Ministro de Energía viajó a Perú para firmar acuerdos para iniciar los estudios de la interconexión. Autoridad estableció un calendario tentativo para que los tendidos estén en funcionamiento.
Dejar avanzado un plan de interconexión eléctrica con Argentina y Perú es uno de los objetivos del ministro de Energía, Andrés Rebolledo, antes de terminar el actual mandato. En esa línea, el secretario de estado viajará hoy a Perú, para reunirse con sus pares de ese país, instancia en la que se firmarán los términos de referencia a los que ya llegaron a acuerdo ambos paises sobre este tema.
El documento acuerda la forma en que se construirán dos líneas de interconexión entre ambos países, que son parte de una cartera más amplia y que incluye otras cuatro líneas para conectar a Chile con Argentina. Del total, cuatro de ellas estarán en operación durante la próxima década. Esta firma además gatillará el inicio de los estudios de detalle, los que serán financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para lo cual ya existe un acuerdo.
En el caso peruano, los proyectos que manejan ambos gobiernos consideran en primer caso un tendido que conectará las subestaciones Parinacota, en Arica con la subestación Los Héroes en Tacna, Perú. Esta línea tendrá una capacidad de 200 MW y se espera que entre en operación en 2023. La otra línea uniría la subestación Kimal, 9 kilometros al oriente de las subestaciones Encuentro y Crucero, en las cercanías de Calama, hasta la subestación Montalvo en Perú, con una capacidad de 1.000 MW. De acuerdo con las previsiones de ambos países, debería entrar en funcionamiento en 2028.
En el caso del intercambio de energía eléctrica con Argentina, se exploran cuatro alternativas de línea. La primera de ellas utilizará la actual línea de AES Gener, que conecta las subestaciones Andes en Chile, y Cobos en Argentina. En este caso, la línea que actualmente opera con 200 MW de capacidad se ampliaría hasta los 600 MW.
Además se consideran tres nuevas líneas. Una de ellas conectará a las subestaciones Pan de Azucar, en la región de Coquimbo, con la argentina Nueva San Juan, con una capacidad de 1.000 MW, y que cruzaría a través del túnel internacional Aguas Negras. Estaría operativa en 2027.
Otra alternativa considera unir a la subestación Punta Colorada, ubicada al norte de la región de Coquimbo, con otra subestación del lado argentino, la que aún no está definida, a través de un tendido de 1.000 MW de capacidad, y que de acuerdo con las proyecciones, debería estar finalizada en el año 2025. La alternativa más lejana de interconexión, que entraría en operación el año 2040, considera una línea entre Los Almendros, ubicada en el sector oriente de la capital, con otra instalación eléctrica en territorio argentino. La línea tendría una capacidad de 1.000 MW.
Según Rebolledo,la firma del acuerdo el día de hoy “es el primer paso concreto para que el proyecto de interconexión eléctrica en que hemos trabajado se haga realidad. Creemos que los resultados de este estudio binacional serán positivos, ya que tenemos el antecedente de lo que se hizo en 2011 en este tema (…) La interconexión nos da la gran oportunidad de alcanzar un suministro energético seguro y estable, que robustece el sistema y posibilita una mejor capacidad de respuesta ante emergencias”, subrayó.