Pese a las dificultades que han enfrentado las compañías, con 50 mil puestos de trabajo menos desde 2010, el alza del precio del metal estaría abriendo las posibilidades para la recuperación de la mano de obra.
Si bien ayer el cobre experimentó una leve baja en su precio -de 0,16%-, la estabilidad en su valor -en torno a US$2,5/libra- ha sido recibido como una buena señal por parte del sector minero, dando esperanzas a una industria donde el descenso en el precio del mineral durante los años previos impactó fuertemente en el mercado laboral.
De hecho, de acuerdo a los resultados informados por las principales compañías mineras ante la SVS, las firmas redujeron en 2.055 sus puestos laborales durante 2016, totalizando 39.170 empleados entre las 14 mineras privadas consignadas más las reparticiones de Codelco, lo que se tradujo en un 5% menos que los 41.225 de 2015.
Si bien la caída es considerable, el dato es aún mayor si se amplía a todo el sector minero, incluyendo proveedores. Según el INE, entre febrero de 2016 y febrero de 2017, la caída es de 12.000 puestos de trabajo, alcanzando los 195.000 trabajadores; mientras que cifras del Consejo Minero constatan que entre 2010 y 2016, la industria ha perdido 50.000 empleos.
Aún más, según Sonami si se considera el peak de ocupación en esta rama productiva -alcanzada en 2012 con 261.000 trabajadores-, se observa que los puestos laborales se han reducido en 66.000 trabajadores en cuatro años.
Más allá de ello, el panorama es alentador. Es que en la industria subrayan que lo peor ya pasó y que la situación en el sector debiera mejorar de la mano de un mejor precio del cobre.
“Hoy tenemos cifras más estables, hay un poco más de tranquilidad de la que tuvimos anteriormente, y eso se debe fundamentalmente a una mayor estabilidad en el precio del cobre, que lleva a la conclusión de que los ajustes que se hicieron fueron los más relevantes y por lo tanto, no debiéramos ver escenarios con disminuciones importantes en números de trabajadores”, señala el presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino.
“Creo que uno puede decir con cierta responsabilidad que los grandes ajustes en términos de puestos de trabajo ya se hicieron y hay que seguir trabajando ahora en productividad, en mejoras de competencias, pero no debiéramos ver disminuciones relevantes en puestos laborales”, reafirma.
Respecto a las bajas laborales, el dirigente explica que las razones dicen relación con medidas para mejorar la productividad y la automatización. “Todas las cifras demostraron que hubo una pérdida de productividad laboral relevante, y por lo tanto era necesario hacer ajustes de plantilla laboral, y eso fue lo que se hizo en el último tiempo”.
El académico de Ingeniería en Minas UC Gustavo Lagos coincide y asegura que “se produjo una baja porque se echó a mucha gente que se había contratado durante el súper ciclo que en realidad no era necesaria para producir”. Sin embargo, concuerda en las mejores perspectivas para los próximos meses, empujadas por el mayor precio que ha logrado el metal y que ha ido acompañado de una estabilización del valor de éste.
En el marco de Exponor, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, fue claro al anticipar un alza en inversión minera, tras fin de ciclo a la baja en precio del cobre.
En el sector, sin embargo, ven eso con cautela. “Hoy no hay ninguna decisión de inversión nueva en proyectos mineros. Lo que hay ahora es mayor tranquilidad en el sector, debido a que tenemos un precio estabilizado y eso lleva a pensar que en el mediano plazo debiéramos seguir adelante con los proyectos que se han venido desarrollando, pero no hay noticias de grandes proyectos que se vayan a implementar”, dice Villarino.
Lagos, en tanto, subraya que “si se mantiene este mejor escenario, va a comenzar a haber más inversión, pero todavía marginal en construcción, porque hay que hacer mucha ingeniería antes de construir”, y pocas compañías están listas para emprender esos gastos”.