atenuante en la investigación. Al igual que en el caso de la bonificación anterior, la SEC solo vigilará que las promesas realizada por la distribuidora se cumplan.
Fue una semana difícil para Enel. A los cortes de luz, se sumó la crítica a ejecutivos. En ese escenario, vino a Chile el director de Infraestructuras y Redes de la firma, Livio Gallo, que se desvió para ayudar en los peores días de la filial en el país.
El sábado todo Santiago amaneció teñido de blanco. Había sido la nevazón más importante en 46 años y la primera para un sinnúmero de capitalinos que nunca habían visto el fenómeno en el patio de su casa. Mientras el blanco se incrementaba, el negro se esparcía a igual velocidad.
Y lo que inicialmente había sido motivo de celebración, terminó en masivas protestas ciudadanas, y en un cuestionamiento generalizado. 310.000 hogares sin luz dirigieron sus miradas a un responsable: Enel, y puntualmente hacia Enel Distribución. Es que no hubo nadie que no reclamara la falta de preparación y la debilidad del sistema, mal que mal la nieve estaba anunciada desde hace ya días.
El trabajo de joyería que había realizado la compañía por eliminar a la tradicional Chilectra había dado sus frutos; ahora todos los cuestionamientos se dirigían sin equivocación a la nueva bandera de los italianos. Enel había quedado gravada en la población…Y sus ejecutivos también. Es que mientras los dardos apuntaban a la compañía, había otros que se dirigían a twitters de directores, y a gerentes por alojarse en hoteles en plena emergencia; panorama que lo completaba la estadía de altos ejecutivos de la firma en Nueva York mientras la ciudad estaba a oscuras. Todo iba de mal en peor. Al término del fin de semana aún quedaban cientos de hogares sin suministro
En ese escenario, hubo un hecho que pasó inadvertido. La emergencia no sólo fue contenida por los ejecutivos locales que se deshicieron en explicaciones a través de la prensa, si no que altos directivos del holding en Italia también pisaron suelo chileno. El director de la División Global de Infraestructuras y Redes del holding, Livio Gallo, llegó el lunes al país. Estaba trabajando en Brasil y -confirman conocedores- decidió pasar a Chile, con la finalidad de colaborar en la resolución de la problemática que estaba enfrentando la administración. Es que desde su cargo, el ejecutivo maneja la distribución de las operaciones del holding. Aún más, según la información disponible en la web de Enel, Gallo es también presidente del Consejo de Administración de Enel Distribución Chile por lo que optó por desviar su viaje hacia el país.
Recién en abril pasado dejó el cargo de consejero de Endesa -que ostentaba desde 2014- aduciendo motivos personales. Su trayectoria en la compañía es extensa: desde 1999 monitoreando varios temas, entre ellos la distribución.
Si bien el ejecutivo no se reunió con autoridades de gobierno, sí monitoreó de cerca la estrategia de reposición, asesorando y trabajando con la administración para resolver la emergencia lo más rápido posible.
El lunes aún quedaban cerca de 4.000 hogares sin luz, y si bien los afectados iban a la baja, los cuestionamientos se incrementaban con fuerza. Las municipalidades ya habían perdido la paciencia y las demandas colectivas comenzaban a acumularse. Enel llamaba a la calma e intentaba derribar todos los “mitos”: no se habían reducido las cuadrillas, no existía una estrategia de reducir costos en esa línea, etc. La estocada, sin embargo, vino desde dentro. El miércoles, el principal sindicato de la compañía refutó todo, pidieron disculpas y revelaron cómo la compañía mutó hacia la tercerización de servicios con contratos cada vez más débiles.
Así, ayer, y por primera vez, la vocería dejó de estar en el gerente general de Enel Distribución, Andreas Gebhardt. Fue el máximo ejecutivo del holding en Chile, Nicola Cotugno, quien salió a la palestra: anunció compensaciones y aclaró dudas; la crisis había escalado.
En paralelo, Gallo dejaba el país con clientes que acumulaban seis días sin luz, y una víctima electrodependiente que completaba la semana más negra de Enel en el país.