Presidente ejecutivo del holding anunció ayer el foco de la firma estará en el desarrollo de esta faena, la mayor que opera el grupo.
Tras un período de ralentización de sus proyectos y de un férreo control de sus costos, este año Antofagasta plc, la matriz de Antofagasta Minerals, el brazo minero del grupo Luksic, retomará el dinamismo en la ejecución de sus inversiones.
“Nuestro foco para 2017 es desarrollar aquellos proyectos que entreguen los mayores beneficios para todos, para nuestros accionistas, tales como el proyecto de Infraestructura Complementaria de Minera Los Pelambres, el que esperamos sea aprobado a fines de este año”, aseguró ayer el presidente ejecutivo del holding, Iván Arriagada.
En este sentido, esperan obtener este año la aprobación ambiental y financiera de la primera fase de la expansión de esta faena, que aportará 55 mil toneladas anuales de cobre fino a la producción de esta mina.
Respecto de lo primero, la empresa está preparando las respuestas a un primer set de consultas (Icsara) de los servicios que participan en la evaluación, cuya aprobación es requisito para la decisión de invertir, explicó la empresa. La ejecución de estas obras se espera para 2018 y el inicio de producción para 2020.
La firma reportó ayer un alza de 78% en el Ebitda del grupo, que llegó a
US$ 1.626,1 millones, lo que se suma a ahorros por US$ 242 millones, de los que US$ 176 millones corresponden al plan de competitividad y costos, que redujo en 11 centavos de dólar el costo por libra, mientras que con 709 mil toneladas de cobre fino, la producción creció 12,5%.
A principios de este año la empresa completó el estudio de factibilidad de esta optimización, el que esclareció que esta iniciativa costará US$ 1.050 millones.
De este total, precisaron, US$ 580 millones irán a la planta desaladora, unidad que según trascendió incluirá la posibilidad de compartir la infraestructura de captura y devolución del agua con futuros proyectos de carácter público que se evalúan en la Región de Coquimbo para tratar agua de mar para abastecer consumos de agua potable rural en eventos de extrema sequía.
Uno de los mayores desafíos asociados a completar la expansión de Pelambres es la capacidad adicional de almacenamiento de relaves y material estéril que se requiere.
La opción que hasta ahora venía barajando la empresa es construir un nuevo tranque de relaves que reemplace o se sume a El Mauro.
Sin embargo, ahora en el reporte la empresa se replanteó esta posibilidad y anuncia que está evaluando -con estudios críticos de por medio- la opción de “aumentar la capacidad de la planta de almacenamiento de relaves El Mauro y los vertederos de desechos de la mina”.
Para esto, dicen, requieren tramitar un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA), cuya línea de base la compañía comenzaría a levantar este año, con la meta de tener una primera producción en 2022.
En la empresa comentaron que también evalúan implantar la tecnología de relaves espesados (que no requieren tranque de almacenamiento) o bien un esquema mixto, lo que les permitiría no tener que buscar una nueva ubicación para estos desechos.
Considerando el aumento de capacidad de El Mauro, que el año pasado finalizó un complejo proceso judicial, la inversión para la segunda fase de expansión de Pelambres alcanzaría a US$ 500 millones, que se destinarían a equipos mineros y aumentos de capacidad de tratamiento. Este monto es menor comparado con estimaciones antes realizadas por la firma.