Petroperú explicó que los 30,000 barriles diarios que se producen en Perú seguirán abasteciendo a la refinería, una vez que concluya su modernización,pero que 65,000 barriles restantes de crudos pesados se tendrán que importar.
La modernización de la refinería de Talara, a cargo de la estatal Petroperú, tiene un avance del 60% con la expectativa de llegar a procesar 95,000 barriles al día a partir del 2021, la mayoría de los cuales tendrá que importar de Ecuador o Colombia.
La modernización ha sido un megaproyecto largamente esperado en Talara, un desértico distrito de la región Piura a 1,200 kilómetros al norte de Lima, con playa en la costa del Pacífico, que da trabajo a 6,700 personas, 2,000 de las cuales son locales.
En el financiamiento por US$ 5,400 millones participa la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE) con un crédito con garantías por US$ 1,250 millones y la empresa de ingeniería Técnicas Reunidas de España es el operador de las unidades de proceso.
El gerente general de Petroperú, César Ramírez, explicó durante una visita guiada a la nueva planta que los 30,000 barriles diarios que se producen en Perú seguirán abasteciendo a la refinería, una vez que concluya su modernización, pero que 65,000 barriles restantes de crudos pesados se tendrán que importar.
“Para llegar a los 95,000 barriles, los 65,000 barriles (restantes), como está construido el modelo es que, eso se importa con características de crudo pesado, y lo encuentras en Colombia y Ecuador”, explicó Ramírez.
“El modelo y los flujos financieros están construidos para importar crudo pesado de regiones aledañas o de otros lugares con características de crudo pesado”, como la producción petrolera en la Amazonía peruana, agregó el funcionario.
Petroperú también considera transportar el crudo pesado de Ecuador a través del Oleoducto Nor Peruano (ONP), que conduce el crudo producido en la Amazonía del país hacia la costa norte.
Sin embargo, el Oleoducto ha sufrido más de una decena de derrames en el último año por incidentes producidos por terceros, y este año está restableciendo su operatividad en el tramo 2 y en el ramal norte.
El proyecto de modernización busca producir combustibles con un contenido de azufre no mayor a las 50 partes por millón, convertir residuales a productos valiosos y gasolinas de mayor octanaje.
Ramírez remarcó que contar con la refinería nueva significa un ahorro del 2 % del producto interno bruto (PIB) cada año, lo que se traduce en un ahorro de 4 millones de dólares anuales para el Estado peruano.
El gerente de refinado, Jorge Almestar, dijo que a partir de 2021, la planta generará un impacto económico de US$ 271 millones al año, tributos por US$ 139 millones y un beneficio para la balanza comercial de US$ 3,390 millones.
Como parte de la modernización de la planta de 140 hectáreas, se ha procedido a la instalación de 700 equipos para sus 16 unidades de proceso, entre las que destaca la unidad de destilación primaria, que realiza la primera separación del crudo en productos como la gasolina, el diésel, el turbo A1, entre otros.
Durante la visita, el Superintendente de Operaciones del proyecto, Freddy Alvarado, mostró la nueva torre de destilación primaria, instalada hace una semana, aún sostenida por una inmensa grúa mientras terminan los ajustes en su base.
“Las unidades que están en operación son el craqueo catalítico (que convierte crudos pesados en gasolina y diésel), la destilación primaria y servicios, el resto son tanques”, indicó Alvarado.
El superintendente mostró además la construcción de 21 tanques con el fin de añadir un millón de barriles más en almacenaje para llegar a tener 6 millones de barriles, entre productos y crudo.
A la planta ya llegó el 95% de los equipos y algunos de los más voluminosos, que llegaron por barco, son los reactores de 800 toneladas que están en el nuevo muelle, junto a sus nuevos brazos de carga aún embalados.
“En octubre esperamos que lleguen los últimos equipos al muelle para poder conectarlo al muelle 1, pues tiene posibilidades de que acoderen buques de 52.000 toneladas, en sus 13 metros de profundidad”, señaló Alvarado.
Igualmente, los obreros trabajan bajo el intenso sol del norte peruano en el nueva torre de destilación al vacío, envuelta con andamios, y en la planta 1 de flexicocking, que debe desulfurizar el diesel, las gasolinas y el Gas Licuado de Petróleo (GLP).