Según el estudio Mine 2017 de PwC, las 40 mayores mineras del mundo se recuperaron del camino descendente, con balances reforzados y un retorno a la rentabilidad en 2016, dándoles el espacio necesario para detenerse y respirar.
En la 14ª edición del mayor estudio minero de PwC, que analiza el desempeño financiero y las tendencias mundiales, también se describen las nuevas oportunidades y peligros en el horizonte, además del impacto de la actividad intransigente o innovadora.
El informe reconoce un retorno a la rentabilidad en 2016, con una utilidad neta total del Top 40, de $20 mil millones; Después de una pérdida agregada de $28 mil millones en 2015.
El Capex cayó dramáticamente otro 41 por ciento, a un nuevo mínimo récord de apenas $50 mil millones.
Los pagos de deuda totalizaron $93 mil millones, por sobre los $73 mil millones del año anterior, con la mayor parte de la deuda emitida usada para refinanciar, en lugar de financiar adquisiciones o desarrollo de minas.
El rápido aumento de los precios de los commodities provocó un renovado optimismo en el mercado y mejoró las calificaciones de crédito entre las 40 principales empresas. Las valoraciones también subieron, especialmente para los mineros tradicionales, con la tendencia continuando a través del primer trimestre de 2017, incluso mientras los precios de las materias primas permanecieron estables. Pero, aparte de las valoraciones, hay poco que sugiera que el top 40 realizó avances sustanciales a lo largo del año.
Por cuarto año consecutivo, la industria redujo el gasto en exploración. En 2016 se invirtieron 7.200 millones de dólares, apenas un tercio de los 21.500 millones de dólares que se habían asignado en 2012, y los fondos se orientaron cautelosamente hacia activos menos arriesgados, en países políticamente estables.
Una de las mayores historias de fusiones y adquisiciones de 2016 se refiere a los activos que no se vendieron. Se retiraron del mercado numerosas operaciones importantes, que debían finalizarse a principios de 2017, posiblemente debido al repunte de los precios de las materias primas y a las mejores perspectivas de las empresas que las poseían. Más ampliamente, las ventas de activos en 2016 eran en gran medida estratégicas en lugar de ventas de fuego. Mineros, especialmente actores diversificados, vendieron participaciones minoritarias en negocios no mineros.
China sigue siendo la excepción al comportamiento de inversión dominante dentro del Top 40. Durante la crisis, las compañías chinas mostraron una enorme ventaja sobre otros mineros de países tradicionales y emergentes: el acceso al capital.
Con bolsillos más profundos, los actores chinos fueron capaces de financiar más adquisiciones que sus contrapartes, ya sea confiadamente comprando activos a precios alcistas o moviéndose rápidamente hacia activos disponibles en la parte baja del ciclo de precios.
También hemos observado un aumento en las adquisiciones de empresas chinas de capital privado y esperamos que China continúe participando activamente en la adquisición de activos mineros a nivel mundial como una forma de reducir su dependencia a largo plazo en las importaciones.
La limpieza de los balances requiere disciplina, lo que ha dado lugar a una reducción gradual de las pérdidas de valor, a evitar nuevas quiebras, a la ausencia de transacciones streaming significativas y a un paso general de las dificultades. El mercado lo aplaudió con razón, restableciendo una brecha positiva entre las capitalizaciones de mercado y los valores contables netos que estaba ausente en 2015.
Todo esto proporciona una plataforma para una acción decisiva en el futuro. Mientras muchos estarán dispuestos a navegar los sentimientos de la industria, otros verán las condiciones como maduras para movimientos de valor agregado, con la diferenciación del mercado como su objetivo inmediato.
La actividad también podrían venir en forma de compromiso con nuevos proyectos, operaciones de M&A o tecnología – o una combinación de éstos – mientras que otros podrían reajustar su estrategia en respuesta a fuerzas externas como el reciclaje y la sustitución, el activismo de los accionistas y la intervención gubernamental.
¿La revolución digital se convertirá en una parte duradera de la psique minera?
Las nuevas tecnologías que prometen un impulso para el sector, incluyen software para optimizar la utilización de activos, dispositivos para monitorear y controlar remotamente las actividades y robótica para automatizar tareas repetitivas.
Los beneficios de las herramientas de optimización de activos son significativos. Distintos análisis de PwC calculan que los costos de mantenimiento se pueden reducir en un 20 a 40 por ciento. La utilización de activos aumentó hasta un 20 por ciento, los gastos de capital se redujeron en un 5 a 10 por ciento a la vez que produjeron mejores resultados ambientales, de salud y seguridad. Varios del Top 40 minero, han anunciado o implementado innovaciones digitales que ya están mejorando el rendimiento.
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