Los futuros de petróleo han pasado en cuestión de minutos de subir cerca de un 1% a caer alrededor de un 0,5%. Un descenso menor del previsto en las reservas de crudo en EEUU está llevando al petróleo West Texas a luchar por mantener los 47 dólares el barril. Por otro lado, el barril de Brent, de referencia en Europa, retrocede hasta los 50 dólares la unidad.
Las reservas de crudo en han caído en 930.000 barriles, según datos de la Agencia de la Energía de EEUU. Este descenso es muy inferior a los 2,9 millones de barriles que los analistas habían previsto.
Los elevados niveles de acumulación de crudo continúan siendo un gran problema para la OPEP, cuya política de recortes de la producción tenía la intención de 'limpiar' este exceso de oro negro almacenado. No obstante, esta política no ha logrado su objetivo por el momento.
Tamas Varga, analistas de PVM Oil Associates, explica a Reuters que "aunque algunas estadísticas están ayudando al mercado, el sentimiento subyacentes y dominantes sigue siendo bajista".
Por otro lado, Ole Hansen, director de estrategia de materias primas de Saxo Bank, señala que "el crecimiento de la producción en EEUU están siendo algo menor en las últimas semanas, lo que podría insuflar algo de energía a los que todavía creen en un mercado de crudo alcista, aunque es cierto que estos inversores están perdiendo la paciencia".
Los futuros de petróleo iniciaban la sesión con alzas cercanas al 1% después de que Rusia haya confirmado que los recortes de su producción han alcanzado los 300.000 barriles. Este fue el compromiso de Moscú con la OPEP en noviembre de 2016, sin embargo no ha sido hasta abril cuando los productores rusos han hecho buena su promesa.
Rusia comenzó a enviar por primera vez en este siglo grandes cantidades de petróleo a Cuba, dijeron fuentes a Reuters, en medio de una disminución de los suministros a la isla por parte de Venezuela.
Un petrolero ruso con 249 mil barriles de crudo y productos refinados llegará a Cuba el 10 de mayo, aseguraron a Reuters fuentes navieras y otras, rememorando tiempos cuando la Unión Soviética cubrió las necesidades energéticas de la isla.
Aparentemente más tanques de crudo seguirán llegando.
La estatal rusa Rosneft anunció el miércoles la firma de un acuerdo con la también estatal Cubametales para suministrar 250 mil toneladas de petróleo y diésel. No ofreció más detalles.
La noticia seguramente alertará a Washington debido a que se mantienen las tensas relaciones con Moscú, pese a la promesa de campaña del presidente Donald Trump de mejorarlas.
La firma rusa se ha convertido en una preocupación para Estados Unidos. La petrolera estatal venezolana PDVSA utilizó el año pasado 49.9 por ciento de sus acciones en su filial estadunidense, Citgo, como garantía para préstamos de Rosneft.
Según Jorge Piñón, un experto de la industria petrolera de la Universidad de Texas, en Austin, el acuerdo de Cuba equivale a alrededor de un millón 865 mil barriles de crudo valorados en 105 millones de dólares. En comparación, Rusia informó el envío de productos a Cuba entre 2010 a 2015 por 11,3 millones de dólares.
Cuba consume 22 mil barriles diarios de diésel y 140 mil barriles diarios de productos refinados del petróleo.
La isla enfrentó largos apagones y escasez de combustible después del colapso de la Unión Soviética, una crisis que el fallecido presidente izquierdista venezolano Hugo Chávez resolvió rápidamente años después.
Desde entonces Cuba se ha apoyado en Venezuela, un miembro de la OPEC, para cubrir aproximadamente el 70 por ciento de sus necesidades de combustible, incluyendo el petróleo para refinar y las rexportaciones. Pero los envíos subvencionados desde Caracas han caído un 40 por ciento desde el 2014.
El racionamiento de electricidad y combustible a empresas estatales cubanas comenzó el pasado año y más recientemente ha habido escasez de gasolina.