La cotización del oro, en su cruce con el dólar, ha seguido con minuciosa precisión el guión que les relataba hace una semana desde estas páginas. Era difícil que se superase la barrera de los 1.295/1.300 dólares sin una reacción y era probable que, en caso de que esta se produjese rozase los 1.258 dólares por onza en primera instancia.
Dicho y hecho. Después de tantear la resistencia durante un par de sesiones el precio del oro reaccionó a la baja, hasta detenerse al milímetro en los 1.258, antes de rebotar e instalarse en la proyección del 38,2 por ciento de retroceso respecto al doble impulso alcista iniciado en la segunda semana de mayo, una de las dos principales referencias adaptadas de la proporcionalidad implícita en la sucesión numérica de Fibonacci (1170? - 1240?)
No obstante, a pesar de la rebaja, se mantiene el escenario alcista de corto plazo, porque la secuencia de mínimos y máximos ascendentes conserva su vigencia. Los próximos días serán determinantes de la calificación que podamos otorgarle al metal en el artículo de la próxima semana.
Si se pierden los 1.258 dólares por onza, a pesar de que se deba dar por concluido el impulso alcista entre los 1.215 y los 1.295 dólares, no por ello hay que descartar que se pueda desarrollar un proceso de continuidad alcista que amenace la superación de los máximos anuales. La frontera, el soporte que debe quedar a salvo para mantener vivo el equilibrio entre las posibilidades alcistas y bajistas en el corto plazo, se sitúa en la zona de los 1.245 dólares por onza.
Me inclino a pensar que el oro busque ese soporte de relevancia en el corto y en el medio plazo. Creo que una nueva pérdida de los 1.265 dólares no se frenaría en la dilatación de los 1.258 y continuaría el descenso hasta llegar a los 1.245, donde el metal amarillo se jugaría su permanencia en la liga alcista. No creo que el soporte se pueda perder en un primer intento y no me fiaría mucho de su validez si el corte bajista se produjese sin un descanso previo, pero si los 1.245 dólares no provocan una recuperación de la tendencia alcista de corto plazo, la balanza del reparto de probabilidades se inclinaría claramente hacia el lado bajista para los próximos meses.
Rebote ayer del oro, después de dos semanas de caídas con noticias macro incluidas y que coincide en soportes claves como son el Fibonacci 61,8% (1.246,6), el suelo del canal alcista menor, iniciado a mitad de diciembre pasado hasta el último máximo próximo a los 1.300 y muy cerca de la SMA de 200 en gráfico diario.
De momento lo trataremos como eso un rebote pues el volumen largo no está entrando en este momento con la fuerza requerida, ni está superando zonas claves como para pensar que es algo más. Por lo tanto, si este rebote no va a más y quieren volver los cortos estas zonas comentadas son las zonas claves que deberá perder y sobretodo hacerlo con volumen corto muy fuerte, puesto que desde que se inició este tramo corto el volumen a medida que caía iba disminuyendo claramente.
De ir a más esta corrección larga además de hacerlo con volumen largo fuerte deberá superar zonas claves como son, la SMA de 200 en gráfico horario (1.258,8), la SMA de 30 en gráfico diario (1.260,7) y posteriormente los Fibonacci 38,2% (1.263,5) y sobre todo el 61,8% (1.277) para poder pensar en vuelta a últimos máximos próximos a los 1.300.