Ejecutivo dice que el gobierno debe replicar el modelo que usó para permitir la inclusión de la tecnología solar y eólica en estas subastas.
Aunque la industria está prácticamente desaparecida en el país, Energy Development Corporation (EDC), firma de capitales filipinos, sigue dando la pelea para masificar la tecnología geotérmica en la matriz eléctrica del país.
La firma ha estado trabajando con la autoridad para lograr una fórmula que permita viabilizar este tipo de generación, que hasta ahora ha quedado fuera de procesos como las licitaciones eléctricas por el costo asociado a la perforación de los pozos, que por las características geográficas del país, es mayor.
La conversación se ha dado a través del Consejo Geotérmico, instancia en la que junto a EDC, que es líder mundial en este tipo de energía con casi 2.000 MW en operación, participan empresas como Mighty River Power o Energía Andina, que vieron frustradas sus inversiones por el cambio en el mercado eléctrico.
Gonzalo Cortés, country head de EDC y presidente de esta última instancia, explica que el objetivo es que la autoridad ajuste el modelo de licitación de suministro de clientes regulados para reservar bloques de energía para la geotermia, tal como ya se hizo con las fuentes eólica, solar y las hidroeléctricas de pasada.
“Queremos que se reserve un bloque de energía para una tecnología de generación renovable no convencional, que en base a una única fuente tenga un factor de planta superior a 92%. No estamos pidiendo nada que no se haya hecho antes”, dice el ejecutivo de EDC, que en la Región del Maule impulsa el proyecto Mariposa, que en principio demandaría US$ 600 millones para instalar 100 MW.
Agrega que están esperanzados sobre el resultado de esta mesa, una promesa que hace tres años hizo el exministro de Energía, Máximo Pacheco, y que se concretó recién a fines de 2016 y que podría arribar a una conclusión en octubre.
Cortés dice no entender por qué hasta ahora la geotermia no ha sido considerada seriamente en el país, pese a sus ventajas frente a otras alternativas, ya que es un recurso autóctono y con potencial para instalar más de 3.500 MW (equivalente al 17% de la capacidad total del país), que opera en forma continua, cubriendo en forma limpia y eficiente la intermitencia de las centrales solares y eólicas, que en los próximos años tendrán un peso mayor en el mix eléctrico.
“Por cada MW geotérmico posibilitas 3 o 4 MW solares o eólicos. Si se analiza que para cumplir la meta de que a 2050 el 70% de la matriz sea renovable se requiere un respaldo que no podrá ser carbón o GNL, lo que deja a hidroeléctricas de embalses, socialmente rechazadas, o geotermia, respecto de la que hay desinformación, incluso de la autoridad, que ignora el rendimiento de esta fuente, su característica de base y su vida útil mayor”, plantea.
El ejecutivo explica que la industria requeriría que se viabilicen 300 MW o un bloque de 2.400 GWh, equivalente a una parte de lo adjudicado hace un año. Añade que si cada desarrollador pudiera instalar los primeros 25 MW a través de la licitación, podría apalancar el resto de su proyecto.
Cortés comenta que aunque inicialmente el ministerio planteó que el trabajo de la mesa de geotermia sería breve, pudieron extenderla en el tiempo y profundizar su alcance, logrando consensos para corregir elementos como el costo de desarrollo y operación, que en los modelos de la autoridad estaban distorsionados y que tras la corrección le dieron a la geotermia un espacio frente a las otras alternativas.
“Hay una reducción real en los costos de inversión en la geotermia por desarrollo tecnológico. Hay desarrolladores italianos que tienen plantas operando con un costo 15% menor y mayor eficiencia. Se le entregó esta información a la mesa, aunque lo importante es dilucidar qué es caro y qué es barato, mirando también factores como la eficiencia y la vida útil (porque la degradación de los equipos geotérmicos se produce mucho después), que pueden compensar el costo de instalación”, apunta el ejecutivo de EDC.
