Otros nuevos proyectos en Chile, principal exportador de cobre del mundo, han tenido problemas similares en los últimos años y las empresas necesitan resolver complicados problemas técnicos en lugares remotos.
La planeada expansión de la mina chilena de cobre Sierra Gorda, suspendida en forma provisoria en marzo, ha sido descartada definitivamente, afirmó el presidente ejecutivo de su controladora.
La estatal polaca KGHM adquirió el proyecto en el 2011 en la que fue su mayor compra en el extranjero, e inició los envíos en el 2014 después de un alza en los costos de desarrollo.
Originalmente el proyecto -propiedad conjunta con las japonesas Sumitomo Metal Mining y Sumitomo Corp- fijó su meta en 220,000 toneladas anuales de cobre con la finalización de la segunda fase en el 2018 o el 2019.
Pero el proyecto ha sufrido inconvenientes por el manejo de minerales más complejos a lo esperado y altos costos de producción, en medio de la caída de los precios del metal.
Otros nuevos proyectos en Chile, principal exportador de cobre del mundo, han tenido problemas similares en los últimos años y las empresas necesitan resolver complicados problemas técnicos en lugares remotos.
Tanto Sumitomo Metal como KGHM reportaron pérdidas y amortizaciones registradas en el proyecto a principios de este año, y en marzo la compañía polaca dijo que la segunda fase estaba en suspenso.
“En las condiciones macroeconómicas actuales, la segunda fase ha perdido sentido”, dijo el lunes a periodistas el presidente ejecutivo de KGHM, Radoslaw Domagalski-Labedzki. Al preguntársele si la expansión podría ser revisada y bajo qué condiciones, respondió que “no existe tal posibilidad”.
El ejecutivo dijo a Reuters el mes pasado que KGHM aún estaba comprometido con Chile y enfocada en optimizar la primera fase de Sierra Gorda, que produjo 98,000 toneladas de cobre el año pasado, según cifras oficiales.