El yacimiento ubicado en la Región de Atacama informó de una fuerte baja en las pérdidas durante 2016, las que totalizaron poco menos de US$ 500 millones.
Un importante cambio en la estructura financiera es el que está impulsando la empresa minera Caserones, y es que según decidió el consejo de administración de la compañía el 24 de marzo pasado, se buscará pagar parte de la deuda que mantiene la firma a través del canje de acciones.
Así, a través de los títulos de la firma -propiedad del consorcio japonés Lumina Copper, integrado por Pan Pacific Copper (77,37%) y Mitsui (22,63%)-, se buscará pagar parte de los compromisos financieros que se mantienen desde los inicios del proyecto. Según su reporte financiero al 31 de diciembre, la sociedad mantiene deudas por cerca de US$ 4.314 millones con distintos agentes.
e este modo, la propuesta considera canjear US$ 1.417 millones que se adeudan a MLCC Finance Netherlands (MFN), empresa con sede en Holanda, donde a su vez participa la propia Mitsui. Según el reporte la deuda con esta empresa, al 31 de diciembre, era de US$ 3.031 millones.
El trato con MFN es específicamente por un préstamo alcanzado del 10 de octubre de 2012, el cual será valorizado en 1.942 millones de acciones de la sociedad. No obstante, esta operación todavía quedará pendiente del consentimiento de los prestamistas y de los accionistas de la minera.
De concretarse la transacción, según se puede leer en los estados financieros de la minera, MFN podría alcanzar el 68,68% de las acciones emitidas y en circulación de Caserones.
El camino por el que ha tenido que atravesar este yacimiento ubicado en la Región de Atacama, que es símbolo de la nueva minería, al tener leyes de mineral bajas y estar a gran altura, no ha sido fácil.
Esto, empezando porque además su entrada en operación coincidió con uno de los períodos más bajos respecto al precio del cobre de los últimos años, a lo que se han sumado otras dificultades que han mermado la producción de la firma, dado que inició su funcionamiento al comenzar el invierno de 2014. De hecho, desde su apertura, Caserones sólo ha presentado pérdidas.
Así también se suman otro tipo de complejidades, como los 4.600 metros de altura en los que se ubica el mineral y las dificultades climáticas que eso trae, además de violentos conflictos con trabajadores durante la construcción.
Estos y otros hechos han provocado cambios a nivel directivo. Primero fue la salida de quien levantó el proyecto, el actual presidente de Codelco, Nelson Pizarro, que a mediados de 2012 dejó Caserones para liderar la estatal. Luego, dado el mal desempeño que tuvo la puesta en marcha, en agosto del año pasado se anunció la llegada de ex Sierra Gorda, Maciej Sciazko, como nuevo presidente ejecutivo de la empresa, reemplazando a Ricardo López Vergara, con la misión de hacer repuntar a la compañía.
A esto se sumó el arribo del nipón Toshihiro Kawashima, ejecutivo cercano a Mitsui, accionista minoritario de la minera.
Con todos estos cambios, que incluso consideraron el recorte de un 10 % del personal, se empezaron a experimentar los primeros cambios de la tendencia en los resultados. Así, las pérdidas en 2016 bajaron notablemente respecto de 2015, pasando de los US$ 951 millones a US$ 442 millones, lo que representa una mejora de 53%.
Los ingresos de la firma subieron desde US$ 230 millones en 2015 a US$ 517 millones informó la minera en su reporte a la SVS, mientras los costos de venta pasaron de US$ 280 millones a US$ 620 millones.