El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva lanzó este martes un contraataque político al confirmar que será candidato en las elecciones del año próximo y rechazar las acusaciones de corrupción lanzadas en su contra luego de la delación premiada del empresario preso Marcelo Odebrecht, en el marco de la Operación Lava Jato.
"Estoy preparado para volver a la Presidencia y arreglar el país", dijo Lula a la radio Medio Norte, del estado nordestino de Piauí, horas después de que se filtrara que Odebrecht vinculó al ex presidente con el "departamento de sobornos" que tenía la empresa.
"Desafío a cualquier empresario, libre o preso, a que diga si Lula les pidió cinco centavos siquiera",respondió el ex mandatario, quien el 3 de mayo declarará como procesado en la causa que le sigue el juez Sergio Moro, de la Operación Lava Jato.
Según publicó la prensa a partir de filtraciones judiciales, Lula fue acusado por el empresario Marcelo Odebrecht de haber sido beneficiario de unos 4,1 millones de dólares entre 2011 y 2012, fuera del cargo de jefe del Estado, mediante el pago de dinero en efectivo que la constructora le hizo a un ex funcionario del Ministerio de Economía.
La declaración de Odebrecht, condenado a 19 años de prisión por corromper funcionarios y quien llegó a un acuerdo para intentar salir en libertad en diciembre, fue dada durante el interrogatorio al que lo sometió ayer el juez Sergio Moro, quien investiga a Lula y a dirigentes del Partido de los Trabajadores.
Según los diarios Folha de Sao Paulo y Estado, Odebrecht contó que Lula aparece en una lista destinada a pagar sobornos de políticos con el sobrenombre "Amigo".
En ese marco, de acuerdo con filtraciones de la declaración realizada ante el juez Moro en el ámbito de la Operación Lava Jato, Odebrecht indicó que en una planilla aparecen pagos en seis cuotas, por valor de 13 millones de reales, en efectivo, a Branislav Kontic.
Kontic era el asesor de Antonio Palocci, ex ministro de Economía del gobierno de Lula y ex jefe de gabinete de la destituida mandataria Dilma Rousseff.
Palocci está detenido desde setiembre pasado a las órdenes de Moro por supuestamente haber administrado unos 40 millones de dólares donados por Odebrecht para campañas electorales del PT.
La sesión fue marcada por un escándalo ya habitual en el juzgado de Moro: el sitio web O Antagonista, que filtra informaciones de Lava Jato y es abiertamente opositor a Lula, informó vía Twitter en tiempo real sobre la declaración, que está bajo secreto de sumario.
Al ser advertido por un abogado del hecho, Moro obligó a todos los presentes a entregar los teléfonos celulares y dijo que ni él ni su secretaria llevaban encima estos aparatos.
Después de eso, la declaración continuó siendo transmitida, por lo que se abrió una investigación. Odebrecht dijo que también la empresa compró un terreno para cederlo el Instituto Lula, el centro de trabajos del ex presidente.
El interrogatorio formó parte del proceso de Palocci, mientras que Lula espera declarar el 3 de mayo en el juzgado de Moro por una denuncia de la fiscalía que lo acusa de recibir un departamento en el balneario de Guarujá por parte de la empresa OAS.
El ex presidente, favorito en las encuestas, dijo que sus adversarios "están nerviosos" con la idea de que él sea candidato en 2018. Si Lula es condenado en segunda instancia hasta las elecciones, no podrá participar por causa de la Ley de Ficha Limpia, que impide a condenados con sentencia confirmada de presentarse a elecciones.
El ex presidente tiene cinco causas abiertas en el marco de la Operación Lava Jato y denuncias vinculadas a la obstrucción de la justicia en este proceso. Lula negó tener miedo de ser detenido por Moro en la Operación Lava Jato, en el marco de su denuncia contra el magistrado ante la ONU por abuso de poder.
"No se me pasa por la cabeza. Si alguien va preso en Brasil es porque la justicia debe tener pruebas para hacerlo. Hace tres años que espero. Me quebraron el secreto fiscal, bancario, telefónico. Investigaron mi vida en Brasil, en China y en Siberia. Quiero poder declarar y si no tienen pruebas que me pidan perdón", afirmó Lula.
En ese sentido fustigó el "denuncismo y las filtraciones mentirosas de mucha gente que vive del denuncismo, algo que ya cansó".
"Sinceramente creo que el pueblo brasileño tiene nostalgia del tiempo en el que fui presidente de la República", añadió el ex presidente sindicalista, que gobernó entre 2003 y 2010.
Odebrecht supuestamente ya declaró todo lo que acordó con la fiscalía en la delación premiada en el expediente que está en el poder del Supremo Tribunal Federal (STF), que motivó la apertura de más de 300 investigaciones contra políticos con fueros.
Los abogados del ex mandatario negaron las declaraciones de Odebrecht y dijeron que el Instituto Lula "jamás tuvo otra sede o terreno".
"Lula -agrega el comunicado- no tiene relación con planillas y por eso no le cabe comentar un testimonio que está bajo secreto de sumario y que fue filtrado selectivamente y en forma ilegal" y que todas las donaciones del Instituto, incluidas las de Odebrecht, están debidamente registradas.
Las donaciones de Odebrecht a centros de estudios de ex presidentes parece ser algo normal, ya que también fueron realizadas al Instituto Fernando Henrique Cardoso.
Odebrecht, además, contrató a Lula para dar conferencias sobre su presidencia, durante la gestión de Dilma Rousseff (2010-2016).
En total, 77 ejecutivos de Odebrecht han confesado ilícitos de pago de sobornos y donaciones ilegales de campañas a la mayoría de los partidos políticos de Brasil a cambio de la reducción de las penas y la garantía de la compañía más grande de ingeniería de América Latina para seguir funcionando.