El servicio del Ferrocarril Central está paralizado luego de que el miércoles y jueves huaicos cayeran sobre el río Rímac, incrementando su volumen y afectando al menos 4 kilómetros de vías y el terraplén del tren entre Chaclacayo y Chosica (Lima).
Así lo informó Juan de Dios Olaechea, presidente del operador Ferrocarril Central Andino, quien precisó que están interviniendo en la medida de lo posible para frenar la fuerza del río con muros de contención a fin de devolver el río a su curso madre.
Esta situación afecta el transporte de concentrado de mineral de la sierra central a la costa, donde es almacenado y exportado, explicó un vocero de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE).
Ante la situación, las compañías mineras han optado por enviar el concentrado hasta La Oroya, donde lo traspasan a camiones herméticos que llegan a Lima vía la Carretera Central, cuya transitabilidad también es intermitente. También se está usando la carretera Lima- Canta- Huayllay, asfaltada al 90%.
Así, el mineral tarda en llegar a Lima entre 48 y 62 horas y no en 24 horas como lo suele hacer cuando el servicio férreo funciona con normalidad, precisó José Miguel Morales, director de la SNMPE.
“Estamos acostumbrados a esta situación. La producción sigue adelante”, aseguró Morales, en relación al riesgo frecuente de huaicos al que está expuesta la sierra en temporada de lluvias.
Al respecto, estimó que el stock de los almacenes de concentrado de mineral ubicados en el Callao es de aproximadamente 45 días, por lo que la interrupción del tren no perjudica los programas de ventas de las compañías.
El Ferrocarril Central transporta por año 3,5 millones de toneladas, de las que el 70% son minerales y el resto se divide entre ácidos, cemento y pasajeros.
Por su parte, Olaechea explicó que están aprovechando la relativa calma de las lluvias para mover tierra y construir muros de contención en el tramo del tren arrasado a fin de devolver el río a su curso madre. Puntualizó que desde la semana pasada han avanzado 5% por día en esta labor.
“Me he puesto como objetivo 12 días [para reanudar el servicio], pero todo depende de la naturaleza”, dijo.
“Si no hacemos los trabajos detrás de nosotros está Chosica, que está más allá de la vía del tren”, subrayó y atribuyó la crecida del río a la falta de mantenimiento del cauce, que según indicó no ha sido limpiado en los últimos 20 años.