Luego que la paralización de Minera Escondida —43 días— culminara sin solución, y las negociaciones se postergaran para 18 meses más, las miradas de la industria y del mercado se enfocan desde el yacimiento más grande de cobre del mundo, al de mayor potencial: Minera Collahuasi, operación que ocupa el tercer escalón en las minas de metal rojo en el orbe, con una producción a 2016 de 506.500 toneladas de cobre y un costo directo de US$ 1,14 por libra, según las últimas declaraciones de la firma.
Y es que dejando de lado los procesos de negociación de mineras como Zaldivar y Quebrada Blanca, el de la operación controlada por Anglo American y Glencore, es uno de las más transcendentes debido al proceso de negociación colectiva que se generó hace cuatro años. En 2013, la operación situada en la comuna de Pica pagó beneficios líquidos por un total de $19 millones (bonos por término de conflicto y créditos blandos) por trabajador. Eso sí, los 1.542 mineros que forman su sindicato aceptaron la oferta luego de 32 días de huelga y con desmanes en la zona aledaña a la operación.
“Las relaciones en Collahuasi tienen una aproximación distinta a la de Escondida. Pienso que acá puede haber un marco diferente de diálogo que puede facilitar las cosas. Sin embargo, por productividad, los trabajadores pueden tener altas expectativas de obtener mejores resultados”, comenta Juan Carlos Guajardo, presidente de la consultora Plusminning.
Los últimos resultados públicos conocidos de la minera (2015), arrojan una ganancia de US$ 211,2 millones, mientras que el año anterior la empresa reportó US$ 682,3 millones.
El convenio colectivo de Collahuasi vence el 31 de octubre de este año y el sindicato en cuestión ya tiene su equipo definido. El directorio está liderado por su presidente, Felipe Eduardo Román, secretario Jaime Tobar y su tesorero Roberto González, entre otros. El vocero del sindicato es uno de sus directores, Cristian Salinas Guardia. Todos fueron contactados, pero prefirieron no realizar declaraciones por ahora.