En la última reunión de junta directiva, el Departamento de Energía de la entidad presentó un detallado informe con el impacto de los aumentos en la actividad
No fueron pocos los industriales que advertían, durante la década kirchnerista, que había que terminar con la maraña de los subsidios y comenzar a actualizar las tarifas para normalizar el abastecimiento energético. Sin embargo, el plan del gobierno de Mauricio Macri de ir ajustando los precios de los servicios públicos se chocó con la realidad industrial: ante un escenario de fuerte contracción de la actividad manufacturera, ahora los empresarios piden moderación con los ajustes, a días de que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, anuncie una nueva suba del gas.
"Si siguen subiendo la energía eléctrica y el gas, ya directamente quedamos fuera de mercado", advirtió un miembro de la UIA, tras participar el martes del encuentro de junta directiva de la entidad, en el que los industriales se mostraron preocupados por la constante pérdida de competitividad. Suba de costos y dólar planchado, un combo explosivo para los empresarios.
Las industrias sufrieron el año pasado incrementos de la energía eléctrica del orden del 500% promedio y a partir de febrero de este año, otro 45% aproximadamente. No fue todo el país igual, ya que al precio estacional de la energía (que desde febrero promedia los $ 443 el MWH) se le deben sumar los componentes de distribución y transporte, regulados por cada jurisdicción.
Hasta enero de 2016, las diferencias entre provincias eran enormes. Con los ajustes, esta brecha se fue corrigiendo. "Pero el año pasado los subsidios al sector energético alcanzaron los $ 211.000 millones, lo que demuestra que todavía hay una distancia muy grande entre el costo de la energía y los precios", señaló la fuente consultada, al tiempo que demostró la preocupación que existe en las industrias por lo que vendrá.
La UIA informó que 7500 usuarios industriales que consumen el 29% de la energía eléctrica hoy están pagando prácticamente el costo real que tiene la energía en el mercado mayorista. Los que compran en ese mercado, abonan u$s 75 el MWH, cuando debería ser de u$s 55, para los industriales.
Con respecto al gas, unos 5000 usuarios (grandes industrias) lo compran en el mercado mayorista y ya pagan por el gas en boca de pozo u$s 5 por millón de BTU. Son las fábricas que consumen más de 500 metros cúbicos diarios de gas y que, por eso, están obligados a adquirir el gas directamente al productor o a las comercializadoras. A eso hay que sumarle luego el transporte y la distribución. En estos casos, que ya están pagando el fluido más caro que el resto de los usuarios, la preocupación radica en que Aranguren adelantó que la idea es dejar liberado este precio entre octubre de 2019 y 2022.
A su vez, las industrias más pequeñas, que pagan hoy el gas más barato, se verán afectadas por el aumento que el ministro anunciaría mañana. Se trata de la categoría P3 (los que consumen más de 108.000 metros cúbicos por año), que pasarían a pagar de u$s 2,48 el millón de BTU a u$s 2,93 el 1º de abril. Es un aumento del 18%. Pero en todos los casos el precio del gas en boca de pozo quedará liberado hacia el final del mandato de Macri.
"La industria es el sector que históricamente ha pagado el precio del gas más caro en el país", sostuvo la UIA, quien volvió a insistirle al Gobierno sobre la necesidad de beneficiar a la actividad manufacturera con un precio más bajo (de entre 3 y 4 dólares el millón de BTU para los grandes usuarios).