Washington está considerando posibles sanciones contra el sector petrolero de Venezuela, según altos cargos estadounidenses.

La idea de atacar el núcleo de la economía venezolana, que depende del petróleo en alrededor del 95 por ciento de sus ingresos procedentes de la exportación, ha sido barajada en altos niveles de la Administración estadounidense como parte de una amplia revisión de las opciones de Washington contra el país latinoamericano, ha informado este domingo Reuters.

Según han comentado altos cargos estadounidenses bajo condición del anonimato a la mencionada agencia británica, Washington podría golpear a Petróleos de Venezuela (PDVSA) como parte de un paquete de sanciones "sectoriales" que apuntaría por primera vez contra toda la industria energética del país, el cual forma parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) , aunque la iniciativa todavía es debatida y su materialización no es inminente, han enfatizado las citadas fuentes.

"Se está considerando", ha dicho uno de los funcionarios a Reuters, diciendo que los asesores del presidente estadounidense, Donald Trump, son los encargados de hacer una recomendación respecto a las sanciones en contra del sector petrolero, si es necesario.

"No creo que estemos en el punto de tomar una decisión al respecto. Pero, todas las opciones están sobre la mesa. Queremos ver a los malos actores rindiendo cuentas", ha afirmado.

as sanciones contra este sector de Venezuela, de llegar a concretarse, serían un paso sin precedentes en la escalada de tensiones entre el Gobierno de Caracas y el de Washington. 

En distintas ocasiones, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha acusado a Washington de librar una guerra sin cuartel para desestabilizar el país con la ayuda de la derecha venezolana a fin de allanar el camino a una intervención extranjera.

En febrero, denunció que tanto él como el pueblo venezolano fueron blanco en 2016 de una “arremetida imperial” lanzada por el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, quien declaró a Venezuela un peligro para la seguridad del país norteamericano.

Numerosas protestas, violentas en muchos casos, comenzaron en el mes de abril y se han intensificado desde principios de mayo, cuando Maduro convocó una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), aduciendo que traerá la paz a Venezuela.