Dijo que el problema con la constructora es muy complejo, ya que tiene varias obras en marcha en el Perú, por ello, su salida será gradual.
El presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) , explicó que la empresa brasileña Odebrecht deberá retirarse del país dentro de “seis meses, quizás menos”, y que para no afectar los proyectos que la empresa tiene en el país, esta salida será gradual.
“Es un tema complejo porque es una empresa muy grande que tiene varias obras en marcha en el Perú y, obviamente, lo que debe haber es una salida gradual. El hecho de que esta ola de colaboraciones eficaces y otras revelaciones sea tan fuerte ha hecho imposible una estrategia de retiro gradual. Estamos viendo cómo se retiran sin hacer daño a los proyectos”, manifestó durante una entrevista con el diario La República .
El mandatario precisó que a la empresa Odebrecht le tomará unos seis meses, o quizás menos, dejar todas sus obras con el Perú. Asimismo, dijo que el Ministerio Público, así como el Poder Judicial, tienen que tomar cartas en el tema y llevar a cabo un debido proceso. “Lo que debe haber en todos los casos es un debido proceso, aquí no se puede hacer una andanada, todos fuera como si fuese un circo romano”, indicó.
Consultado sobre la interpelación al ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, PPK dijo que no será necesario plantear la cuestión de confianza, porque el titular de Transportes explicará bien el problema.
“Me preguntaron qué pasaba si había una censura, contesté que si había ese intento plantearé una cuestión de confianza, pero no creo que vayamos a llegar a eso porque Martín Vizcarra va a explicar bien el problema”, expresó.
CLARÍN
Es Mauricio Couri Ribeiro, está asentado en el registro oficial de audiencias de Economía. Fue en 2008.
Un directivo de la constructora Odebrecht implicado en el Lava Jato y que según la Justicia de Brasil trabajaba en el “departamento de sobornos” de la empresa mantuvo al menos una reunión oficial con funcionarios kirchneristas para negociar el soterramiento del tren Sarmiento. De ese encuentro también participó un gerente de la compañía IECSA que está sospechado de negociar coimas, según la causa que se sigue en Brasil. IECSA es la empresa que maneja Ángelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri.
La reunión en el Ministerio de Economía se realizó el 9 de mayo de 2008 y es importante en el caso que investiga los sobornos que pagaba Odebrecht, porque el directivo de la constructora brasilera que participó del encuentro es Mauricio Couri Ribeiro, quien esta semana cobró notoriedad luego de que agentes de la Policía Federal de Brasil que intervienen en el Lava Jato encontraran en su computadora varios mails y anotaciones en las que el ejecutivo dejó asentado que un representante de IECSA de nombre Javier Sánchez Caballero mantuvo reuniones con él para tratar el pago de coimas a funcionarios argentinos.
El directivo de IECSA con el que Couri Ribeiro compartió esa reunión en la Casa Rosada en el 2008 es el propio Sánchez Caballero.
Los datos del encuentro se desprenden del Registro Único de Audiencias de Gestión de Intereses que depende del Ministerio del Interior. La reunión fue solicitada por Sánchez Caballero un día antes y además de Couri Ribeiro participaron Rubens Benavides (también de Odebrecht), Pablo Emiliano Basualdo del Depfa Bank y Emiliano Filippi del banco Credit Suisse. Como representante del Gobierno K los recibió el entonces subsecretario de Financiamiento del Ministerio de Economía, Juan Carlos Barboza. El ministro de Economía era Carlos Fernández.
La reunión arrancó a las 11 de la mañana y el tema a tratar, según figura en los registros oficiales, fue el soterramiento del tren Sarmiento. Por esos días, los encargados de la obra buscaban que el proyecto fuera financiado por el Credit Suisse y el Depfa Bank, algo que no sucedió.
El 23 de enero de 2008, unos meses antes de la reunión, la entonces presidenta Cristina Kirchner había anunciado junto a los ganadores de la licitación -IECSA, Odebrecht, Comsa y Ghella- la firma del contrato para arrancar la obra. Era el tercer anuncio fallido que hacía el kirchnerismo sobre el soterramiento.
Además de la reunión en la que estuvo junto a Couri Ribeiro, Sánchez Caballero mantuvo otros 11 encuentros oficiales con funcionarios kirchneristas para tratar temas del soterramiento entre el 2008 y el 2009. Entre otros, lo recibieron Ricardo Jaime y el ex secretario de Finanzas (luego ministro de Economía) Hernán Lorenzino.
La situación judicial de Couri Ribeiro en Brasil es cada vez más complicada y salpica al directivo de IECSA. En la computadora que le pertenece y que analizó la policía de su país hay por lo menos cinco mensajes que están relacionados con el pago de coimas en el soterramiento y que habrían sido ejecutadas a funcionarios kirchneristas.
En un correo fechado en junio de 2010 se habla de una reunión para debatir el pago de un soborno con Sánchez Caballero. El ejecutivo de Odebrecht anotó una frase que es muy sugestiva para los investigadores: “DGI - Contacto directo”. En la causa está asentado que los directivos de la empresa brasilera utilizaban como clave la palabra DGI para el pago de coimas. Consultadas por Clarín, fuentes de IECSA dijeron que “todas las reuniones que mantuvieron los directivos de la empresa fueron para hablar de cuestiones técnicas ” y recalcaron que no fueron “citados por la Justicia” y que nunca ocultaron haber mantenido reuniones con directivos de Odebrecht.
Según publicó el diario O Estadao do Sao Paulo, en otro mensaje titulado “Reunión - Sarmiento”, Couri Ribeiro relata tres valores de DGI (coimas) por un total de US$ 20 millones.
En la investigación del Lava Jato, el ejecutivo de Odebrecht ya aparece mencionado por un intercambio de mails con Manuel Vázquez, el asesor y supuesto testaferro de Ricardo Jaime, que hoy está preso por la compra de vagones chatarra a España y Portugal. En esos mails, Vázquez le pide a Couri Ribeiro que le destrabe un pago sospechoso de US$ 80 mil. Para los investigadores del Lava Jato se trata de una coima por el soterramiento del Sarmiento. “Estimado Mauricio, en el extracto de la cuenta no existe ese depósito. Todo este proceso me parece vergonzoso”, le escribió enojado Vázquez a Couri Ribeiro quien luego le agilizó el desembolso.
Consultado por Clarín, Barboza, el funcionario que recibió a Couri Ribeiro en 2008, afirmó que en esos encuentros se habló sobre el financiamiento de la obra y dijo que “nunca le ofrecieron coimas”. Y agregó que uno de los más interesados en el Soterramiento “era Manuel Vázquez”. El propio Calcaterra compartió seis reuniones oficiales junto a Vázquez y Jaime, según se desprende de los registros de audiencias públicas.
Hoy, tras años de parálisis, la obra del soterramiento está en marcha y las empresas a cargo del proyecto siguen siendo las mismas, a pesar de que Odebrecht está siendo investigada por coimas en varios países del mundo, incluída la Argentina
¿Es el principio del fin? Nadie puede afirmar ni negar taxativamente ese enunciado. Pero sí se puede decir que la delación de ayer de Marcelo Odebrecht, el heredero del holding homónimo, no dejó títere con cabeza (literalmente), dice Clarín:
El ex Ceo de la constructora, hoy preso en Curitiba, relató ante el Tribunal Superior Electoral –un foro diferente de aquel que donde venían cursando sus denuncias-- que el mundo político, de derecha a izquierda, recurrió a la empresa para financiar sus campañas electorales en 2014. Casi 4 horas de testimonio pusieron en evidencia que en aquellas elecciones todos los candidatos de los grandes partidos contaron con los “inestimables” recursos de la compañía. No es que salían de sus bolsillos. Para nada: la firma tenía un largo currículo de ganar licitaciones sobrefacturadas para usar el diferencial de precios en su política de coimas a quienes le garantizaban resultados.
Vale la pena transcribir la síntesis de Fausto Macedo, columnista del diario Estado de Sao Paulo, sobre las declaraciones de ayer de Odebrecht al TSE. Afirma: “Fue solo un aperitivo del gran banquete de inmundicias que será servido a los brasileños cuando se haga público el contenido de la delación de los 77 ejecutivos de Odebrecht”. Preso hace casi dos años en Curitiba, el ex ejecutivo brasileño “demostró cómo llegó a corromper el sistema electoral brasileño, en las elecciones generales de 2014”.
El Tribunal Superior Electoral lo había convocado porque sabía que Marcelo Odebrecht podría dar exhaustivos detalles de cómo funcionó el corrupto sistema. Confirmó, así, que el actual presidente Michel Temer lo “agasajó˝ con una cena en su palacio de Brasilia (bautizado Jaburu) para tratar nada menos que de la financiación de los políticos de su partido, el PMDB hoy en el gobierno, durante aquel fatídico año. Dijo que ni el entonces vice de Dilma Rousseff ni él hablaron específicamente del montante del aporte que debía hacer Odebrecht. Pero reveló que tampoco hacía falta: la cuantía había sido acordada previamente por su director de asuntos institucionales Claudio Melo (el primero en confesar la historia) y el actual ministro jefe de la Casa Civil (ministro coordinador) Eliseu Padilha. La “donación” pactada para ese año ascendió a 5 millones de dólares.
Gran parte de los recursos dados a la fórmula ganadora Rousseff-Temer fueron a parar a la llamada “caja 2”, por donde ingresaban los aportes no declarados, a veces a instancias de los mismos privados que no querían comprometerse con cualquiera de los lados.
Lo pero es que otro tanto ocurrió con los adversarios, que se presentaron en 2014. Más precisamente con Aécio Neves. Este senador, que fue el enemigo socialdemócrata de la petista en las elecciones de octubre de aquel año, recibió de Odebrecht nada menos que 7,5 millones de dólares, que debían sufragar sus gastos electorales. En este caso, el pedido vino directamente del interesado. Según Marcel Odebrecht, la demanda le pareció excesiva y le pidió “un descuento” a Neves. A lo cuál el senador del PSDB le respondió que dividiera esa suma con otros candidatos a distintos cargos del partido.
El ex ceo de la constructora puso documentos a disposición de los jueces del máximo tribunal electoral. Concretamente mostró una planilla donde se confirma la entrega de esos 7,5 millones, realizadas por su “departamento de coimas” a “mineirinho”, el apelativo que se correspondía con Aécio Neves (de Minas Gerais).
Marcelo contó, también, que se encontró varias veces con el “tucano”, hoy presidente del PSDB. Y testimonió que el hombre fue más insistente que cualquier otro: “En esas reuniones, siempre me pedía dinero”.
De hecho, lo que Odebrecht revela es una promiscuidad generalizada entre políticos, partidos y empresarios. ¿Cómo salvar la imagen de las propias elecciones si todos están contaminados? Es la pregunta que se formuló Fausto Macedo, columnista de Estado de Sao Paulo.