Se trata de Casa del Mar, el cual estaría destinado a investigaciones ambientales relativas al ecosistema de Bahías de Coquimbo.
Un total de 106 páginas tiene la reclamación que presentó el martes Andes Iron al Comité de Ministros con miras a revertir el fallo de la Comisión de Evaluación de la Región de Coquimbo que rechazó el proyecto minero Dominga. Si bien gran parte del documento está orientado a explicar los antecedentes que respaldan la iniciativa y a la falta de motivación detrás de la negativa de los miembros de la comisión que votaron en contra del proyecto, existe un capítulo puntual donde Andes Iron profundiza en un centro de estudios que prevén levantar al alero de Dominga. Se trata de Casa del Mar, relacionado con la generación de conocimiento especializado y el desarrollo de turismo científico.
Según plantea la reclamación, el objetivo es que Casa del Mar cuente con una institucionalidad propia de un centro de estudios, especializado e independiente -autónomo del titular-, con experticia técnica particular en materias de medioambiente marino.
Este centro -se lee en el documento- será implementado en un plazo de seis meses contados desde la resolución que apruebe Dominga. Además, se constituirá como persona jurídica sin fines de lucro.
Asimismo, Andes Iron espera que cuente con un gobierno corporativo que contemple entre sus miembros, por ejemplo, a representante de la sociedad civil de reconocido prestigio; un investigador; miembros de algún centro de estudios con experiencia comprobada en investigación de frontera del medio ambiente marino y la biodiversidad; una ex autoridad de gobierno; un representante de la compañía, entre otros.
“Se propone que esas personas sean nombradas por la autoridad ambiental u otro organismo a partir de una terna entregada por el titular. No podrán ser removidas sino por causales de gravedad”, subraya el texto. Y añade que “el presupuesto será asumido y el pago comprometido por la compañía como parte de sus compromisos ambientales”. Lo anterior, a pesar de que otros proyectos que se hagan en la zona u otras entidades también podrán aportar financiamiento.
La Casa del Mar tendrá inicialmente comprometidas tres líneas de investigación: zona de tránsito y alimentación de los cetáceos en el área de influencia y en las áreas de exclusión del Proyecto; eventuales cambios conductuales de los grandes cetáceos debido al sonido de las embarcaciones del Proyecto; y censo a la población de Pingüino de Humboldt.
DIARIO FINANCIERO
A dos días de que venciera el plazo legal, el martes fue presentado el recurso de reclamación por parte de Andes Iron, firma ligada a las familias Délano Méndez y Garcés Silva y a gestores del proyecto, ante el Comité de Ministros, tras el polémico rechazo de su proyecto de hierro y cobre Minera Dominga, ubicado en la comuna de Las Higueras, Región de Coquimbo.
En un documento de más de 100 páginas, la empresa se defiende asegurando que la decisión adoptada por la Comisión de Evaluación Ambiental está viciada y alejada de la regulación vigente en materia medioambiental, ya que según argumentan, durante el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se habría cumplido con todas las exigencias reclamadas por la autoridad.
Según el escrito presentado por Andes Iron, se hace alusión a que el dictamen de la comisión se basa sólo en “que el proyecto no se hace cargo de los efectos, características o circunstancias señaladas en el artículo 11 de la Ley N° 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente”, lo que resulta incongruente con el respaldo obtenido en su momento de parte del Servicio de Evaluación Ambiental, que a fines de febrero recomendó la aprobación del proyecto desde el punto de vista técnico, a través del Informe Consolidado de Evaluación (ICE).
La compañía apunta que ese documento, que viene a resumir los más de tres años de trámite que tuvo la iniciativa, busca justamente limitar el margen de discrecionalidad de la Comisión para evaluar el proyecto y evitar la incorporación de factores no ambientales en la decisión, ya que el criterio utilizado cuenta con mayor especificidad al conceder la totalidad de los permisos ambientales sectoriales.
En la reclamación se insiste en lo “sorpresivo” que resultó el cambio en la votación de parte de los seremis, quienes habían declarado su conformidad con las bases del proyecto sólo unos días antes “basando su rechazo en argumentos ilegítimos, o bien, en antecedentes que no tienen sustento en el expediente de evaluación ambiental”.
De los 12 integrantes de la instancia, seis votaron a favor y seis en contra. Sin embargo, la balanza se inclinó contra la iniciativa porque el intendente regional, Claudio Ibáñez, tiene voto para dirimir el empate. En este caso, optó por rechazar.
Otro de los argumentos de la empresa es la diferencia de criterios en la evaluación por parte de la comisión.
Esto en comparación a la experiencia que tuvo otro proyecto que se ubica en la misma zona: Puerto Cruz Grande, iniciativa impulsada por CAP y que cuenta con Resolución de Calificación Ambiental desde 2015.
Según explican en el reclamo, a ese proyecto se le había evaluado favorablemente en un principio, pese a que tampoco incorporaba los efectos sobre el transporte marítimo, uno de los aspectos más cuestionados de Dominga, aunque en la tercera ronda de consultas y respuestas que mantuvo con la autoridad, esto fue subsanado por Andes Iron.
Alegaron que la comisión tuvo un criterio que fue completamente opuesto a la hora de evaluar al proyecto Dominga frente a Puerto Cruz Grande, aunque -dicen- ellos incorporaron “un estándar incluso mayor”.
El proceso que le resta al proyecto Dominga de aquí en adelante será el estudio por parte del Comité de Ministros, el que deberá definir la pertinencia de la reclamación.
El órgano que es presidido por el ministro del Medioambiente, Marcelo Mena, cuenta con la facultad de solicitar nuevos antecedentes e información para emitir una resolución.
En cuantos a los plazos para una posible resolución, ésta se estima que será comunicada en el mejor de los casos durante el segundo semestre de este año, ya que dependerá de la programación del comité para resolver los diversos recursos que actualmente tiene en curso.
Primera evaluación: En 2011 surge el primer proyecto Dominga en el Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA), el que fue aprobado para realizar prospecciones y exploración geológica en la Región de Coquimbo. Esta Declaración de Impacto Ambiental fue aprobada en seis meses.
Proyecto toma forma: El 13 de septiembre de 2013 se presentó al SEIA la iniciativa minera que busca producir del orden de 12 millones de toneladas anuales de hierro -similar a lo que producen todas las faenas de CAP- y 150 mil toneladas de cobre.
Primeras consultas: En enero de 2014 se produjo la primera ronda de consultas de los servicios públicos que participaron de la evaluación de la iniciativa. En total serían cuatro rondas de preguntas y las respectivas respuestas de la empresa, algo que escapa a lo usual que se ve en el sistema para obtener las autorizaciones ambientales.
Se incorporan nuevos parámetros: Fue en la tercera ronda de respuestas, que la empresa entregó en octubre de 2016, que Andes Iron incorporó dentro de su evaluación aspectos relacionados con el transporte marítimo de minerales. ¿La razón? Una resolución del comité de ministros que establecía un criterio sobre estos temas.
Informe favorable: A fines de febrero de este año, el Servicio de Evaluación Ambiental emite el Informe Consolidado de la Evaluación de Impacto Ambiental, el que resulta favorable a la empresa. Sin embargo, en la votación del proyecto realizada el 9 de marzo, cinco servicios públicos y el intendente, que tenía el poder de dirimir empates, optaron por rechazar la iniciativa minera.