El sindicato llamó a los trabajadores a rechazar la oferta final realizada por la empresa en la votación que parte hoy. De no alcanzar un acuerdo con la mediación de la DT, la paralización comenzaría el 20 de julio.
Antofagasta Minerals (AMSA), brazo minero del grupo Luksic, podría enfrentar la primera huelga de su historia en alguna de las faenas que opera.
La paralización podría concretarse en Zaldívar, yacimiento en que comparten la propiedad con la canadiense Barrick, pero que es operada por la chilena. Esto, luego que el sindicato de la minera llamara a sus bases a rechazar la última oferta entregada por la empresa en la votación que parte hoy y termina el lunes.
“Las últimas ofertas de la compañía están alejadas de las pretensiones de los trabajadores, por lo que estamos convocando que los ‘viejos’ voten la huelga”, afirmó Raúl Torres, presidente del sindicato número 1 de la Minera Zaldívar, que agrupa a 703 trabajadores, de los 960 operarios de la firma.
La votación sería un trámite, ya que se espera un amplio apoyo a la huelga, lo que llevará a las partes a los buenos oficios, última instancia negociadora, donde la Dirección del Trabajo (DT) actúa como mediadora.
En caso de no acercar posiciones entre las partes, desde el sindicato comentaron que una huelga se haría efectiva a partir del 20 de julio.
Según representantes del sindicato, los trabajadores buscan un reajuste de salarios, como también en áreas como egresos especiales, educación y salud. Consultados sobre la pretensiones de bono por término de conflicto, no quisieron revelar el monto.
El grupo es asesorado en la negociación por el abogado Marco López, el mismo que participó del proceso en Minera Escondida, faena que estuvo paralizada por 44 días y se optó por forzar una renovación del convenio existente por 18 meses, acogiéndose al antiguo artículo 369 del Código del Trabajo.
Aunque desde el sindicato fueron críticos del actuar de la compañía, señalaron que esperan una mejora de la última oferta en el proceso de buenos oficios.
A su vez, cercanos a la empresa indicaron que están optimistas de poder desactivar la huelga, dado que las posiciones no estarían tan alejadas.
Las mismas fuentes indicaron, eso sí, que cualquier mejora se realizará considerando un negocio más ajustado, dadas las condiciones del mercado, por lo que no están dispuestos a entregar beneficios que escapen de la realidad de la industria para impedir una paralización.
Añadieron que en el caso de concretarse la huelga, existe un plan de contingencia. De hecho, recordaron que en marzo pasado, ambas partes acordaron los servicios mínimos en caso de paralización, por lo que descartan eventuales incumplimientos de estas labores.
Desde la industria señalaron que el objetivo de Antofagasta Minerals sería ajustar el convenio a los parámetros que tiene la compañía, distintos a los que estaban incluidos en el contrato cuando Barrick era el único dueño de la mina.
Miembros del sindicato advirtieron que la paralización de las faenas afectará a la totalidad de la producción, lo que significaría pérdidas por unos US$ 23 millones mensuales, pese a contar con una dotación de servicios mínimos, que incluirá a 59 trabajadores distribuidos en dos turnos.
Zaldívar es una faena de cobre ubicada en Antofagasta y que en 2016 produjo 103 mil toneladas de cobre. A mediados de 2015, AMSA compró a Barrick el 50% de la propiedad, en US$ 1.050 millones, y en diciembre de ese año se hicieron cargo de la operación.
DF
Sindicato y empresa habían pactado en marzo los servicios mínimos, y desde mayo se encontraban en conversaciones.
Pese a que se preveía sería un proceso sin sobresaltos, la negociación colectiva de Minera Zaldívar está a pasos de terminar en huelga.
Esto, porque la faena ligada a Barrick Gold y Antofagasta Minerals -brazo minero del grupo Luksic, que además la opera-, no está teniendo éxito en las tratativas con el Sindicato N°1.
Ambas partes celebraron en marzo pasado el primer acuerdo de servicios mínimos, un mes antes de la entrada en vigencia de la nueva ley laboral, a lo que se sumaron constantes reuniones que venían sosteniendo desde mayo.
En estas conversaciones participaban la directiva sindical liderada por el presidente del movimiento, Raúl Torres, y una comisión negociadora conformada por la empresa, que incluía a ejecutivos como el gerente de Recursos Humanos, de Finanzas y de Operaciones.
Sin embargo, el diálogo no habría prosperado. Tanto así que algunos trabajadores ya dan como fracasadas las negociaciones. El sindicato, que es asesorado por el abogado Marco López -el mismo que trabaja con el Sindicato de Escondida-, fijó para el viernes la votación de la huelga, luego de informar la decisión a los 703 socios de la agrupación.
Si esto se confirma, se podría abrir un período de buenos oficios, donde actúa la Dirección del Trabajo.
Según trascendió, existen altas posibilidades de que se concrete la paralización, ya que las posiciones estarían muy alejadas.
