Perú se ha beneficiado de menores costos de producción y reservas no explotadas, mientras que la oferta de Chile se ha estancado debido a la caída de las leyes del cobre, las relaciones laborales y a los altos costos energéticos.
Perú, luego de un fuerte aumento en su producción de cobre, está eclipsando al líder mundial Chile dentro de los primeros lugares en la búsqueda de nuevos suministros mientras la histórica carrera entre los rivales conduce a nuevas minas.
Chile, que durante mucho tiempo ha sido el mayor productor de cobre del globo, ha tenido recientes dificultades por un baja de la productividad y escasa exploración. En el Foro Mundial del Cobre CRU/CESCO esta semana en Santiago, muchos apuntaron al Perú como un ejemplo para que Chile lo siga.
“En Chile, durante muchos, muchos años, no ha habido incentivos para nada en términos de política nacional. Pero Perú está haciendo un esfuerzo especial”, dijo Diego Hernández, un veterano de la industria que dirige la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) en Chile.
El segundo mayor productor mundial, Perú, se ha beneficiado de menores costos de producción y reservas no explotadas, mientras que la oferta de Chile se ha estancado debido a la caída de las leyes del cobre, a las espinosas relaciones laborales y a los altos costos energéticos.
La encuesta anual del Instituto Fraser colocó a Perú por encima de su vecino más desarrollado como el mejor lugar para que los mineros hagan negocios en América Latina.
Perú ha introducido políticas para reducir la burocracia. Los próximos cambios en las reglas de seguridad, capacitación y cierre de minas ahorrarán dinero y tiempo a los mineros, destacó el ministro de Minas de Perú, Gonzalo Tamayo.
También estudia cómo promover proyectos de infraestructura compartida, desde carreteras y ferrocarriles hasta oleoductos concentrados, para viabilizar depósitos dispersos.
Perú se ha convertido en un lugar “que creemos que es genial para el negocio minero”, dijo el presidente ejecutivo de Antofagasta, Iván Arriagada.
Sin embargo, ha tenido que lidiar con protestas contra la minería que han descarrilado grandes proyectos.
“Lo que puede hacer a Perú muy costoso es esta inestabilidad y los conflictos”, observó Marcelo Bastos, director de operaciones del proyecto Las Bambas de MMG Ltd, donde los pobladores descontentos han interrumpido el transporte de concentrados de cobre.
Bastos dijo que Las Bambas, que sólo perforó una fracción de la concesión, podría tener tanto cobre como la mina de cobre Escondida de Chile, la más grande del mundo.
En el pasado, Perú y Chile han disputado todo, desde tramos de desierto hasta el origen del popular pisco. Pero el rápido crecimiento de la minería en Perú podría ayudar a ambos países.
“Hay una sana competencia. Como vecinos, siempre estamos mirando lo que ocurre en el otro lado, y eso está creando un círculo virtuoso”, dijo el gerente de Anglo American en Perú, Luis Marchese. La firma evalúa expandirse en Perú mientras que la producción en su mina de Los Bronces en Chile es estable.
Los mineros pueden ahorrar costos al aprovechar a los proveedores de ambos lados de la frontera y compartir conocimientos técnicos.
También los gobiernos podrían ayudar aún más, por ejemplo, conectando las redes eléctricas y aliviando las restricciones fronterizas, consideró Luis Rivera, un ejecutivo de Gold Fields.
Mientras que para el subsecretario de Minería de Chile, Erich Schnake, a su país “le conviene que Perú avance en minería porque al final lo que va a hacer es crear un polo minero”.