Royal Dutch Shell más que duplicó sus ganancias en el primer trimestre del año y se convirtió en el último productor grande de petróleo y gas en demostrar los beneficios del alza de los precios del crudo.
Las cinco petroleras más grandes Shell, ExxonMobil, Chevron, Total y BP superaron las expectativas con sus resultados trimestrales anunciados la semana pasada, lo que marca la señal más clara hasta ahora de la gradual recuperación de la industria, que viene soportando dos años de caída.
Las ganancias de Shell ajustadas por costo actual de suministros una medición que siguen los analistas subieron a u$s 3800 millones en los tres meses que finalizaron en marzo, comparado con los u$s 1600 millones del mismo período de 2016 y cifra muy superior al pronóstico promedio de los analistas de u$s 3050 millones.
Al igual que los resultados de sus rivales, los de Shell reflejan la recuperación parcial de los precios del crudo desde los pisos de 12 años registrados en el primer trimestre del año pasado y los recortes de costos logrados desde que el mercado empezó su declive en 2014.
Shell enfrentó el desafío adicional de pagar 35.000 millones de libras por la adquisición de BG Group, completada el año pasado durante las profundidades de la crisis. Sin embargo, los números sugieren que el balance del grupo ampliado fue recuperando la salud.
El flujo de caja fue suficiente para cubrir dividendos e inversión de capital por tercer trimestre consecutivo, lo que ayuda a pagar a los accionistas dividendos de u$s 0,47 por acción.
El ratio deuda/capital de Shell, mientras tanto, cayó a 27,2% al 31 de marzo, comparado con el 28% de fines del año pasado, después de varias ventas grandes de activos que permitieron que el grupo avance dos terceras partes del camino hacia su objetivo de recaudar u$s 30.000 millones a partir de desinversiones a fines del año próximo.
Además de reducir la deuda, Shell dijo que este año la venta de activos como yacimientos maduros del Mar del Norte británico y arenas bituminosas de altos costos en Canadá serán también de ayuda para elevar el flujo de caja y la rentabilidad.
"Seguimos dándole forma a la cartera de Shell y transformando la compañía con desinversiones por más de u$s 20.000 millones ya realizadas o anunciadas, que fortalecerán el balance a media que se concreten", dijo Ben Van Beurden, CEO de Shell.
Agregó que el grupo tuvo un inicio de 2017 "sólido" con mejores condiciones de mercado y buen desempeño operativo en exploración y producción, y en químicos.
La petrolera recibió al menos ocho propuestas de interesados en hacerse con la red de 600 puntos de expendio de combustible y una refinería.
La Anglo-holandesa Shell planea enfocarse este mes en tres de las propuestas recibidas por sus activos de “downstream” en el negocio petrolero local, que incluyen una red de estaciones de servicio y una refinería.
Hasta el momento, Shell recibió ofertas que estarían entre los u$s1.000 millones y u$s2.000 millones.Los oferentes que entren en la “lista corta” accederán a una segunda fase del proceso de venta en un lapso de entre dos y tres semanas, según Bloomberg.
Los negocios de Shell a la venta en Argentina incluyen la Refinería Buenos Aires, la red de estaciones de servicio (alrededor de 600), Trading & Supply, Químicos y los negocios de Global Commercial, incluyendo GLP, Aviación, Marítimo y Lubricantes.
La petrolera está trabajando con Credit Suisse Group en la venta en Argentina. Los activos de exploración y producción de petróleo y gas no están incluidos en la oferta, ya que las inversiones no convencionales siguen siendo una prioridad para la compañía.
Compradores potenciales
El grupo chileno Luksic ha sido uno de los oferentes más atractivos, según personas con conocimiento de las negociaciones. Shell vendió su negocio de combustibles en Chilena Quinenco, la compañía controlada por la familia Luksic, en abril de 2011. La Empresa Nacional de Energía Enex, de Quinenco, continúa utilizando la marca Shell en sus estaciones del país.
Shell, que está a dos tercios de su plan de desinversión global, está pidiendo a los candidatos que mantenganla marca en las estaciones en una señal de que no quiere salir de Argentina, donde planea reforzar la exploración de esquisto de petróleo y gas.
Trafigura y Vitol, entre las mayores firmas comerciales de petróleo del mundo, también han presentado ofertas, dijeron las personas con conocimiento de las conversaciones.
Raizen Combustiveis, una empresa conjunta operada de forma independiente entre Shell y la brasileña Cosan, también fue una de las empresas que realizaron una oferta por los activos argentinos. Raizen, que se formó en 2011, controla más de 6.000 estaciones de la marca Shell y distribuye alrededor de 25.000 millones de litros de combustible en Brasil, lo que representa alrededor de una cuarta parte del mercado, según el sitio web de la compañía.
PetroChina, el mayor explorador de petróleo y gas de China, Pluspetrol de Argentina y Southern Cross Group, una firma de capital privado con sede en Latinoamérica, están entre los demás postores.
YPF fue otra de las compañías interesadas, pero al ya poseer más del 60% del market share en el sector retail, la adquisición podría ocasionarle conflictos regulatorios.