Equipos a cargo han incrementado los estudios durante la construcción, analizando diariamente las rocas que se van perforando.
Un nuevo aire está tomando el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo, luego de concretar el refinanciamiento de la iniciativa tras la salida de Antofagasta Minerals, brazo minero ligado al grupo Luksic.
Y es que tras la reorganización, los ejecutivos a cargo del proyecto dicen estar enfocados en la recta final para poder entrar en operación, lo que según los plazos que maneja AES Gener, debería concretarse durante la primera mitad de 2019, fecha que de todos modos muestra un retraso frente a lo que fue inicialmente el programa: fines de 2017 para la primera unidad y comienzos de 2018 para la segunda.
El gerente de construcción, Alejandro Sánchez, aseguró que la negociación que terminó con la retirada de AMSA no interfirió en el avance de la obra, y comentó que “la salida del grupo Luksic fue una decisión de ellos, nosotros pudimos financiar con recursos propios y con lo que se comprometieron los bancos”.
Una visita por la zona mostró los avances que está teniendo el proyecto ubicado en la precordillera de la Región Metropolitana, la cual hasta el momento muestra 50% de progreso, a través de varios puntos de trabajo que se desarrollan en paralelo.
Clave para cumplir la meta de operación es avanzar a buen ritmo en los túneles de las dos unidades, que fueron las obras que dieron los primeros dolores de cabeza en materia de ingeniería, por las características geológicas distintas de las proyectadas en las rocas. Se calcula que del total de la construcción, un 90% está bajo tierra.
Hasta el viernes, había 23 kilómetros de túneles, lo que representa un 33% de los 70 kilómetros que contempla la obra. Esto es un avance frente a los 10 kilómetros que se llevaban en enero de 2016, y es que según explicaron desde la compañía, el ritmo de construcción que han alcanzado va creciendo prácticamente de manera exponencial.
Para evitar nuevos problemas, Sánchez explicó que han implementado un sistema de mediciones más frecuentes respecto al tipo de piedra que se va perforando, realizando estudios incluso de manera diaria en algunas de las faenas; o cada veinte metros, en otras que presentan un terreno más uniforme.
La tecnología utilizada por la contratista del proyecto, la austriaca Strabag, es considerada como una de las más avanzadas del mundo, ya que se asegura que el tratamiento que tendrán las aguas en un futuro, sean restituidas íntegramente al cauce del río.
Del mismo modo, en algunas semanas más se espera que se concrete un hito en la obra, cuando se unan dos de los túneles que conforman la planta de Las Lajas, que será la primera que entrará en operación y que aportará 267 MW al sistema, a la que posteriormente, con un mes diferencia, se le unirá El Alfafal II, con otros 264 MW, completando así 561 MW.
La iniciativa sigue trabajando con un sobrecosto que puede alcanzar hasta el 20% del proyecto, el que inicialmente está valorizado en US$ 2.053 millones.
Como parte de la negociación con bancos, se armó un fondo de contingencias donde AES Gener puso US$ 55 millones.