“No nos dimos cuenta del inmenso aumento en los procedimientos burocráticos, ni en los impactos que generaría los escándalos de corrupción del caso Lava Jato”, afirmó el jefe de Estado.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, afirmó que “pecó de optimista” durante su primer año de gestión, que cumple el próximo 28 de julio, y que su mayor decepción ha sido el bajo crecimiento económico del país.
“Creo que hay muchas autocríticas por hacer. La primera es haber pecado de optimismo, pensar que se podía recuperar la economía rápidamente. No nos dimos cuenta del inmenso aumento en los procedimientos burocráticos”, declaró en una entrevista en El Comercio.
Kuczynski también dijo que su Gobierno “nunca” pensó “que el escándalo de corrupción Lava Jato iba a llegar a estas costas con tanta fuerza”, en alusión a las investigaciones y procesos que se siguen contra expresidentes, como Alejandro Toledo y Ollanta Humala, y ex altos funcionarios de anteriores gestiones.
“Todo el mundo sabía que Odebrecht y otros contratistas tenían un papel muy fuerte en las obras aquí, pero después vinieron problemas inesperados, como el Gasoducto del Sur, cuya garantía se tuvo que ejecutar, o como el proyecto Chavimochic, que tuvo que suspender las obras hasta que viniera otro contratista”, explicó.
El jefe de Estado enfatizó en el impacto económico de los graves daños que causó entre diciembre y marzo pasado el fenómeno climático de El Niño Costero en el norte y centro del país.
“Tampoco pensamos que el fenómeno de El Niño costero iba a ser tan fuerte en el norte y en algunas zonas cercanas a Lima. Son subestimaciones y siempre hay que manejar el riesgo, siempre hay que ponerse en el peor de los casos y lo peor pasó”, dijo.
El gobernante reveló, en ese sentido, que la gran decepción de su primer año de gestión “es obviamente el crecimiento económico bajísimo, pero un 1.5 % de la caída del PIB viene de los aludes y del escándalo de corrupción Lava Jato”, acotó.
“Si tuviéramos ese punto y medio estaríamos creciendo a más del 4 %, que sería el mejor crecimiento de América Latina. Aún con el 2,8 % (proyectado para este año) sigue siendo el mejor, porque el barrio (la región) está superdepre”, agregó.
Kuczynski consideró, por otra parte, que su gestión ha sido afectada por un Congreso dominado por la oposición, que lidera el fujimorismo, e integrado por seis diferentes bancadas.
Afirmó, asimismo, que considera que los ministros deben permanecer el mayor tiempo posible para trabajar mejor en sus puestos.
“Lo que sí es una crítica válida es que muchas veces los ministros no están suficientemente en el campo y, por eso, en las inundaciones asignamos un ministro a cada región afectada. Eso ayudó un montón. Ahora lo vamos a volver a hacer y es una sugerencia de Keiko (Fujimori), además. Es una buena sugerencia”, comentó.
Adelantó, en ese sentido, que el próximo 28 de julio podría anunciar el cambio en algún ministerio, aunque consideró que ese “no es el tema central” del balance de su primer año de gestión.
“Este es un Gobierno muy abierto. A veces nos critican por hablar demasiado, pero aquí no se esconde nada. Ello es quizá un contraste con gobiernos anteriores, en los que se manipulaba un poco a los medios y cosas así”, indicó.
El gobernante también manifestó que está “absolutamente seguro” de que tras el diálogo que sostuvo el martes pasado con Keiko Fujimori, la líder del partido fujimorista Fuerza Popular, “el año entrante será muchísimo mejor”.
“Lo importante para el Perú es crecer fuerte para generar trabajo y empleo. Vamos a llegar a un 4 % o 5 % en los próximos dos años”, aseguró.
Desde finales del 2016, todos los ojos del continente latino están puestos en Perú. Después de que el país anunciara un crecimiento proyectado del 4% para el 2017, al tiempo que sus vecinos apenas contaban mantenerse estables; los cálculos fallaron en el primer trimestre, pero el segundo período cierra con alzas en todos los sentidos y reaviva las expectativas.
Cifras oficiales de gobierno reveladas por la INEI indicaron un alza al corte de mayo, por encima del 3.39% en crecimiento global de la economía, lo que incentivó el comercio y ha generado amplias expectativas. Al mismo tiempo, la CCL (Cámara de Comercio de Lima) anunció que sobre el total de la construcción del país, el 50% obedece a complejos comerciales.
Para el cierre del 2015, Perú contaba con 87 centros comerciales. Durante el 2016, el país recibió 5 nuevas aperturas y se espera que para el final de este año se rompa la barrera de los 100 complejos, con entre 8-10 aperturas o proyectos avanzados, sobre todo en los distritos sub-urbanos de la capital y las provincias.
Por su parte, la Asociación de Centros Comerciales de Perú, proyectó un crecimiento general de su industria para el 2017 por encima del 6%, cifra que parece muy prudente al ver que los gigantes del mercado como Parque Arauco y Jockey Plaza ya hablan de 10% en lo corrido del año. La economía crece y se traduce en comercio.