“Hay varias cosas que tienen que pasar en estos días y que nos van a dar la certeza de si esa etapa entrará más cerca de marzo o de noviembre del próximo año”, plantea.
Pese a que muchos interpretaron que al momento de su llegada al Ministerio de Energía su antecesor en el cargo ya había hecho el trabajo más delicado para sacar al sector del complejo momento que atravesaba, lo cierto es que a Andrés Rebolledo parece haberle tocado la parte más difícil de todas esas reformas: ponerlas en práctica.
“Mirando hacia el año de gobierno que queda, tenemos que tratar de proyectar estos avances y éxitos de manera tal que el sector siga teniendo el mismo desempeño y que, por lo tanto, siga siendo una oportunidad en materia de crecimiento económico y en ese sentido hay cuatro cosas que necesariamente tenemos que abordar”, asegura el titular de Energía.
En primer lugar, apunta a que uno de los desafíos centrales en la gestión del ministerio es asegurarse de que los proyectos comprometidos en la exitosa licitación de suministro de 2016 finalmente se concreten y, al mismo tiempo, velar para que el estándar alcanzado en ese proceso se mantenga.
“Un hito importante es lo que suceda con la licitación de este año, porque más allá de que el volumen de energía disponible es menor que en 2016, e incluso que lo que estaba inicialmente pensado, en términos de precios quisiéramos que se generen señales de una consolidación de la tendencia a la baja de los últimos tres años”, plantea.
Añade que la responsabilidad como regulador es mantener un mercado en movimiento y competitivo, con una presencia creciente de nuevos actores, lo que se ha mantenido a lo largo de los seis meses que lleva como titular de Energía.
Rebolledo pone como segunda prioridad de su gestión en este período final la culminación de la línea Cardones-Polpaico, que lleva adelante la colombiana ISA, que en uno de sus tres tramos, (el más cercano a la Región Metropolitana) enfrenta complicaciones que le impedirán entrar en operación total a fines de este año, que es la fecha comprometida con el gobierno.
Esta inversión, que califica como un proyecto histórico para el país por sus más de 700 kilómetros y porque al viabilizar la interconexión de los dos principales sistemas eléctricos del país, probablemente ubicará a la red integrada como la más larga del mundo, junto al sistema australiano.
En este sentido asegura que están monitoreando de cerca el avance de este proyecto y confirma que en octubre, antes del plazo fatal de entrega, comenzarán a operar dos de los tres proyectos que conforman el tendido, mientras que esta semana tendrán claridad respecto del retraso con el que entrará la última fase.
“En el tercer tramo estamos haciendo un esfuerzo grande para llegar lo más cerca posible al plazo. Probablemente, habrá un retraso de algunos meses y justamente estamos trabajando con todos los actores para ver las señales precisas y esta semana se aclarará el nivel de retraso que tendrá el tercer y último tramo de la línea Cardones-Polpaico”, explica.
El margen con el que trabajan es amplio, ya que “hay varias cosas que tienen que pasar en estos días y que nos van a dar la certeza de si esa etapa entrará más cerca de marzo o de noviembre del próximo año”.
Las cosas que van a suceder, detalla, están relacionadas con los permisos sectoriales y las concesiones que el proyecto tiene pendientes.
Mercado de servicios complementarios
Los cambios que esta administración impulsó para sacar al sector eléctrico de la situación por la que atravesaba, con altos precios de la energía e inversiones paralizadas, lo que incluyó reformas legales, se constituyen en el tercer eje que postula Rebolledo.
“La Ley de Transmisión y la nueva realidad que enfrenta la industria eléctrica imponen la necesidad de acomodar, entre otras cosas, cuál será el tratamiento a futuro de esta necesaria flexibilidad para un sistema que hoy ya tiene aproximadamente un 14% de su capacidad instalada en base a energías renovables no convencionales, una participación que seguirá creciendo”, plantea.
A renglón seguido detalla que pese a que los estudios del Coordinador Eléctrico Nacional han determinado que el sistema podría soportar sin problemas hasta 30% de presencia de ERNC, eso no quiere decir que no vayan a avanzar en regular los servicios necesarios para respaldar la variabilidad de estas energías, sino que responderán a ese debate que hoy se está dando en la industria.
“Queremos crear un mercado de servicios complementarios y definirlo regulatoria y económicamente. Hay inversionistas que saben que este tipo de servicios van a tener que instalarse en Chile y quieren participar, pero esperan esta definición porque para evaluar su proyecto requieren saber qué prestaciones serán consideradas complementarias y cómo se las va a remunerar”, comenta.
Adelanta que en marzo establecieron una mesa público-privada para avanzar en esta caracterización y reglamentación y que hacia octubre esperan iniciar la consulta pública del reglamento de servicios complementarios, para hacia fin de año iniciar el trámite de toma de razón ante la Contraloría.
En materia de integración regional, el cuarto eje de trabajo, Rebolledo adelanta que seguirán trabajando con Perú para allanar la ruta política para viabilizar la construcción de una primera línea de transmisión, mientras que avanzan con Argentina para iniciar este año nuevos envíos de gas que se sumen a los de energía. Esto, mientras se aprestan para enviar una propuesta de swap o intercambios de electricidad y gas entre zonas deficitarias.