FRANCISCO OLIVERA
Macri lo planteará en su visita al país asiático en mayo; generarán, cada una, la misma energía que Embalse Río Tercero; también se definirá la puesta en marcha de las represas Kirchner y Cepernic
Mauricio Macri partirá el 12 del mes próximo hacia China con un objetivo inmediato: la construcción de las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, y otro aun más ambicioso y de mediano plazo: dos proyectos de centrales nucleares con capacidad para generar, cada una, energía equivalente a la de Embalse Río Tercero.
Ambos temas estarán en la conversación de la gira que el Presidente hará entre el 14 y el 18 de mayo por ese país y que incluye un segundo tramo en Japón, el 19 y el 20, para responder diplomáticamente a la última visita del primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Más allá de los negocios, el viaje pretende ser un mensaje político hacia un mundo complicado, donde proliferan los nacionalismos y la desconfianza hacia la apertura comercial, y también una clara señal hacia el empresariado argentino, siempre reacio a considerar a China como economía de mercado.
Si se suma la reunión con el líder norteamericano, Donald Trump, prevista para el 27 de este mes en Washington, Macri habrá pisado en apenas tres semanas las tres potencias más importantes del planeta.
Pero los apuros de Xi Jinping, jefe del Estado chino, son las dos centrales hidroléctricas de Santa Cruz, demoradas después de una demanda presentada por la Asociación de Abogados Ambientalistas de la Patagonia y la Fundación Banco de Bosques.
El 21 de diciembre del año pasado, un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación derivó la jurisdicción de esa causa al Juzgado Contencioso N° 11 de la Capital Federal y dispuso que se agregaran 16 estudios ambientales complementarios a los que ya habían sido presentados.
Esos informes, que la firma estatal Emprendimientos Binacionales Energéticos SA (Ebisa) terminó esta semana, deben ahora ser enviados al Congreso, que deberá aprobarlos con el aval de la Nación y la provincia de Santa Cruz, donde se hará la audiencia pública, prevista para el 7 del mes próximo
Si todo prospera como el Gobierno pretende, el avance del proyecto, que costará US$ 4000 millones y demoraría cinco años y medio, será una buena noticia para las empresas constructoras, incluida la kirchnerista Electroingeniería, que redujo en los últimos años de 3700 a 1700 su plantilla del personal y que adeuda salarios en algunos de sus emprendimientos, entre ellos Radio Del Plata.
"¡Paguen los sueldos de Atucha!", llegaron a escribir sus empleados con aerosol en las oficinas del grupo mencionado, que tuvo su apogeo en la década previa.
Para evitar más demoras, los tres bancos que financian la obra (un 50% el China Development Bank, un 30% el ICBC y un 20% el Bank of China) le agregaron al contrato una cláusula de default cruzado: la caída de la obra de Santa Cruz o un eventual retraso de US$ 25 millones en los pagos arrastrará consigo a otro proyecto importante a cargo de los chinos: el del ferrocarril Belgrano Cargas.
La iniciativa de Santa Cruz tiene además un sistema de certificación de US$ 2 millones diarios, cuyo incumplimiento en más de dos semanas equivale jurídicamente a un default de su deuda.
Por recomendación del Ministerio de Energía, ambas represas, que llegaron a ponerse en duda cuando asumió Macri, fueron reducidas en su capacidad y precio.
Se bajó, por ejemplo, la cotización de 4700 a 4000 millones de dólares y la cantidad de turbinas: la central Néstor Kirchner no utilizará siete máquinas modelo Francis, como estaba previsto, sino cinco, y la Jorge Cepernic pasó de cuatro a tres en la modalidad Kaplan.
Pero el Gobierno tiene en Asia un horizonte más extenso que el de estas dos centrales hidráulicas, e intentará avanzar en la construcción de otras dos usinas nucleares que prevé instalar en la provincia de Buenos Aires.
Algo en lo que, hace tiempo, había empezado a trabajar el ministro de Planificación Federal del gobierno kirchnerista, Julio De Vido.
Para esos proyectos, también de gestión china, se utilizarán modelos de diseño similares al canadiense Candu, un reactor que funciona con uranio natural, y al norteamericano Westinghouse, que opera con uranio enriquecido, lo que supondría la primera experiencia argentina con esa tecnología.
El jefe de Gabinete del Ministerio de Finanzas, Pablo Quirno, y el subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales, Martín Soto, estarán pasado mañana en China para impulsar el financiamiento del Ferrocarril Belgrano Cargas, el San Martín Cargas y el el Parque Fotovoltaico Cauchari, entre otras obras.