Administración intentó ingresar con supervisores y contratistas al Puerto Coloso para avanzar en el proyecto de segunda desalinizadora. Trabajadores lo impidieron.
Los primeros pasos dio la principal productora de cobre del mundo, Escondida, para reiniciar sus actividades, tras 36 días paralizada como consecuencia del conflicto laboral que mantiene con su sindicato único como consecuencia de la renovación de su contrato colectivo.
Y es que según indicó el gerente general de Escondida, Marcelo Castillo, tras el quiebre de las relaciones con el sindicato luego que estos se negaran a sentarse a negociar para solucionar el conflicto; ahora el objetivo es reiniciar la actividad de la minera de forma paulatina, comenzando con dos de sus proyecto en ejecución; extensión de la planta Los Colorados, que está al interior de Escondida, y la segunda planta de desalinizado, que se ubican bajo la mina, cerca de Antofagasta.
Por ello, ayer por la mañana, un grupo de supervisiones y contratistas intentaron ingresar a las instalaciones del Puerto Coloso, para acceder al proyecto EWS (Escondida Water Supply), la segunda planta desaladora de BHP Billiton; sin embargo, esto no fue posible ya que los trabajadores les impidieron en paso. No obstante, desde la minera optaron por no recurrir a la fuerza policial.
La iniciativa no forma parte del conflicto, ya que está fuera de las operaciones de la minera. No obstante, sus avances tuvieron que ser paralizados porque hay un campamento minero que impide el acceso a los trabajadores tanto internos como externos de Escondida.
Tras dicho episodio, desde el sindicato criticaron de plano los esfuerzos de la administración para reiniciar sus actividades, acusando que actuar agresivamente para ingresas a Coloso, con el objeto de provocar a los huelguistas. “Esto demuestra una vez más que cuando se trata de producir, la seguridad y la integridad de las personas no cuentan (…) La empresa está desesperada, al ver que agotaron los tiempos y las operaciones que tenían para doblegarnos e introducir sus nefastas condiciones en perjuicio de todos”, comentaron desde el sindicato único de trabajadores de Escondida.
Frente a las palabras de Castillo, expresando interés de reactivar las actividades, indican que busca “amedrentar a los trabajadores”.
En su punto más lejano desde que comenzara este proceso de negociación colectiva parecen las posiciones entre Minera Escondida y su Sindicato N°1. La quema de la carta-invitación de la empresa marcó un quiebre para el cual -al menos en el corto plazo- no habrá pronta solución.
En este escenario, el presidente de la compañía Marcelo Castillo, apareció en escena para liderar públicamente un cambio en la estrategia de la compañía cuyo foco no estará en seguir invitando al sindicato -aunque aseguran que siguen dispuestos al diálogo-, sino en retomar paulatinamente sus proyectos estratégicos y la producción.
¿Es éste el momento más complejo en lo que va de negociación?
-Hay un quiebre dentro del proceso. Nuestra apertura a negociar que ha estado permanentemente abierta -así como la voluntad de flexibilizar algunos puntos dejando sólo uno pendiente en la última reunión ante la Inspección-, pero la quema de nuestra carta invitación nos deja claro que el Sindicato no tiene intención de sentarse a conversar.
¿Qué plazos se están dando para retomar los proyectos y la producción?
-Hoy (ayer) intentamos ingresar a Coloso, pero no fue posible. Lo vamos a seguir intentando todos los días y posteriormente en faenas. Tenemos previsto comenzar con los proyectos como la planta desaladora, luego buscaremos realizar mantenciones a equipos y luego la producción. En la medida que no podamos acceder a las áreas operativas, la suspensión parcial de actividades es un escenario factible.
¿Qué aspectos pueden cambiar para que los trabajadores en huelga les permitan entrar?
-Estamos buscando todas las alternativas legales que nos permitan ejercer el estado de derecho y entrar a nuestra casa, aunque el tema legal es lento. Seguiremos solicitando el apoyo de Carabineros e intentaremos seguir dialogando y eso nos podría permitir retomar actividades que están fuera del contexto de la huelga.
¿Esperan una postura más activa de las autoridades en materia de resguardar el estado de derecho?
-Siempre. Esperamos tener el apoyo para resguardar nuestro derecho de trabajar, nos mantenemos esperanzados de recibir ese soporte.
¿Hay posibilidad de mejorar algunas propuestas?
-Esto se soluciona conversando. Cuando entregamos la última carta estábamos convencidos de que dábamos un paso importante. Hoy cuesta entender la lógica de seguir alargando esta huelga.