Así lo determinó en su análisis el centro de estudios de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), Pulso Energético, al ponderar la restitución de reservas probadas o 1P (con 90% de factibilidad comercial) con los escenarios mínimo y máximo de producción de la Secretaría de Energía para los próximos 14 años.
Al 1 de enero del 2017 se cuantificaron reservas probadas por 9.160,7 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, con lo que el país inició el año con un volumen de reservas 10% menor al del año anterior.
La tasa de restitución de reservas 1P (que son los nuevos descubrimientos entre la producción de un periodo) fue de apenas 4% (con lo que por cada 100 barriles extraídos se repusieron apenas cuatro).
La tasa de restitución de reservas 1P (que son los nuevos descubrimientos entre la producción de un periodo) fue de apenas 4% (con lo que por cada 100 barriles extraídos se repusieron apenas cuatro), mientras que la relación reserva producción o años que durarían los recursos a ese ritmo de producción es de 8,2 años en el añadido de petróleo crudo equivalente.
Para mantener esta relación (sin que año con año se reduzca este “periodo de vida” de las reservas) se requiere de una tasa de restitución de 100%, así que en la Prospectiva de Crudo y Petrolíferos 2016-2030 de la Secretaría de Energía, en un escenario máximo, en el cual México produciría cerca de 4 millones de barriles de crudo diarios en el 2030, se necesitaría incorporar como reservas probadas 22,326 millones de barriles de crudo. Bajo el escenario mínimo, de 2 millones de barriles de crudo diarios en el 2030, se necesitaría incorporar 11,593 millones de barriles.