De acuerdo con los datos de YPFB Transporte SA., la venta de gas natural a Brasil y a Argentina comenzó a repuntar.
Así, según los datos de la subsidiaria de YPFB Corporación, la venta de gas durante la dos primeras semanas de diciembre en la gestión pasada estuvo en un promedio de 35,7 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d), en los que Argentina compró como máximo 16,9 MMm3/d y Brasil llegó a importar 17,1 MMm3/d.
Mientras que en enero de este año la baja fue más notoria, pues el promedio de exportación del hidrocarburo hacia Brasil fue de 12,3 MMm3/d y a la Argentina llegó a los 17,3 MMm3/d.
Al respecto, el analista en tema energético, Marcelo Campero, explicó que justamente en esos meses es cuando el agua que alimenta a las distintas hidroeléctricas de Brasil se encuentra en su máximo nivel, por lo que este país opta por usar la electricidad, que es más barata, y comprar menos gas natural a Bolivia.
El panorama empieza a cambiar, pues a fines de febrero al mercado brasileño se le vendió en promedio 26,6 MMm3/d y en lo que va de marzo la venta promedio al vecino país es de 24,35 MMm3/d y a la Argentina la venta no bajo de los 18 MMm3/d.
Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos, señaló que las exportaciones de los hidrocarburos tienen un comportamiento dinámico.
“Lo que llama la atención es que en años anteriores estas oscilaciones tan fuertes no ocurrían. Por ejemplo, en febrero de 2017 la demanda de Brasil osciló entre 14 y 30 MMm3/d. Esto nos debe señalar que en la época de invierno en el Cono Sur, Brasil puede demandar al máximo del contrato (30 MMm3/d), lo que puede hacer difícil el cumplimiento al mercado de Argentina, que también demandará al máximo (20,3 MMm3/d). Si los tres mercados demandan al máximo, nuestro análisis es que tendremos dificultad para cumplir holgadamente este invierno”, precisó Ríos.
Al respecto, Guillermo Achá, presidente de YPFB, destacó el repunte en las nominaciones de gas de parte de los mercados de Brasil con 25 MMm3/d y Argentina con 18 MMm3/d y remarcó que Bolivia está en condiciones de poder atender el mercado brasileño, sea como cliente único como se hizo con Petrobras, o con varios distribuidores. “Está en nuestro control, tenemos las condiciones necesarias para poder garantizar el gas natural”, dijo Achá
El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá, informó que la planta de urea y amoniaco que se construye en Bulo Bulo iniciará operaciones en mayo, pero será entregada provisionalmente en abril.
En conferencia de prensa, Achá aseguró que hasta el próximo 20 de marzo se firmarán dos contratos de exportación de urea a los mercados de Brasil y Argentina.
Explicó que la producción en la Planta de Amoniaco Urea de Bulo Bulo, Cochabamba, ascenderá a 700.000 toneladas año y los mercados de Brasil y Argentina absorberán el 80 por ciento de ese volumen, lo que garantiza el mercado para la exportación.
“Hasta máximo el 20 de marzo tendremos firmados esos dos contratos. De las 700.000 toneladas de producción año, un 80 por ciento se estaría yendo a estos mercados, que es una garantía que podrá satisfacer la exportación”, dijo citado en ABI.
Achá anunció que la entrega provisional de la Planta de Amoniaco Urea será en abril de este año, y por 30 días producirá a su máxima capacidad para probar todos los equipos y luego entrará en la fase comercial.
“En mayo se estaría haciendo la entrega definitiva de la Planta, esos 30 días los equipos tienen que cargar a su máxima capacidad y que no presenten problemas. En mayo tendríamos el inicio comercial”, agregó.
Destacó que los contratos a suscribirse con las empresas de Brasil y Argentina superaron en precio las expectativas de YPFB, pero evitó dar más detalles hasta firmar los documentos.
Por otro lado, explicó que la evacuación de la urea será en contenedores, mediante vagones bimodales que pueden ser transportados sobre trenes o camiones.
Este medio trató de acceder a la versión del viceministro de Transportes, Galo Bonifaz, para conocer sobre el avance de la ferrovía Montero-Bulo Bulo, pero la autoridad evita las consultas argumentando constantes reuniones.