Las relaciones entre la dirección y los trabajadores en huelga en la mina de cobre más grande del mundo mejoraron lo suficiente para que las dos partes se reúnan, pero todavía no habrá apretones de manos ni palmadas en la espalda.
Los dirigentes sindicales de la mina Escondida de BHP Billiton Ltd. están esperando a que la empresa diga si está de acuerdo con las condiciones de los trabajadores para continuar las conversaciones, dijo el martes el portavoz del sindicato, Carlos Allendes. BHP declinó hacer comentarios.
"La negociación sigue estancada", señaló Allendes por teléfono. "El proceso está pasando por una fase de poner las cartas sobre la mesa y ver cuáles son las demandas de ambas partes", agregó.
Antes de avanzar en otra negociación sobre los salarios, el sindicato quiere que la dirección garantice que las prestaciones y las horas de trabajo permanecerán intactas y que no se hará distinción entre los trabajadores existentes y los nuevos empleados. El lunes, las dos partes se mantuvieron firmes, afimó Allendes, y llamó a la reunión –que duró hasta pasada la medianoche– una conversación y no una negociación.
La huelga de 41 días de 2.500 sindicalistas ha afectado la producción y, en un momento de interrupciones en otras minas, ha ayudado a mantener los precios del metal. Una caída en los precios del cobre el martes se atribuyó en parte a la reanudación de las negociaciones en Escondida.
Allendes manifestó que, aunque la compañía dice que tiene la intención de mejorar su oferta, es necesario que se aprueben estos tres puntos para poder seguir negociando.
En una nueva propuesta de contrato hecha pública el viernes, BHP abordó las tres demandas del sindicato e hizo una oferta más generosa, incluyendo una prima de fin de conflicto mayor. Pero el enfoque de la empresa en los salarios y no en las prestaciones no satisfizo a los trabajadores, quienes rechazaron abrumadoramente la nueva propuesta el domingo y el lunes.
El nuevo contrato tiene una estructura de pago diferente, en parte porque los trabajadores recibían bonos por trabajos que ya no hacen, dijo Marcos Lagos, jefe de la comisión negociadora de Escondida, en una carta a los trabajadores.
Lagos escribió que el objetivo era que los trabajadores mantengan un nivel de ingresos equivalente al que tienen en la actualidad. "Quienes se unan a la empresa en el futuro seguirán teniendo uno de los mejores contratos colectivos del país y entre los mejores salarios del mercado minero", agregó.
Un punto de discusión son las prestaciones de salud para los trabajadores existentes y nuevos. Por el momento, los operadores y trabajadores de mantenimiento de Escondida tienen cobertura gratuita y completa para ellos y su familia. Rechazan la propuesta de la empresa de que los trabajadores que se unan en el futuro lo hagan bajo un régimen subsidiado por la compañía, aunque sea similar al utilizado por los supervisores y los ejecutivos.
Aunque el impasse está lejos de ser resuelto, la huelga entró en una nueva fase con la reunión del lunes, precisó Allendes.
"Esta es una fase en la que tenemos que tomar decisiones", dijo. "Esto tiene que ser resuelto, no puede continuar por mucho más tiempo", indicó.
El lunes, los trabajadores votaron a favor de permitir que los líderes sindicales invocaran un artículo en el Código Laboral chileno que les permitiría volver a su contrato anterior por 18 meses. Las negociaciones para un nuevo contrato tendrían lugar en 2018, bajo nuevas reglas vigentes a partir del 1 de abril. La nueva ley de Chile dice que el contrato anterior debe ser utilizado como un piso para negociar durante los procesos de negociación colectiva.
"No somos los que estamos perdiendo aquí, estamos preparados para volver a nuestro viejo contrato para salvar lo que tenemos", planteó Allendes. "Pero hay esperanza de que podamos resolver esto de la mejor manera", afirmó.
Paralización de la minera sumará 42 días e igualará a la de Spence de 2009. Las partes retomarán hoy la negociación.
A las 8.00 de hoy, la huelga que mantienen los más de 2.500 trabajadores del sindicato n°1 de Minera Escondida entrará en su jornada 42. Con ello, se igualará la duración del movimiento de la minera Spence de 2009, que es, hasta ahora, la más larga en la gran minería el país.
En los dos procesos se repiten algunos actores: el primero, BHP Billiton, socio mayoritario de Escondida y también controlador y operador de Spence. Sin embargo, el equipo ejecutivo, entonces liderado por el actual presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Diego Hernández, ha cambiado.
BHP Billiton ha enfrentado varias huelgas. Además de la actual, la de Escondida en 2006 y Spence en 2009, enfrentó un paro ilegal en la propia Escondida en 2011, además de un paro de 4 días en Cerro Colorado en 2016.
Otro actor clave que se repite es el asesor principal del sindicato n°1 de Escondida Marcos López, quien asesoró al sindicato de Spence en 2009 y al propio sindicato n° 1 de Escondida en el paro de 2006, de 25 días. López, abogado de la U. de Chile y descrito como “confrontacional” y “sin temor a extremar posiciones”, ha usado una estrategia dura, parecida a la de Spence, según dicen cercanos a la negociación, pero más sofisticada, incorporando elementos como un mecanismo de financiamiento con una cooperativa, que les permite acceder a hasta $ 2,25 millones por trabajador para solventar gastos mientras no perciban sueldos. Por sus servicios en esta tratativa cobrará unos $ 250 millones.
Respecto al proceso de Spence, los trabajadores consiguieron entonces un bono de término de negociación por $ 7,04 millones más un alza de 4% en los salarios. A esto se sumó un crédito blando por $ 2 millones más un bono para la compra de viviendas -semejante al que poseen los trabajadores de Escondida y que en el actual proceso se pretende eliminar para los futuros contratados-, entre otros beneficios. Inicialmente, los trabajadores pedían un alza en sus sueldos del 5,5% más bonos por un total de $ 10 millones. El paro se destrabó luego de una polémica que incluyó el descuelgue de algunos trabajadores -que debían pagar cerca de $ 7 millones al sindicato en caso de bajarse- a lo que se sumó una toma de los huelguistas.
En todo caso, una gran diferencia entre la huelga actual y la de Spence es que la pérdida productiva de Spence es mucho menor, pues en términos anuales produce un sexto de lo que consigue Escondida. Así, el efecto para la economía es ahora mucho mayor, anticipándose que el paro provocará que el Imacec del primer trimestre será negativo, en gran medida por ello.
Todo esto en medio de la reanudación de las tratativas, concretada el lunes y en que la comisión negociadora tuvo avances, pero sin llegar a un acuerdo.
Ayer, informó el sindicato, las partes se dedicaron a analizar el escenario para retomar hoy las negociaciones, teniendo dos opciones sobre la mesa: la oferta de la compañía, que ofrece un bono de $ 11,5 millones más algunos cambios en los beneficios planteados inicialmente; y la idea del sindicato de solicitar el artículo 369 del Código del Trabajo, que les permite prorrogar por 18 meses la vigencia del convenio recientemente vencido.
“En la reunión se planteó la voluntad de resolver la negociación a través de un acuerdo, pero que para ello era fundamental que se resolvieran satisfactoriamente los tres temas basales”, indicó el sindicato, que agregó que se le señaló a la compañía que si no se hacía cargo de estos temas “o intentaba instalar una nueva oferta sin respetar al directorio o al espacio de diálogo, “se presentará “en el acto” la comunicación por la que el sindicato aplica la facultad del artículo 369. demás llamaron a los trabajadores a estar alertas, pues es posible que el conflicto se alargue. “En el evento que se haga necesario ejercer la facultad del artículo 369, los trabajadores deberán presentarse a sus labores el día siguiente a que ello ocurra”, complementaron.
