A pesar de que el petróleo vuelve a caer este lunes, después de que la OPEP decidiera extender el recorte de la producción hasta marzo de 2018 pero no la cantidad, Neil Dwane, estratega jefe de Allianz Global Investors, se muestra positivo respecto a su evolución futura.
"A pesar del reciente episodio con el consecuente desplome en los precios, creemos que el mercado del petróleo debería moverse más alto debido a la sólida demanda global, las renovadas restricciones en la oferta y la baja inversión, aún significativa. Esto supone un argumento claro para invertir en el sector de la energía, tanto por los ingresos como por el retorno del capital", señala.
Desde esta gestora identifican, así, cinco razones por las que el precio del petróleo, que se mueve en torno a los 51 dólares en el caso del Brent, podría moverse al alza a medio plazo. "Ahora que los miembros y no miembros de la OPEP han renovado su compromiso de limitar la producción es un buen momento para revisar las perspectivas del petróleo. Son cinco las razones por las que pensamos que el precio del petróleo subirá, y por las que los inversores deberían considerar posicionarse para aprovechar la oportunidad", apuntan desde esta gestora.
Aunque la Agencia Internacional de la Energía (AIE) redujo sus previsiones de crecimiento de la demanda en 2017, de 1,4 millones de barriles diarios a 1,3 millones, la demanda se ha mantenido estable. A finales de 2016, el mundo consumió algo más de 97 millones de barriles diarios, haciendo que la modesta revisión a la baja de la AIE sea relativamente inconsecuente. A su vez, los inventarios de petróleo han ido disminuyendo y el crecimiento económico global es sólido. Estos factores deberían sostener la demanda de petróleo.
Aunque analizar la efectividad real del acuerdo de la OPEP sigue siendo difícil, no hay duda de que ha mejorado el equilibrio entre la oferta y la demanda. Además, muchos de los países de la OPEP son petro-estados, que obtienen la mayor parte de su financiación a través de la tributación de los ingresos de petróleo y gas. Cuando el precio del petróleo se ve amenazado sus instituciones se vuelven vulnerables. Que los precios del petróleo hayan estado bajos por algún tiempo, ha hecho que estos países experimenten graves problemas. El frágil estado de muchos petro-estados es una de las razones por las que la OPEP tiene como objetivo aumentar los precios reduciendo la producción.
El descubrimiento de nuevos yacimientos cada vez es más difícil. El resultado es que la economía depende de campos envejecidos para producir el suministro de petróleo que necesita. Existen pocas compañías energéticas que hayan invertido más en encontrar nuevos campos de petróleo, mientras que muchas empresas decretaron también importantes recortes de gastos de capital en 2015-2016.
En los últimos años las nuevas tecnologías y técnicas contribuyeron a un boom del shale gas, impulsando la oferta y reduciendo los precios del petróleo. De modo que cuando la OPEP restringió la producción de petróleo a finales del año pasado, los productores de esquito de EEUU aprovecharon para elevar su producción y exportaciones, alternando aún más el equilibrio entre la oferta y la demanda. Pero es importante señalar que EE.UU aún es un importador neto de petróleo y otros productos petrolíferos.
La producción nacional de China también se encuentra en declive y se esperan caídas adicionales. Al mismo tiempo la demanda de energía en China está creciendo junto al tamaño de su población. Eso indica que China sigue dependiendo de los mercados mundiales para elevar su oferta. Además, en India e Indonesia, junto a otras naciones asiáticas, también está disminuyendo la producción mientras se espera que el crecimiento económico siga igual, lo cual debería impulsar la demanda en los mercados mundiales.