La Federación Minera de Chile aseguran que las huelgas son una medida ante la negativa de las empresas a ceder a las peticiones de sus trabajadores
Las huelgas podrían ser una herramienta cada vez más utilizada por los sindicatos mineros, dado el complejo escenario de las negociaciones colectivas. Esa es al menos la visión de la Federación Minera de Chile (FMC), que reúne a las agrupaciones de trabajadores propios de las compañías privadas de este sector.
“Los meses venideros de aquí a fines de 2018 serán muy complejos, toda vez que no se observa un real interés de parte de las empresas de negociar con sus trabajadores y resolver las distintas problemáticas en las instancias que corresponden, como lo constatamos con la negociación en minera Escondida y ahora en Zaldívar, donde se obliga a los trabajadores a llegar a la huelga”, comentó el presidente de la FMC, Gustavo Tapia.
Señaló que aunque el precio del cobre mejoró y las perspectivas son que siga subiendo, las compañías no estarían dispuestas a acceder a las peticiones de los sindicatos por mayores beneficios.
Tapia explicó que por la posición que han tomado las firmas, los trabajadores de la gran minería están dispuestos a ir a huelga, a lo que se suman los movimientos de los supervisores. “Esto también sucede paralelamente en el mundo de los supervisores de la minería, donde el sindicato de minera Centinela se apresta a hacer efectiva la huelga legal, mientras el 2018 negociarán los supervisores de Escondida y Spence, casi en forma paralela a las negociaciones de los sindicatos de trabajadores de planta en ambas empresas manejadas por BHP”, manifestó.
La compañía minera Doña Inés de Collahuasi informó el miércoles la desvinculación de 115 personas, entre ejecutivos, supervisores y operadores, según publicó la agencia Reuters.
La minera, cuyos accionistas principales son Anglo American y Glencore, explicó que la cantidad de trabajadores que estaban contratados respondía a un plan de expansión que finalmente no fue puesto en marcha. La empresa agregó que la decisión se tomó por una estrategia que busca priorizar la optimización y eficiencia operacional.
En 2016, Collahuasi, que tiene sus instalaciones industriales y yacimientos en la comuna de Pica, Región de Tarapacá, produjo un volumen de 506.500 toneladas entre concentrado y cátodos de cobre, y concentrado de molibdeno.
El plan de expansión que finalmente no fue ejecutado podría haberse traducido en una producción de un millón de toneladas anuales de cobre.
A fines de 2015, Collahuasi tenía 2.241 empleados propios, incluidos los con contrato indefinido y a plazo fijo, además de 4.225 trabajadores que operaban al alero de empresas contratistas.