Apostar por renovables en el Perú, cuyo precio se ha reducido considerablemente en los últimos años, sirve para reducir la vulnerabilidad del país ante fenómenos como sequías o inundaciones.
El costo de producir energías renovables ya es competitivo a nivel global. ¿Pero vale la pena impulsarlas en el Perú, un país con sobreoferta eléctrica y una matriz ya bastante limpia? La necesidad de diversificar las fuentes para asegurar el flujo energético indica que sí. El objetivo es que el país no dependa exclusivamente de la disponibilidad de agua y de sus reservas limitadas de gas.
En los últimos años, la fuerte reducción global de los costos de generación renovable se ha sentido en el Perú: entre el 2009 y el 2016, los precios promedio adjudicados en subasta pública cayeron de US$80 a US$38 por megavatio/hora (MWh) en plantas eólicas y de US$221 a US$48 por MWh en solares. “La paridad de costos entre fósiles y renovables se ha logrado en Europa. Aquí la relación todavía es de aproximadamente uno a dos, porque la tecnología renovable se importa, pero la paridad va a llegar pronto”, explica Eunice Villicaña, profesora de Ingeniería de la Energía de UTEC.
Sin embargo, la matriz energética peruana es 52% hidroeléctrica y 46% térmica de gas. Y aunque el Estado la considera renovable sólo en plantas de pequeña escala, la hidroeléctrica es ya una energía libre de emisiones. ¿Queda espacio para la eólica y la solar? “La dependencia hídrica nos hace vulnerables a los periodos de sequía y las reservas de Camisea son limitadas”, dice Villicaña. “Como consecuencia del cambio climático, las temporadas secas se harán más largas, frecuentes e intensas. De ahí que depender de la energía hídrica es con certeza una apuesta a la inseguridad energética”, declaró el año pasado Tabaré Arroyo, asesor en energías renovables de WWF.
Eugenio Calderón, gerente de energías renovables de Enel Perú confirma que la última temporada de huaycos generó problemas para garantizar el suministro de las plantas hidroeléctricas. Calderón también explica que, por ser más pequeños y requerir menor tiempo para entrar en operación, los proyectos renovables permiten dosificar y controlar mejor el crecimiento de la oferta. Enel, a través de su subsidiaria Enel Green Power, está desarrollando tres proyectos renovables en el Perú, por US$400 millones.
Según los especialistas consultados, sin embargo, el principal obstáculo para la competitividad de las energías renovables es que hoy el Estado les reconoce una ‘potencia firme’ (capacidad de garantizar flujo a la red) de cero. Esto las excluye del pago por potencia firme que reciben los demás proyectos, y le impide a las empresas generadoras negociar contratos de este tipo de energía con clientes libres.