Los pagos comenzaron a ser realizados en la década de 1990, en US$ 50.000 y US$ 100.000 por mes, según informaron las autoridades de Brasil. Las investigaciones sobre el caso apenas comienzan.
Este nuevo capítulo suma al escándalo protagonizado por la multinacional brasileña Odebrecht. Ya se había conocido que la compañía pagó en 12 países para quedarse con contratos de infraestructura y energía. El Departamento de Justicia de EE UU y las fiscalías suiza y brasileña hablan de 439 millones de dólares en sobornos, de los cuales 11,2 se habrían pagado en Colombia. Pero esa suma puede aumentar porque el periodo indagado es solo del 2009 al 2014 y Odebrecht llegó al país en los 90 con el mismo esquema de sobornos.
Van 76 ejecutivos de la multinacional en el listado de colaboradores de la justicia de Brasil en donde hay 80 presos, incluido Marcelo Odebrecht, cabeza de la organización y 50 políticos señalados.
Evidencia enviada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y obtenida por la Fiscalía de Colombia señala que políticos, altos exfuncionarios del gobierno colombiano, congresistas activos, cuatro funcionarios de la Agencia Nacional de Infraestructura de Colombia, empresarios y miembros de la rama judicial, participaron en el entramado de sobornos.
La Fiscalía en Colombia empezó a citar a ex funcionarios y congresistas mencionados dentro de la investigación para establecer el paradero de los sobornos, los nombres de otros involucrados y revelar el 'modus operandi' de la contratación corrupta de la firma brasileña.
Un directivo de la constructora Odebrecht implicado en el Lava Jato y que según la Justicia de Brasil trabajaba en el “departamento de sobornos” de la empresa mantuvo al menos una reunión oficial con funcionarios kirchneristas para negociar el soterramiento del tren Sarmiento. De ese encuentro también participó un gerente de la compañía IECSA que está sospechado de negociar coimas, según la causa que se sigue en Brasil. IECSA es la empresa que maneja Ángelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri.
La reunión en el Ministerio de Economía se realizó el 9 de mayo de 2008 y es importante en el caso que investiga los sobornos que pagaba Odebrecht, porque el directivo de la constructora brasilera que participó del encuentro es Mauricio Couri Ribeiro, quien esta semana cobró notoriedad luego de que agentes de la Policía Federal de Brasil que intervienen en el Lava Jato encontraran en su computadora varios mails y anotaciones en las que el ejecutivo dejó asentado que un representante de IECSA de nombre Javier Sánchez Caballero mantuvo reuniones con él para tratar el pago de coimas a funcionarios argentinos.
El directivo de IECSA con el que Couri Ribeiro compartió esa reunión en la Casa Rosada en el 2008 es el propio Sánchez Caballero.
Los datos del encuentro se desprenden del Registro Único de Audiencias de Gestión de Intereses que depende del Ministerio del Interior. La reunión fue solicitada por Sánchez Caballero un día antes y además de Couri Ribeiro participaron Rubens Benavides (también de Odebrecht), Pablo Emiliano Basualdo del Depfa Bank y Emiliano Filippi del banco Credit Suisse. Como representante del Gobierno K los recibió el entonces subsecretario de Financiamiento del Ministerio de Economía, Juan Carlos Barboza. El ministro de Economía era Carlos Fernández.
La reunión arrancó a las 11 de la mañana y el tema a tratar, según figura en los registros oficiales, fue el soterramiento del tren Sarmiento. Por esos días, los encargados de la obra buscaban que el proyecto fuera financiado por el Credit Suisse y el Depfa Bank, algo que no sucedió.
El 23 de enero de 2008, unos meses antes de la reunión, la entonces presidenta Cristina Kirchner había anunciado junto a los ganadores de la licitación -IECSA, Odebrecht, Comsa y Ghella- la firma del contrato para arrancar la obra. Era el tercer anuncio fallido que hacía el kirchnerismo sobre el soterramiento.
Además de la reunión en la que estuvo junto a Couri Ribeiro, Sánchez Caballero mantuvo otros 11 encuentros oficiales con funcionarios kirchneristas para tratar temas del soterramiento entre el 2008 y el 2009. Entre otros, lo recibieron Ricardo Jaime y el ex secretario de Finanzas (luego ministro de Economía) Hernán Lorenzino.
La situación judicial de Couri Ribeiro en Brasil es cada vez más complicada y salpica al directivo de IECSA. En la computadora que le pertenece y que analizó la policía de su país hay por lo menos cinco mensajes que están relacionados con el pago de coimas en el soterramiento y que habrían sido ejecutadas a funcionarios kirchneristas.
En un correo fechado en junio de 2010 se habla de una reunión para debatir el pago de un soborno con Sánchez Caballero. El ejecutivo de Odebrecht anotó una frase que es muy sugestiva para los investigadores: “DGI - Contacto directo”. En la causa está asentado que los directivos de la empresa brasilera utilizaban como clave la palabra DGI para el pago de coimas. Consultadas por Clarín, fuentes de IECSA dijeron que “todas las reuniones que mantuvieron los directivos de la empresa fueron para hablar de cuestiones técnicas ” y recalcaron que no fueron “citados por la Justicia” y que nunca ocultaron haber mantenido reuniones con directivos de Odebrecht.
Según publicó el diario O Estadao do Sao Paulo, en otro mensaje titulado “Reunión - Sarmiento”, Couri Ribeiro relata tres valores de DGI (coimas) por un total de US$ 20 millones.
En la investigación del Lava Jato, el ejecutivo de Odebrecht ya aparece mencionado por un intercambio de mails con Manuel Vázquez, el asesor y supuesto testaferro de Ricardo Jaime, que hoy está preso por la compra de vagones chatarra a España y Portugal. En esos mails, Vázquez le pide a Couri Ribeiro que le destrabe un pago sospechoso de US$ 80 mil. Para los investigadores del Lava Jato se trata de una coima por el soterramiento del Sarmiento. “Estimado Mauricio, en el extracto de la cuenta no existe ese depósito. Todo este proceso me parece vergonzoso”, le escribió enojado Vázquez a Couri Ribeiro quien luego le agilizó el desembolso.
Consultado por Clarín, Barboza, el funcionario que recibió a Couri Ribeiro en 2008, afirmó que en esos encuentros se habló sobre el financiamiento de la obra y dijo que “nunca le ofrecieron coimas”. Y agregó que uno de los más interesados en el Soterramiento “era Manuel Vázquez”. El propio Calcaterra compartió seis reuniones oficiales junto a Vázquez y Jaime, según se desprende de los registros de audiencias públicas.
Hoy, tras años de parálisis, la obra del soterramiento está en marcha y las empresas a cargo del proyecto siguen siendo las mismas, a pesar de que Odebrecht está siendo investigada por coimas en varios países del mundo, incluída la Argentina.