Bolivia, Argentina y Chile concentran el 54% de los 46,9 millones de TM de reservas “identificadas” de litio que hay en el mundo, informó el Servicio Geológico estadounidense (USGS).
El primer país cuenta con 9 millones (19,18%) de toneladas métricas (TM); el segundo, con una cantidad similar (19,18%), y el tercero, con 7,5 millones de TM (15,99%), según datos a 2017 de la agencia de investigación. Les siguen China, con 7 millones; Estados Unidos, con 6,9, millones; Australia y Canadá, con 2 millones cada uno; y otros (Congo, Rusia, Brasil, México y Zimbabue) con 3,5 millones de TM.
El 54% de estos recursos está principalmente en los salares de Uyuni (Bolivia), Olaroz (Argentina) y Atacama (Chile).
La cifra relacionada con el país está por encima los entre 6 millones y 7 millones de toneladas (t) calculadas en 2015 por la Universidad Autónoma Tomás Frías y muy por debajo de la que maneja el Gobierno, de al menos 100 millones de t, un volumen que permitiría abastecer el mercado mundial durante los próximos 5.000 años.
La revista internacional The Economist informó que el año pasado el mayor productor global de litio fue Australia, con 74.250 t; le siguen Chile (76.000 t) y Argentina (30.050 t). Bolivia aún está en la fase piloto de fabricación del material.
El proyecto boliviano de industrialización del evaporítico tiene un retraso de al menos cuatro años, pero avanza paso a paso confiando en que la demanda por la materia prima —que tiene su propia dinámica—seguirá siendo impulsada por el desarrollo tecnológico.
El 21 de octubre de 2010, poco más de tres años después de hacer pública su intención de explotar los recursos evaporíticos del salar de Uyuni, la administración del presidente Evo Morales anunció que Bolivia iniciaría esta labor por su cuenta y que comenzaría a fabricar baterías de litio en 2014, cuando el país esté produciendo unas 30.000 t de carbonato de ese elemento no metálico (Li2CO3), esencial para la elaboración de cátodos de baterías.
Ha pasado más de dos años del plazo que el Ejecutivo se puso para producir el insumo en cantidades industriales, pero la oferta de las plantas piloto de carbonato de litio y baterías aún es mínima, mientras se espera el inicio de operaciones de la Planta Piloto de Materiales Catódicos, que se prevé estará lista este año, y de la Planta Industrial de Carbonato de Litio, que a fines de 2018 tendrá una oferta de 1.500 t del insumo con grado batería.
Proceso. El 9 de abril de este año, el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Luis Alberto Echazú, proyectó que la explotación del litio le generará al Estado ingresos por al menos $us 1.500 millones al año a partir de la puesta en marcha de las plantas de tratamiento, “en cuatro o cinco años”.
El especialista en temas de esta materia prima Juan Carlos Zuleta consideró que el proceso boliviano de industrialización del litio “es igual a descubrir agua tibia”, que “no hay recursos humanos en el país para desarrollar esa industria”, que tiene “una excesiva demora” y que “Bolivia no está sacando ventaja del boom del litio”.