El día soleado de alguna manera enmarcaba los anuncios que desde Tenaris Siderca realizarían poco después, en una entrevista mantenida con el Director General Javier Martínez Álvarez. En una de las salas de reuniones de la gerencia en la planta siderúrgica de nuestra Ciudad, el prólogo del responsable de la misma fue promisorio de un jugoso encuentro mantenido con nuestros periodistas.
“Estamos viendo, luego de dos años de crisis en el mundo de la energía, que el panorama está cambiando fundalmentalmente debido a una recuperación del mercado norteamericano, y el proyecto de Vaca Muerta, donde la semana pasada Techint anunció una inversión de 2.300 millones de dólares. Dos buenas noticias que explican el nuevo panorama” asegura el Ing. Martinez Álvarez, mientras se acomoda para responder las preguntas.
“Fueron dos años duros” reconoce quien conduce los destinos de la planta local. “Entendemos que dada la presencia de Tenaris Siderca en Campana, afectó a los trabajadores, a la empresa, y a la Comunidad toda. Quiero hacer un reconocimiento al esfuerzo y al acompañamiento que tuvimos por parte de nuestra gente, de los proveedores, y de toda la comunidad que acompañó durante esta etapa”.
-¿Cuáles son los desafíos inmediatos que aparecen en la empresa ante este nuevo panorama?
JMA: “El Proyecto de Vaca Muerta es un proyecto de desarrollo para la Argentina, pero una oportunidad fundamental para Campana. La industria petrolera entendemos tiene la capacidad de convertirse en un generador de divisas de trabajo similar al campo. Tiene una cadena de valor integrada en el País muy grande. Y hay todo un conjunto de empresas medianas y grandes, como otras de servicios, que atienden a la industria petrolera. El crecimiento de esa industria va a traer aparejado todo un desarrollo en el País, donde Campana tiene un rol protagónico con la propia Tenaris Siderca, con la industria que hay alrededor, y el sueño que uno tiene de poder ver un clúster de empresas en torno a Tenaris Siderca que se desarrollen a la luz de este crecimiento de Vaca Muerta”.
-La inversión en Vaca Muerta, ¿qué le va a demandar a Tenaris Siderca?
JMA: “Los 2300 millones de dólares que invertirá Techint, los va a dedicar a la explotación de sheil gas (N de la R: reservas no convencionales). Este tipo de perforación tiene que ser muy competitiva, porque es relativamente más costosa que la convencional que tenía Argentina, pero tiene un beneficio para Tenaris Siderca en particular, que es el producto Premium. El mercado local es fundamentalmente de tubos API, como los llamamos nosotros. Alrededor del 10% del mercado, llegaría al 40% o al 50% con este tipo de explotación.
Y es una buena noticia para Tenaris Siderca, porque ese tubo Premium es el que requiere mayor tecnificación y más cantidad de gente para fabricarlo. Luego, hay distintas técnicas de explotar esta reserva shale, que posiblemente puedan atraer el desarrollo de manufacturas industriales en Campana o en otras zonas del País, para desarrollar estos componentes. Es otro de los desafíos. A uno le encantaría ver a la zona de Campana, con una potencia industrial relevante, convertirse en un polo industrial que aproveche mucho del desarrollo de Vaca Muerta”.
-¿Qué plazos maneja el proyecto?
JMA: “El proyecto es muy ambicioso, y quiere desplegarse muy rápidamente en Neuquén. Si tiene éxito, va a ser un catalizador. El hecho de que uno de los grandes grupos argentinos haga un compromiso de esta magnitud, es una señal fuerte para todos los empresarios que miran desde el exterior”.
-¿Vuelve a posibilitarse la incorporación de personal?
JMA: “Después de dos años, estamos recontratando gente. En los próximos meses vamos a tomar unas 400 personas que van a entrar a trabajar a nuestro centro industrial. Y seguro es una buena noticia para todos”.
-¿En qué porcentajes de producción se encuentra la planta hoy, y cuáles son las perspectivas de crecimiento?
JMA: “Para ponerlo en contexto de la caída, en Febrero del año pasado llegamos a producir 16.000 toneladas. Debe ser el registro más bajo de la historia de Tenaris Siderca. Hoy estamos creciendo sostenidamente. Tuvimos en Enero y Febrero la parada de mantenimiento anual, Marzo tuvo un nivel cercano a las 50.000 toneladas, apuntamos a superar las 60.000 en Abril, y nuestro objetivo ronda en las 80.000 toneladas en unos tres o cuatro meses más, volviendo a los niveles históricos más altos que hacía más de cuatro años que no vemos”.
-Hace unos días, el INDEC habló de una caída en la capacidad instalada en la Argentina, la cual ronda el 60%. Traccionaría éste proyecto en la industria en general?
JMA: “Tracciona en muchos aspectos. Si uno ve la envergadura de Vaca Muerta, requiere un despliegue de infraestructura de viviendas en el lugar, con el fuerte crecimiento del empleo que acompañará el desarrollo del proyecto. Hay que hacer un despliegue de infraestructura, de rutas, caminos, hospitales, hoteles. Hay que resolver la logística: Para tener una idea de orden de magnitud, va a requerir aproximadamente mover de los centros de producción en Buenos Aires hacia el Oeste de Neuquén, unos tres millones de toneladas por año. Debe desarrollarse el ferrocarril.
Hay todo un requerimiento para esa infraestructura. Hay proyectos mineros al Norte de Vaca Muerta, que se integran con ésta vía de comunicación ferroviaria. Y todo el desarrollo industrial hacia abajo: sectores de la construcción y las industrias asociadas, y el de la industria petrolera en la Argentina, que ya tiene muchísimos años en el País”.
-Días pasados, el Ministro de Energía Aranguren y el Gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, visitaron la planta de Campana. ¿Qué conclusiones pudieron sacar?
JMA: “Estamos orgullosos de nuestra planta en Campana. Y cuando uno lo cuenta, no es lo mismo cuando viene la gente y la ve en directo. Vieron no solo la planta, sino el centro de inversión y desarrollo, la universidad Tenaris, la planta industrial y el laminador en caliente, y pudieron ver el profesionalismo del grupo de trabajo y la calidad de las instalaciones industriales. También conocieron la Escuela Técnica Rocca, que les permitió imaginarse algo igual que pudiera realizarse en Neuquén”.
-¿Cómo analizan la situación del contexto internacional, por un lado con los mercados, y por el otro, con la competencia?
JMA: “Uno de los motores, hoy por hoy el más importante, que moviliza aTenaris Siderca es el mercado de exportación, EEUU y Canadá. Si hacemos un poquito de historia, el mercado estadounidense (el más elástico a la demanda, con precios que suben y bajan) pasó de 100 dólares el barril, cayó a los casi 30 dólares, un precio muy duro para la industria, y ahora se recuperó llegando a los 50 dólares. Es difícil imaginar que vuelva a llegar a los 100 dólares, y habrá una presión competitiva mayor. Los equipos de perforación en EEUU, con el barril a ese valor máximo, llegaban a más de 1800 equipos en mercado americano, y bajaron a 400 en estos últimos dos años. Ahora se recuperaron a 800, hay un escenario mejor que el anterior, sin llegar a ver aquellos mercados que hubo en algún momento, pero hay un escenario de competencia muy fuerte”.
-¿Y cómo está afectada esa competitividad con el tipo de cambio actual?
JMA: “La competitividad es una cuestión sistémica en la que el tipo de cambio es uno de los factores, pero no el único. También hay que trabajar en infraestructura, energía, cuestiones impositivas y temas laborales, como el ausentismo o el régimen de ART. Creo que en Argentina esas variables van a converger de manera correcta, pero es un proceso que lleva tiempo”.
-Previo al anuncio de Vaca Muerta, desde Casa Rosada habían anunciado un acuerdo entre empresarios y sindicatos. En ese marco, como esperan sean las negociaciones con la UOM?
JMA: “Hemos tenido históricamente un vínculo muy maduro. Es un gremio que tiene los pies en la tierra a la realidad del contexto que no es el de industrias cíclicas con booms de precio. El mundo va cambiando permanentemente y la industria tiene que ir adaptándose a ese mundo competitivo, pero no vemos las distorsiones que si se generaron en algunos otros sectores industriales. Y como decía, hubo un diálogo y una capacidad de adecuamiento muy madura de todos los actores”.
-Y el contexto general, en el marco del paro general ocurrido hace algunos días, podría afectar esa relación en cuanto a la discusión salarial?
JMA: “El 2016 fue un año complicado. Y entiendo interpretar el paro casi más como una consecuencia de lo que fue, y menos de lo que parece que va a ser. En la medida que la economía recupere cierto dinamismo, y empieza a haber mejores señales. No ha sido un año conflictivo desde lo gremial. Parecería que fuese un poco a contramano imaginarse esta recuperación de la economía y un aumento de la conflictividad gremial”.
-¿Cómo es la relación de la empresa con la Comunidad, en especial con el Municipio, con el cual habían mantenido ciertas diferencias?
JMA: “Sin dudas que pasar por estos procesos afecta a muchas personas. Pero vemos que hay construido un vínculo tan fuerte entre TenarisSiderca, su gente, y su comunidad, que rápidamente uno ve y espera ese cambio de expectativas que ayude a recuperar la sonrisa. El esfuerzo lo hicieron todos los actores, y mantuvimos la esencia que es la que nos permite justamente, ante la mejor perspectiva, recuperar con bastante velocidad ese ritmo productivo. Sostuvimos los programas de largo plazo con la comunidad de Campana, como la Escuela Rocca que va por su quinto año y a la que asisten 300 chicos.
Seguimos con nuestro programa GEN Técnico, la maratón 10K que en el último año batió todos los records con más de 6500 participantes. Y con la Municipalidad TenarisSiderca tiene también una relación muy madura construida a lo largo del tiempo. Y creo que la relación va a ir creciendo seguramente. El Intendente Abella ha participado en varias de nuestras actividades, y estamos construyendo nuevamente esta agenda de trabajo cooperativo que siempre es muy importante para Campana”.
-El Club Villa Dálmine ha pedido reflotar el proyecto que pretende el canje de tierras del puerto de frutos por el Estadio. ¿La empresa sigue interesada?
JMA: “Nosotros venimos trabajado en ese proyecto desde hace bastante tiempo, acompañando de alguna manera esta vocación que tiene el Club de tener su cancha, invertir en ella y hacerla crecer. Para eso en 2014 firmamos un acuerdo, que preveía el intercambio de terrenos. Nos hicieron una concesión por el puerto de frutos, la cual se mantiene vigente. El cambio de autoridades en la Ciudad de alguna manera redujo el dinamismo con el que se venía enfocando ese intercambio.
De nuestro lado, a crisis también puso nuestras preocupaciones en otros temas. Yo creo que sale una oportunidad de retomar este tema, y nosotros estamos para acompañarlo. Debe ser un proyecto en el que ganen todas las partes. Que beneficie a los hinchas, que tengan su cancha y puedan verla crecer, que habilite crecimientos futuros de TenarisSiderca, que es más empleo para Campana, beneficiándose la comunidad”.
-Retomando la inversión en Vaca Muerta y el futuro inmediato. ¿Qué significa para los trabajadores y la actividad laboral de la empresa?
JMA: “Primeramente, la posibilidad de terminar de una vez por todas con el régimen de suspensiones. El personal va a estar trabajando a jornada completa, la turnística va a aumentar. Previsiblemente va a aumentar algo el nivel de horas extras, con lo cual sin dudas hay un impacto en las remuneraciones bastante significativa de los que ya están, más allá de la gente nueva incorporada. Los terceros también verán un nivel de actividad incrementado, y que con estos niveles de actividad que podremos ver concretamente en algunos meses, habrá un renovado impulso de inversiones en TenarisSiderca. Una planta con la situación competitiva como lo es Siderca, requiere de un plan de inversiones adecuado que acompañe ésta necesidad. Y 80.000 toneladas van a demandar más inversiones”.
-Por último, ¿En algún momento pensaron que el proyecto Vaca Muerta podría no darse?
JMA: “En algún momento lo vimos complicado, y hoy lo hacemos con más optimismo. Con el petróleo a 100 dólares el barril, sabíamos que podía darse hasta haciendo las cosas más o menos. Con el petróleo a 50, Argentina tenía que hacer todo muy bien. Con política impositiva adecuada, política de infraestructura y laboral robusta, y unas inversiones muy fuertes para que toda la orquesta funcione bien, y el proyecto resulte. Este es el desafío. Uno termina siendo muy optimista con la racionalidad de todos los actores. La clase política, el gremialismo y el empresariado que ven una oportunidad y deciden actuar con madurez y visión a largo plazo con la que lo han hecho en esta ocasión”.