La formación basada en entrenamiento simulado resulta clave. La experiencia de Pan American Energy con su revolucionario cybersimulador.
En un mundo que se mueve cada vez más rápido, las organizaciones buscan capacitar a sus talentos con herramientas adecuadas para afrontar situaciones diarias y también escenarios complejos. Es en este entorno cambiante, donde la simulación demuestra ser un recurso valioso para ejercitar la toma de decisiones teniendo en cuenta las variables del contexto.
El avance de la tecnología modificó el proceso de aprendizaje y la transferencia del conocimiento a través de esta técnica de entrenamiento.
Con el objetivo de fortalecer los estándares de seguridad y fomentar una conducta operacional de alto nivel, Pan American Energy (PAE) – primera productora privada de hidrocarburos de la Argentina – promueve la formación y el desarrollo profesional de sus colaboradores.
A través del Energy Learning Center (ELC), su universidad corporativa, la compañía dicta capacitaciones in company y también, en las mejores instituciones educativas del país.
El ELC cuenta con cuatro unidades: la Escuela de Management, en la que se trabajan competencias genéricas y de liderazgo en alianza con universidades de primer nivel; y tres escuelas segmentadas por disciplina: Operaciones, Staff y Seguridad & Medio Ambiente. El objetivo: desarrollar conocimientos segmentados en distintas disciplinas y especialidades requeridas por la compañía en todos sus niveles.
El simulador de Pan American Energy permite generar un espacio para la transferencia de conocimiento
En este sentido, en la industria hidrocarburífera, durante la etapa de construcción de pozo hay innumerables situaciones que exponen al perforador a tomar decisiones rápidamente. Por eso, es fundamental la educación basada en simuladores para entender el comportamiento de los reservorios de petróleo y gas.
"El entrenamiento basado en simulación consiste en replicar actividades en un ambiente casi real y controlado, que permite acelerar el proceso de aprendizaje y por sobre todo generar un espacio para la transferencia del conocimiento", sostiene Oscar Álvarez, Gerente Ejecutivo de Calidad Operativa de Pan American Energy.
Actualmente, en Comodoro Rivadavia, la compañía está incorporando un cybersimulador. Este equipamiento se complementará con el actual simulador DS500 que funciona en su Well Control School acreditado por el IADC – International Association of Drilling Contractors- ocupando una posición de vanguardia entre la operadoras de Latinoamérica.
"La utilización de simuladores se ha convertido en una herramienta invaluable a la hora reproducir fielmente los múltiples escenarios que pueden desarrollarse en una operación", afirma el ejecutivo de PAE, compañía que ha sido reconocida por el ranking de Oil & Gas Producers Association (OGP) como una de las más seguras del mundo.
El cybersimulador para la práctica de perforaciones de pozos promueve el trabajo en equipo, donde sus miembros pueden simular operaciones, identificar peligros y evaluar los riesgos asociados, llevarlos a la práctica y crear un proceso iterativo de aprendizaje continuo. Esto en gran medida ayuda a mitigar los errores y a construir una cultura de seguridad a través de un entrenamiento "inmersivo", especialmente en las industrias donde hay tolerancia cero para cualquier desviación de las normas y estándares de funcionamiento.
Pan American Energy (PAE) es una empresa de exploración y producción de hidrocarburos, con presencia en Argentina, Bolivia y Chile.
En 2011, la empresa aportó el 20% de la producción diaria de petróleo y el 18% de la producción diaria de gas natural del país. Registró un aumento constante en sus reservas probadas, que en 2011 sumaban 1.393 millones de barriles de petróleo equivalente (70% petróleo y 30% gas).
PAE exhibe el más alto índice de inversión de la industria argentina en el sector de la exploración y producción de petróleo y gas natural. Entre 2001 y 2011, invirtió más de U$S 7.600 millones. Ese compromiso ha sido uno de los pilares que le permitió aumentar la producción de petróleo y gas natural, reponer el 175% de las reservas producidas, aumentar los niveles de reservas probadas y generar nuevas fuentes de empleo, creando oportunidades de desarrollo para empresas contratistas locales y regionales.
En Argentina, opera en: CERRO DRAGÓN, PIEDRA CLAVADA, KOLUEL KAIKE, ACAMBUCO, LINDERO ATRAVESADO, AGUADA PICHANA, SAN ROQUE y en la Cuenca Austral.