Según la consultora PWC existen “buenas oportunidades” además para relanzar grandes proyectos que fueron discontinuados.
La minería argentina enfrenta una serie de oportunidades y desafíos para realizar nuevas inversiones en exploración y relanzar grandes proyectos que fueron discontinuados, como Potasio Río Colorado en la provincia de Mendoza y Pascua Lama en San Juan, concluyó Leonardo Viglione, analista de la industria minera de la consultora PWC Argentina.
“Las primeras medidas implementadas por el actual gobierno nacional, incluyendo la liberación de controles de divisas y la eliminación de las retenciones en las exportaciones mineras, aumentaron la competitividad y el desarrollo del sector”, destacó Viglione a Télam.
En ese sentido, subrayó que “existen muy buenas oportunidades para relanzar grandes proyectos que fueron discontinuados, como Potasio Río Colorado y Pascua Lama”, y aseguró que “hay nuevas inversiones para explorar, incluyendo el desarrollo de proyectos de litio en las salinas del norte de Argentina”.
El proyecto Pascua Lama es el primero de una mina binacional del mundo, fue iniciado por la canadiense Barrick Gold con un proyecto de inversión de u$s 5.000 millones, pero fue detenida por un fallo de la justicia chilena que detectó daño en dos glaciares en su territorio.
Potasio Río Colorado fue un proyecto abandonado por la brasileña Vale, por problemas económicos inherentes a la compañía, que preveía una inversión de u$s 6.300 millones.
Por su parte, Viglione consideró que en la minería argentina “resta fortalecer la consistencia entre las provincias para mejorar el atractivo de la inversión y atenuar la incertidumbre de los inversionistas”.
“El Gobierno elaboró un ambicioso proyecto de ley para unificar las regulaciones mineras bajo un nuevo acuerdo federal minero que reordene las diferentes visiones de las provincias respecto de la industria. Este documento está siendo debatido con las provincias y en breve se espera su tratamiento parlamentario”, destacó el experto.
Señaló que “mientras que en todo el mundo las mineras tradicionales están preocupadas por el capital y las capacidades para innovar, los nuevos competidores tienen capital disponible y son tecnológicamente avanzados”, y añadió que “además, están ingresando al sector en un momento en que las barreras de entrada son muy bajas, fundamentalmente por la depresión de los valores de los activos”.