Es para los yacimientos convencionales de la Patagonia. Lo hacen para "preservar las fuentes de trabajo". Ya se había firmado un acuerdo por Vaca Muerta.

El crítico panorama petrolero obligó a los gremios a firmar un nuevo acuerdo con las empresas que afectará sustancialmente los salarios y las condiciones laborales de más de 50 mil trabajadores del sector. Salarios que bajarán hasta un 50% y compromisos de productividad lideran la adenda.

Hace un año, el secretario general del gremio petrolero de Chubut, Jorge Avila, avisaba que su sindicato no permitiría modificaciones al convenio de trabajo vigente que implicara despidos, suspensiones y rebajas salariales. “No aceptaremos ningún procedimiento de crisis en la provincia del Chubut”, afirmó categórico Avila, en respuesta a un informe de la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE) en el que solicitaba avanzar con los despidos. Por lo bajo, ejecutivos de distintas empresas indicaban a Clarín que el “sobrante” alcanzaba las 20 mil personas.

A principios de 2017, el presidente Mauricio Macri firmó las modificaciones al convenio con los sindicatos que operan en el yacimiento no convencionales, Vaca Muerta, liderados por el senador Guillermo Pereyra. El documento se transformó en un leading case. La idea era bajar costos operativos para mejorar las condiciones de inversión en un terreno complejo como son el “shale” y “tight”. Finalmente Avila y su gente tomaron el mismo camino, aunque la industria de la Cuenca San Jorge opera sobre yacimientos convencionales.

En concreto, los operarios verán reducidos sus ingresos entre un 30% y 50% -es decir que mensualidades de 100 mil pesos podrían pasar a 50 mil-. Entre Santa Cruz, Chubut, Neuquén y Río Negro se estima que hay más de 50 mil trabajadores, de los cuales el 75% trabaja vinculado directamente con las tareas en pozos, que son las mejor remuneradas y las que sufrieron los mayores cambios. Como adicional, los gremios se comprometieron a mantener estrictos niveles de productividad, evitar las faltas de personal y suspender los bloqueos a yacimientos.

Los chubutenses y los neuquinos aceptaron trabajar en horarios nocturnos, rotatorios y más cortos. También adhieren a las tareas múltiples. Se evitarán las ausencias por problemas de “salud” o “personales”. Fueron ratificadas las labores en condiciones climáticas adversas (vientos de 60 kilómetros) y el fin de las horas taxis (traslados). Finalmente, los reclamos que impliquen la suspensión de las actividades en la industria pasarán al olvido.

El sueldo “básico” de un operario petrolero en pozo rondaba hasta hoy los 40 mil pesos; a este número se le sumaban las “horas taxi” (entre 15 y 20 mil extras), “horas viento”, “horas dobles de fines semana”, “horas extras” por suplencias, más viáticos y beneficios familiares. Con esto, el salario oscilaba entre los 100 y 120 mil mensuales, según la antigüedad.

Con el nuevo acuerdo el número podría caer a los 50 mil. Mientras que los compromisos de productividad obligarán a los operarios a realizar más de una labor, en horarios rotativos y bajo condiciones climáticas especiales.

“No podemos decir si lograremos recuperar estos beneficios”, le asegura a este diario un miembro del gremio petrolero neuquino. “Algunos pueden considerarlo una derrota, pero se priorizó la fuente laboral", agregó.

Los sindicatos de la Cuenca San Jorge y Neuquén aceptaron reconocer “oficialmente” alrededor de 3.000 desvinculaciones de la industria (1.800 en Chubut y 1.000 en Neuquén, por caso). Los despedidos recibirán una mensualidad de 22 mil pesos por seis meses incluso si en este lapso consiguen trabajo. Sin embargo, se estima que el número real de afectados -personal suspendido o despedido entre fines de 2015 y 2016- superan con ambas provincias las 5.000 personas.

YPF, Pan American Energy, Tepetrol, entre otras empresas que operan en las cuencas patagónicas, firmaron el convenio. Las empresas, a su vez, prometieron subir equipos durante el año y evitar despidos. Según Avila, YPF subirá en Chubut 4 equipos perforadores, 8 de pulling y 10 workover. PAE mantendrá 12 equipos en marcha. Tecpetrol comenzó a perforar a fines de mayo. En Neuquén se aguarda una fuerte reactivación a partir de 2018.

El gobierno del presidente Macri y en especial YPF, consideran este documento como una carta de presentación para los futuros inversores en los yacimientos nacionales. Las empresas exigen estabilidad sindical y económica en los yacimientos de la Patagonia antes de mover el dinero.