La principal exportación del país borró las ganancias de la jornada de ayer con la fuerte contracción que registró durante la jornada de este miércoles.
Al cierre de su sesión en la Bolsa de Metales de Londres, el cobre retrocedió hasta los US$2,57867 por libra según información de Cochilco, lo que representa una baja de 1,06%.
Este revés se dio en una jornada marcada por decepcionantes cifras de inflación reportadas hoy por China, el importador número uno del metal rojo.
Según informó la segunda economía del mundo, la inflación de los precios de producción se enfrió por primera vez en siete meses durante marzo al subir un 7,6% en doce meses; mientras que los precios al consumidor se elevaron un 0,9% con respecto a marzo de 2016, ubicándose por debajo de las expectativas.
Según comenta desde Capitaria el analista Ricardo Bustamante, estos números son los que están detrás de la marcada caída del commodity.
“Estos datos nuevamente vuelven a poner en duda una eventual recuperación de la gigante economía asiática, la cual ha mostrado signos de estabilidad pero aún no hay signos claros de un mejor rendimiento en los próximos meses”, explica.
Mañana se conocerá la balanza comercial del gigante asiático, donde los agentes de mercado estarán atentos al volumen de importaciones de cobre. Una cifra negativa, dice Bustamante, podría generar mayores retrocesos.
Según el Ministerio de Hacienda, en los últimos diez años la participación de los ingresos provenientes del cobre en los ingresos totales de la nación se redujo veinte veces. El peak fue en 2006 cuando representó un 34,29%.
“Hemos perdido mucha recaudación por el precio del cobre”, explicó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, a los parlamentarios integrantes de la Comisión Mixta de Presupuestos, que se reunieron esta semana en Valparaíso para conocer detalles del cierre fiscal 2016. El país registró ingresos equivalentes al 21% del PIB estimado para el año.
Y de ese total, sólo el 0,4% correspondió a ingresos generados por el cobre, lo que representa el peor resultado de la última década. Pero el aporte del cobre en relación al PIB viene cayendo desde 2006, destacó El Mercurio de Antofagasta. Ese año los ingresos del Gobierno Central representaron el 24,5% del PIB, y el 8,4% provino del cobre.
Pero el análisis no se detuvo ahí. De acuerdo a los datos entregados por Valdés a los parlamentarios, consistentemente con lo anterior, también bajó la participación de los ingresos mineros en los ingresos totales del Gobierno Central. En 2016 las ventas de este mineral apenas representaron el 1,7% de los ingresos fiscales generales, nuevamente con una marcada tendencia a la baja.
Hace sólo dos años (2014) el cobre representaba el 9,1% de la recaudación fiscal. En 2010 la incidencia era aún mayor, del 20,5%, y en 2006 llegó a su punto más alto, con el 34,2% de todo lo que entraba a las arcas fiscales. De esta manera, entre 2006 y 2016, la participación de los ingresos provenientes del cobre en los ingresos totales de la nación se redujo veinte veces, indicó Hacienda.
El senador Pedro Araya, uno de los participantes de la instancia, comentó que el secretario de Estado en varias ocasiones expresó inquietud por las cifras de la industria. “Miramos en detalle los datos de los últimos diez años, donde se observa una clara baja en el peso específico de la minería en la economía global, y hubo coincidencia con el ministro en que eso es una luz de alerta muy potente para el país y una amenaza para regiones como la nuestra”, manifestó.
Respecto a las causas de la baja, Araya comentó que el análisis apuntó a varios factores, pero principalmente a la baja que registra el precio del cobre, que se traduce en menores aportes de Codelco y una menor tributación de la minería en general. “A la luz de estos números, quedó claro que el cobre ya no es la viga maestra de la economía”, agregó el senador, quien a partir de esto hizo notar la necesidad de “diversificar la actividad productiva local”.
El ex seremi de Economía, Antonio Sánchez, opinó que los números de Hacienda obedecen netamente al “factor precio”, pues la producción del mineral se mantiene. “Esto nos muestra cómo y con qué fuerza nos está golpeando el precio (del cobre) y lo importante que es diversificar nuestra matriz productiva, porque si para el país esto es malo, para la región (de Antofagasta) es mucho peor”, afirmó.
Por tratarse de un problema de precios, y no de producción, Sánchez estimó que es poco lo que se puede hacer desde el Estado para revertir las cifras. En este sentido, planteó la urgencia de una política de responsabilidad fiscal para no agravar los indicadores macroeconómicos, que ya se observan desalineados, con más gastos que ingresos