El gigante del petróleo Royal Dutch Shell está intentando reinventar uno de los negocios que fueron más rentables el pasado: la extracción de crudo en aguas profundas y ultraprofundas. La empresa anglo-holandesa está buscando fórmulas para competir con la revolución del fracking; el objetivo es que extraer crudo en aguas profundas sea rentable aunque el oro negro caiga a US$15 el barril.
Tal y como destacan en The Wall Street Journal, Shell está realizando importantes inversiones para llevar la tecnología más avanzada y eficiente a las aguas profundas. Esta nueva estrategia nace de la pura necesidad, con el fracking y el shale oil pisando fuerte, el crudo en aguas profundas ha perdido gran parte de su protagonismo. Este tipo de extracción pretende volver a revolucionar un mercado que aún no se ha recuperado del último cambio. El barril de West Texas cotizaba ligeramente por encima de los US$47 en la sesión del miércoles.
La estrategia focaliza sus esfuerzos por un lado en los pozos que ya están abiertos para extraer todo el crudo que sea posible de plataformas como la del Golfo de México. Por otro lado pretende reducir considerablemente el tiempo necesario (y los costes) para poner en marcha nuevos proyectos de este tipo, sobre todo en países como Brasil, que cuentan con importantes reservas de crudo en aguas marinas.
Para esclarecer un poco más los conceptos, la perforación en profundidades de hasta 125 metros se consideran aguas poco profundas. De 125 hasta 1.500 metros es considerada extracción y perforación en aguas profundas, y más allá de esa longitud se consideran aguas ultraprofundas.
Ben Van Beurden, presidente ejecutivo de Shell, cree que la compañía puede acabar la década con rentabilidades de dos dígitos, pero todo depende de cómo se desarrolle esta nueva revolución. Desde esta petrolera se estima que las nuevas tecnologías que ya se han aplicado están permitiendo perforar pozos en aguas profundas con unos costes un 50% inferiores y con una puesta en escena un 30% más rápida.
Este directivo reconoce que para mejorar la eficiencia de sus operaciones están llevando algunas técnicas del fracking a las aguas profundas. Por otro lado, cuentan con un equipo de ingenieros y expertos conocidos como 'jefes irritantes' que ponen en duda todos los procesos que se han venido realizando hasta ahora. Estos expertos desafían los métodos tradicionales de extracción de petróleo con su carácter crítico e inconformista.
Los costes están cayendo rápidamente. Tanto en el Golfo de México como en Brasil, los gastos se han reducido en un 25%, a medida que se necesitan menos operaciones para realizar todas las operaciones. También se ha recortado el número de buques de apoyo que transportan equipos, maquinarias, alimentos y otros universos para las plataformas flotantes.
Shell es un grupo globlal de energía y compañias petroquímicas. Juega un papel clave al ayudar a satisfacer la creciente demanda mundial de energía, de un modo responsable tanto económica, como ambiental y socialmente. Sus actividades principales en Argentina son la refinación de petróleo crudo, la comercialización de combustibles y lubricantes, y la exploración y producción de gas.