Sumando empleos directos e indirectos, cerró 2016 con 8,6% y en 2017 está en 8,5%:
Desde la industria esperan una reactivación de la inversión, lo que aumentaría las plazas indirectas, en especial en regiones como Atacama, en la que se “cayeron” varios proyectos.
La minería en el país no está pasando por su mejor momento. Pese al repunte mostrado por el precio del cobre en el último tiempo, las compañías todavía siguen cautas respecto a nuevos proyectos y mantienen su foco en la reducción de costos y productividad.
Escenario que se ve reflejado en el empleo directo como el que genera en otros sectores. Según cifras publicadas por el Consejo Minero, 2016 cerró con 200 mil personas empleadas de manera directa, mientras que los indirectos llegaron a 510 mil. Sumados, la participación respecto al total del país llegó a 8,6%, su nivel más bajo desde, al menos, 2010, año en que parte la serie realizada por el gremio.
Y la situación no se ve mejor para este año. Considerando el trimestre móvil terminado en enero, el Consejo Minero calcula que la participación del empleo minero en el total es de 8,5%, todavía más bajo que como terminó 2016, aunque esto podría mejorar por el repunte en el precio de los metales pronosticado para el actual ejercicio.
A su vez, desde la Sonami han calculado que el empleo directo del sector llegó a su nivel más bajo en siete años, considerando el trimestre móvil terminado en febrero, cuando se ubicó en 193 mil empleados. Mientras que respecto del peak de ocupación, que se alcanzó en septiembre del 2012, este sector tiene hoy 68 mil trabajadores menos, esto es, una caída en el empleo de 26%.
“La caída en el precio observada en los últimos años ha impactado con fuerza en las empresas mineras, particularmente disminuyendo los ingresos, reduciendo los márgenes, generando menor producción, paralizando y postergando la inversión, recortando el empleo y moderando las expectativas de los accionistas”, comenta el gerente de Estudios de Sonami, Álvaro Merino.
Enfatiza que son “precisamente la caída en el precio del cobre como la disminución en los niveles de inversión los aspectos fundamentales que explican el deterioro en el empleo minero en los últimos tiempos (…) la recuperación en el precio observada en el presente año es positiva para el país, no obstante, la contratación de trabajadores se manifestará con fuerza en el sector minero una vez que se reactive la inversión”.
Desde la industria apuntan que la falta de proyectos en construcción impacta a la empleabilidad indirecta. Merino comenta que de acuerdo a estadísticas del Banco Central, en el período 2008-2014 se invirtieron US$ 100 mil millones en el sector minero, de los cuales US$ 53 mil millones fueron destinados a construcción.
“Considerando el efecto multiplicador de la inversión minera, debemos dar un impulso robusto a esta importante variable, a través de la agilización de permisos y más importante aun despejando las incertidumbres”, opina.
El presidente de la Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama (Corproa), Daniel Llorente, cuenta que “la región ha acusado de manera directa el golpe de este freno en la industria minera, principalmente en la construcción de nuevos proyectos”.
Añade que “lo que nosotros esperamos es la reactivación de la construcción de proyectos. La minería tuvo un ajuste fuerte, pero que no impactó tanto en la cancelación de puestos de trabajo; lo que sí disminuyó gravemente fue la gente que participaba en la construcción de nuevas iniciativas”.
Panorama similar es el que enfrentan en la Cuarta Región. El gerente general del Consejo Regional Minero de Coquimbo (Corminco), Mauricio Gómez, comenta que “si no aumenta el número de proyectos, difícilmente podrá crecer de la contratación de mano de obra”.
Agrega que, por eso, fue tan “doloroso” para la región el rechazo al proyecto Dominga.